Te presentamos cuatro nuevas parábolas. Queremos contribuir a aumentar el número de personas preocupadas en despertar el ideal por un mundo más justo y fraterno. Te invitamos a que nos envíes nuevas parábolas para esta sección…
GRABADOS
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto, y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
Éste, ofendido, sin decir nada, escribió en la arena:
«Hoy mi mejor amigo me ha pegado una bofetada en la cara».
Siguieron adelante y llegaron a un oasis, donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse, tomó un estilete y escribió en una piedra:
«Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida».
Intrigado, el amigo preguntó:
«¿Por qué después de que te pegué escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?»
Sonriendo, el otro amigo respondió:
«Cuando un amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo para siempre; por otro lado, cuando nos pasa algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá jamás borrarlo».
INFIERNO Y PARAISO
Un guerrero llamado Nobushige fue a visitar a Hakuin, célebre Maestro Zen, y le planteó la siguiente pregunta:
-¿Existen verdaderamente, un infierno y un paraíso?
-¿Quién eres? -pregunto Hakuin.
-Un samurai -respondio orgulloso.
-¡Tú, un samurai ! -exclamó Hakuin. Y se puso a insultarlo violentamente.
-Nadie te querria como guardia, tienes el aspecto de un mendigo piojoso…
Nobushige se enfureció de tal forma que comenzó a sacar la espada mientras Hakuin continuaba a más y mejor con sus insultos.
-¡ Ah !, al menos tienes una espada, pero probablemente eres demasiado estúpido como para lograr cortarme la cabeza.
Nobushige, alzo la espada en el aire dispuesto a todo. Hakuin entonces observó:
-He aqui que se abren las puertas del infierno.
Ante estas palabras, Nobushige comprendió e inclinó la cabeza.
– Y he aqui que se abren las puertas del cielo -dijo el viejo maestro.
EL GRAMÁTICO
Mulla Nasrudin consiguió trabajo de barquero. Cierto día, transportando a un gramático, el hombre le pregunta:
– ¿Conoce usted la gramática?
– No en absoluto – responde con firmeza Nasrudin.
– Bueno permítame decirle que ha perdido usted la mitad de su vida! – replica con desdén el erudito.
Poco después, el viento comienza a soplar y la barca esta a punto de ser tragada por las olas. Justo antes de irse a pique, el Mulla pregunta al pasajero:
– ¿Sabe usted nadar?
– ¡No! – contesta, aterrorizado el gramático.
– Bueno, permítame decirle que ha perdido usted toda su vida!
LAS TRES BARDAS
Se cuenta que un discipulo llego muy agitado a la casa de Socrates y empezo a hablar de esta manera:
* Maestro, quiero contarte como un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
Socrates lo interrumpio diciendo:
– !Espera! Ya hiciste pasar a traves de las Tres Bardas lo que me vas a decir?
– ¿Las Tres Bardas?
– Si- replico Sócrates- La primera es la VERDAD Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?
– No….lo oí decir a unos vecinos…
– Pero al menos lo habrás hecho pasar por la segunda Barda que es la BONDAD
Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?
– No, en realidad no; al contrario…
– !Ah!- interrumpió Sócrates- Entonces vamos a la ultima barda
¿ Es necesario que me cuentes eso?
– Para ser sincero, no; necesario no es.
– Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario
….. Sepultemoslo en el Olvido !!!