Oración de apertura en el senado de Kansas

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A Joe Wrigh (religioso) se le pidió que hiciera la oración de apertura en el senado de Kansas, todo el mundo esperaba las generalidades de costumbre, pero esto no es lo que escucharon:

 


Sesión de inauguración de la «Kansas House of Representatives». 23 de enero de 1996.


 


Señor, venimos delante de Ti este día, para pedirte perdón y para pedir tu orientación.


Sabemos que tu Palabra dice: «Maldición a aquellos que llaman bien lo que está mal» y es exactamente lo que hemos hecho. Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores. Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso «suerte».


Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado «ayuda social». Hemos matado a nuestros hijos que aun no han nacido y lo hemos llamado «libre elección».


Hemos abatido a nuestros condenados y lo hemos llamado «justicia».


Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado «desarrollar su autoestima».


Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso: «política».


Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado «tener ambición».


Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha blasfemia y pornografía y lo hemos llamado «libertad de expresión».


Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado «obsoleto y pasado».


¡Oh Dios, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados!.


Amén.


La reacción fue inmediata. Un parlamentario abandonó la sala durante la oración. Tres más criticaron la oración del pastor calificando la oración como «un mensaje de intolerancia».


Durante las seis semanas siguientes, la iglesia «Central Catholic Church» donde trabaja el religioso Wright recibió más de 5.000 llamadas telefónicas de las cuales sólo 47 fueron desfavorables.


Esta Iglesia recibe ahora peticiones del mundo entero, la India, África, Asia, para que el párroco Wright ore por ellos.


El comentarista Paul Harvey difundió esta oración y todo lo sucedido, al mes siguiente, en su emisión de radio «The Rest of the Story» recibiendo una acogida mucho mas favorable por esta emisión, que por cualquier otra.