Se ha aprobado un nuevo pacto entre el Gobierno, las patronales y los sindicatos en relación con la reforma de las pensiones, y debemos denunciar la canallada que supone este vergonzoso pacto.
Gracias a estos sindicatos
corruptos podemos alegrarnos de tener que trabajar hasta los 67 años y cotizar
durante 37 años, imposible para el 43% de los jóvenes en paro, imposible para
los millones de trabajadores que trabajan en precario o que se encuentran en la
economía sumergida explotados. Los parados de larga duración sufrirán 2 años más
de paro. También han aprobado que las pensiones se reduzcan en un 20%, mientras
se mantienen los privilegios de la clase política, que podrán seguir cobrando la
pensión máxima con sólo 8 años cotizados.
Todos ellos justifican estas
canalladas mientras que NO LUCHAN contra el paro ni contra la economía
sumergida, lo cual sí supondría aumentar millones de cotizantes. Y por si fuera
poco, aprueban que el 88% del Fondo de Reserva de la Seguridad Social se
invierta en Deuda Pública que ha sido generada por el dinero que se ha regalado
a la Banca.
Detrás de esta farsa está el gran
negocio de los planes de pensiones privados. El Gobierno va a gastar más este
año en promover las pensiones privadas que lo que ha ahorrado por congelar las
pensiones públicas. Exigimos que se deje
de MENTIR al pueblo, igual que con la reforma de las Cajas de Ahorro. Más
mentira, más robo, más pastel del negocio de repartir el dinero del pueblo entre
unos pocos.
Las Cajas de Ahorro nacieron para
combatir la usura que sufrían los pobres en el siglo XIX. Eran entidades de
beneficencia, que no podían ser compradas ni vendidas, y se basaban en la
confianza y reunían la suma de los pequeños ahorros, gestionados por personas
que no cobraban.
Con la riqueza generada por el
pueblo y depositada en las cajas, siempre se ha hecho NEGOCIO; Franco en 1964
destinó el 80% de los depósitos a financiar la deuda del Estado y de las grandes
empresas del INI, el Instituto Nacional de Industria que gestionaba empresas
como Telefónica, Siderurgia del Norte, etc. Felipe González entregó su control a
los partidos políticos, que ocuparon los puestos de las comisiones ejecutivas. Y
Zapatero, con esta reforma, ha permitido que se conviertan en bancos, y que la
mitad de los depósitos en los que se encuentran los ahorros de los españoles,
puedan pasar a manos del mejor postor.
Esta reforma supone también más
de 20.000 despidos, condiciones aún más usureras y una concentración del poder
económico contrario a la democracia.
¿Por qué el pueblo no puede decidir y gestionar la riqueza que sólo el trabajo
genera? Es urgente acabar con un sistema bancario que causa hambre, paro
y explotación de pueblos enteros, esclavos de una deuda que ya han pagado con
creces