No se puede ser defensor de la naturaleza y justificar el aborto

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El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, explica los principales puntos de la encíclica ecológica del Papa. En esta exposición denunció la sociedad materialista y consumista.

Una conferencia en la que Sanz Montes explicó los principales puntos de la encíclica ecológica del Papa Francisco, «Laudato Si» (Alabado sea), la última aportación pontificia a la Doctrina Social de la Iglesia, firmada el 24 de mayo.

«No es un posicionamiento sin más ante el cambio climático, ni es un texto ecologista más. El Santo Padre evoca a la creación de Dios para iluminar a los hombres sobre el cuidado de la casa común y de la convivencia», destacó Sanz Montes. Por eso, a pesar de modas y de movimientos sociales nuevos, el Arzobispo aseguró que «no se puede ser defensor de la naturaleza y justificar el aborto. No se puede defender a los seres que viven en la naturaleza y permitir que los niños mueran antes de nacer».

Sanz Montes resaltó la importancia de la educación para modificar los valores que imperan en la sociedad actual «consumista e insolidaria». «Dios creó todo gratuitamente, sin pedir nada a cambio, y su obra nos invita a entrar en esa gratuidad. Pero el consumismo cambió esos valores y está en manos de la educación, en sus diferentes niveles, recuperarlos». El Arzobispo explicó que Dios unió a los seres humanos con el mundo que les rodea y, por eso, deben respetar por igual a todos los seres que están en él. Y rememoró las palabras del Papa. «La desertificación del suelo es como una enfermedad personal y la desaparición de una especie como una mutilación de uno de mis miembros».

Apagar las luces innecesarias, cocinar solo lo que vamos a comer, reciclar, gestionar el agua o usar el transporte público son algunas medidas que aconseja el Pontífice en esta encíclica.

«Pero, aunque no se puede pensar que estas pequeñas acciones cotidianas no pueden cambiar el mundo, a problemas sociales se responde siempre con redes comunitarias». Y para ello considera que hay que acabar con grandes problemáticas como el materialismo y el consumismo voraz, un mensaje que considera muy oportuno en Navidad. «Educar en sobriedad, gozar con poco, el retorno a la simplicidad, valorar las cosas pequeñas, no apegarnos a lo que tenemos ni tener ansiedad por lo que no tenemos. La creación está llena de mensajes de amor, pero el ruido, el culto a la opulencia no nos deja escucharlos». Una forma de entender el texto del Papa que reclama esa «ecología integral» en la que lo ambiental, lo económico, lo social, lo cultural y lo espiritual tienen el mismo valor. «Nuestra hermana clama contra el daño que le estamos provocando por el abuso de los bienes que Dios dejó en nuestras manos. Escuchémosla».
Fuente: lne.es ( * Extracto)