No hay voluntad política por parte del gobierno, y mucho menos por parte de las eléctricas, de mantener o bajar el precio de la luz, cuando nos encontramos con miles de trabajadores en ERTE al abismo del desempleo. Los oligopolios energéticos y las falsas izquierdas, que dicen una cosa y hacen otra, se convierten en socios de esta conjura.
En plena ola de frío asistimos a una vergonzosa subida del recibo de la luz. En el arranque de enero de 2021 el precio de la luz ha subido el 27%, según ha calculado FACUA esta subida corresponde al precio mayorista en el mercado, que no depende de forma directa del Ejecutivo. En el caso del gas, la subida es del 6% como asegura Espinosa.
Lo que no dicen ni Facua, ni algunas organizaciones autoproclamadas de izquierdas, es que, el gobierno de Portugal (de Izquierda) solicitó a la UE, a la Comisión encargada del IVA, la bajada del impuesto en su país.
Finalmente el Comité de IVA de la Comisión Europea autorizó a Portugal una reducción del término fijo del recibo de la luz y el gas desde el 23% actual hasta el 6%. La medida, limitada a suministros de electricidad con una potencia contratada de hasta 3,45 kilovatios y a consumos de gas natural que no superaran los 10.000 metros cúbicos anuales, suponía, una vez esté en vigor, un ahorro estimado de unos 10 euros al año en la factura de la luz de un usuario acogido al mercado regulado.
Inspirada en el modelo francés, donde se aplica un IVA del 5,5% al término fijo (independientemente de la potencia contratada) y un 20% al variable (la energía consumida), la rebaja, estaba incluida en los últimos Presupuestos del Estado del Gobierno del socialista Antònio Costa. Esta medida beneficiaba a 3,1 millones de consumidores de electricidad (el 45% de los contratos) y a 1,4 millones en gas natural (92% del total).
Según un documento usado como base para la consulta a Bruselas, con esta bajada se persigue «reducir los costes asociados al consumo de energía» y proteger a los consumidores «sin provocar con ello una gran erosión en la recaudación por IVA»
Podemos afirmar que ni los gobiernos de PP, ni del PSOE, han querido establecer unas bases para que el precio de la Energía siga socavando a empresas y particulares, sobre todo a los más pobres. Se requiere un gran acuerdo nacional, como en otras cuestiones del país, que marque una estrategia a largo plazo, donde no siempre pierdan los mismos.
Recordemos quiénes son los paganos de estas políticas. Son los que peores viviendas tienen, con menor eficiencia energética (menos aislamiento), peor edificadas y protegidas del frío en invierno y del calor en verano. Son los mismos que no pueden subir al ascensor social, y que recibieron promesas del populismo patrio durante las elecciones. Algunos de ellos gobiernan; otros hacen de oposición, pero todos defienden el marco que oprime a los de abajo.
Luis Antúnez