Nike está de moda estos días en nuestra ciudad. ¿Sabemos que esta marca impone en los países del sur condiciones de servidumbre en el trabajo? Y si la criminalidad es global, ¿por qué no va a serlo la responsabilidad social?
Nike está de moda estos días en nuestra ciudad, Las Palmas de Gran Canarias. ¿Sabemos que esta marca impone en los países del sur condiciones de servidumbre en el trabajo?
Y si la criminalidad es global, ¿por qué no va a serlo la responsabilidad social? – escribe Rosa Regás – (…) Hoy me he desatado mis zapatillas con desasosiego: tal vez estas botas hayan sido confeccionadas en Pakistán por deditos morenos, flacos y mugrientos que luego recibirán un suelo de miseria; y aún es peor si no lo reciben, porque se mueren de hambre.
El 99% de las zapatillas deportivas Nike están hechas en países de Asia. Esta empresa utiliza en la actualidad unas 40 fábricas. En los últimos años ha cerrado unos 20 centros de producción, buscando siempre pagar los salarios más bajos posibles a los trabajadores. Los contratistas que dirigen las fábricas en Indonesia y en China no se preocupan de las leyes laborales ni de los mínimos salariales.
De acuerdo a los datos que facilita la fundación Made in USA, una coordinadora de organizaciones norteamericanas que lucha contra los abusos laborales a niños, en la fabricación de las zapatillas de esta marca se utiliza mano de obra infantil con edades que rondan los 11 años y con sueldos de 18 pesetas la hora.
Los salarios que paga Nike en Indonesia a todos sus trabajadores no llegan a alcanzar los 20 millones de dólares, cifra inferior al contrato que la firma mantiene con Michael Jordan para publicitar sus productos.
¿Te comprarías unas zapatillas hechas por niños esclavos? Piénsatelo.