La brecha de mortalidad entre los más pobres y los más ricos se ampliará de cinco a trece años, según un estudio en los EEUU
La creciente desigualdad de ingresos en Estados Unidos tiene una traslación directa en la esperanza de vida. Los más ricos siempre han tendido a vivir más años que los más pobres, pero esa brecha corre el riesgo de agrandarse: la distancia se ampliará de cinco a trece años, según un artículo publicado este jueves por la revista médica británica The Lancet.
Los autores del informe predicen que en una generación la diferencia se ampliará entre el 20% más pobre de estadounidenses y el 20% más rico. Para los nacidos en 1930, la esperanza de vida de los menos acaudalados es de 77 años, mientras que para sus opuestos es de 82 años. Sin embargo, en los nacidos en 1960, la esperanza para los primeros cae a 76 años y para los segundos crece hasta los 89 años.
“Estamos presenciando a cámara lenta un desastre en la salud de los americanos de bajos ingresos que han transcurrido su vida trabajadora en un periodo de crecientes desigualdades de ingresos”, dice uno de los autores, Jacob Bor, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston. “La creciente seguridad económica entre los estadounidenses pobres y de clase media ha llevado a la persistencia del tabaquismo y el auge de la obesidad y de la epidemia de opioáceos. Al mismo pagar por atención sanitaria en EE UU puede dejar en bancarrota a hogares y empobrecer a familias”.
El experto advierte que el “creciente vínculo” entre ingresos y salud en la primera potencia mundial puede acabar creando una “trampa de pobreza y salud”.
La tendencia se ha acentuado desde el año 2001. Según el informe, desde entonces el 5% más pobre de estadounidenses no han aumentado su esperanza de vida, mientras que los ciudadanos de ingresos medios o altos han ganado dos años de predicción de mortalidad.
Fuente: The Lancet