‘Hoy el pueblo chino no hace preguntas, no tiene pasado. Viven en coma, cegados por el miedo y por una prosperidad recién encontrada. El acto de recordar da sentido a la vida. Es un desafío a la tiranía y a la muerte’
El pasado 4 de junio se han cumplido 20 años de la masacre en la plaza Tiananmen en Pekín. Todos los telediarios y prensa hicieron un pequeño hueco en sus ediciones de ese día para recordar lo que ocurrió aquel 4 de junio de 1989, todos denunciaban el silencio del gobierno chino sobre ese día, el cual 20 años después no ha aclarado ni cuántos muertos hubo, ni ha dado explicaciones sobre lo ocurrido, para ellos fue un «mero incidente político». Ese día parece que a los medios de comunicación les importaba denunciar la dictadura que se sigue viviendo en China, cómo se prohibían todo tipo de manifestaciones y recordatorios de las víctimas, cómo no dejaban entrar a los periodistas en la plaza. Algo sorprendente. Parece mentira que los juegos olímpicos en Pekín hayan sido hace tan poco tiempo, en ese momento casi ningún medio de comunicación denunció la negación permanente que hace el gobierno chino a los derechos humanos. Y se llegó a decir que las olimpiadas eran una oportunidad para que China se abriera, hoy el gobierno chino sigue sin respetar los derechos humanos.
Hace un mes cayó en mis manos un libro que relata las manifestaciones y la masacre de Tiananmen. Un libro escrito por un chino, Ma Jian. Un libro sorprendente por su crudeza y su valentía. Ma Jian nos relata en forma de novela lo que ocurrió esos días en Pekín, Dai Wei un estudiante en coma tras recibir un disparo en la plaza nos va narrando lo que ocurrió. Ma Jian nos dice «hoy el pueblo chino no hace preguntas, no tiene pasado. Viven en coma, cegados por el miedo y por una prosperidad recién encontrada. El acto de recordar da sentido a la vida. Es un desafío a la tiranía y a la muerte.»
Ma Jian escribe: «Sin acceso a su propia historia, los estudiantes desconocían que en China las protestas políticas siempre habían acabado en un baño de sangre».
Pekín en coma. El mundo en coma. No sólo el pueblo chino no hace preguntas, no sólo los estudiantes chinos desconocen su propia historia.
Las madres de Tiananmen han denunciado al gobierno de entonces y han escrito decenas de cartas al Partido Comunista Chino y al gobierno para que reconozcan el grave error, pidan perdón y se haga justicia. Nunca han recibido respuesta. Ma Jian también nos habla de estas madres en su novela, de cómo cada 4 de junio tienen que soportar ser vigiladas para que no hagan ningún homenaje ni vayan a ningún cementerio a ver a sus propios hijos. Las madres de Tiananmen han pedido a la juventud china que la matanza no se olvide, pero China parece que esta en coma, y prefiere vivir con sensación de seguridad y prosperidad. Las madres de Tiananmen son un ejemplo de lucha, perseguidas desde entonces, han abierto una página web que ha sido bloqueada por el gobierno, esta página tiene por primera vez los nombres de los muertos.