La pornografía infantil ha encontrado en Internet su mejor medio de distribución. El último informe de la británica Internet Watch Foundation es desalentador pues apunta que los materiales relacionados con abusos a menores se ha cuadriplicado desde 2003.
Si en ese año, sólo un 7% de las sitios web investigados incluían escenas consideradas de alto contenido pornográfico; en 2006 fueron un 29%, lo que significa unos 3.000 sitios web.
El 82% de las imágenes procedían de servidores alojados en Rusia y Estados Unidos. Lo peor del caso es que los menores suelen tener menos de 12 años, las imágenes son cada vez más fuertes y las páginas, que normalmente tenían una vida corta pues cambiaban muy rápido de ubicación para escabullirse de la policía, tienen mayor permanencia.
Siro Lopez