No argumentar el nombramiento de consejeros, una alta tasa de políticos entre los altos cargos o la concentración de poder en pocas manos. Estas son sólo algunas de las malas prácticas corporativas de buena parte de las empresas del Ibex 35.
En concreto, sólo diez de las 35 empresas que componen este índice bursátil hacen una separación correcta de poderes.
Así lo detalla el último informe realizado por la Fundación Compromiso y Transparencia, un estudio que pone en tela de juicio a compañías como Inditex, Iberdrola, Abengoa, Sacyr o Pescanova. En casos como el de la pesquera gallega, Javier Martín Cavanna, director ejecutivo de la Fundación, apunta que, «con una comisión que es juez y parte, no podían sorprender unas cuentas como las que se descubrieron».
Una práctica fácil de encontrar en otras empresas españolas que recurren a expolíticos como consejeros. En Enagás, por ejemplo, se ha dado el nombramiento de cinco consejeros; la totalidad de ellos, con perfil político. Sin embargo, sobre este aspecto Cavanna hace un apunte: «No se está en contra de la designación de consejeros como políticos, pero la práctica que siguió Enagás es totalmente desproporcionada». Y añade: «Da la impresión de que sí se están pagando favores políticos anteriores».
La sombra de la sospecha se cierne más, si cabe, cuando «uno de los accionistas de Enagás es la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales)». Añadido a esto, «no se motivaron las razones por las que se incorporaban a estos cinco políticos como consejeros». Esta práctica, la de no explicar los porqués y detallar perfiles de los consejeros elegidos, es algo ciertamente común entre las empresas del Ibex 35.
Si no se intentan mejorar estas prácticas y se dota de mayor transparencia a la actividad de las corporaciones, es precisamente por el carácter voluntario que tienen estos informes de nombramiento y su falta de consecuencias posteriores, aseguran desde la Fundación. «Son informes que sirven de muy poco porque en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se tomaba ninguna decisión si se encontraban con alguna empresa que no motivaba sus nombramientos», explica el director ejecutivo.
La acumulación de poderes como práctica habitual
La primera línea ejecutiva y del consejo de administración tiene la misma cabeza en 25 de las empresas más importantes. Esta ausencia de la separación de poderes afecta a empresas como Banco Santander, Iberdrola, Abengoa o Sacyr. El Gobierno y la función ejecutiva de la empresa dependen de la misma persona y «esto crea conflictos de intereses».
A pesar de esta situación, hay perspectivas de mejora. El Código Unificado está en fase de modificación para introducir cambios. Por ejemplo, se espera que se contemple «la obligación de que aquel consejo de administración que incumpla las recomendaciones tenga que dar explicaciones de las irregularidades». Este aspecto es importante, porque según afirma Martín Cavanna «las recomendaciones voluntarias no son para nada efectivas».
La primera línea ejecutiva y del Consejo de Administración tiene la misma cabeza en 25 de las empresas más importantes del país.
Otra de las novedades que acogerá este Código Unificado es la obligatoriedad de consultar a la Junta General de Accionistas sobre la remuneración del consejo de administración. Hasta ahora, esto tenía carácter voluntario y no vinculante, por lo que pocas empresas eran las que lo cumplían.
Entre otras prácticas tóxicas que las empresas españolas realizan está la falta de rotación de los auditores. En otros países, se establecen nueve años como límite; en España, esta línea roja llega a los doce pero con incumplimientos constantes. Día, Gas Natural, Banco Popular y Banco Sabadell han mantenido a la misma empresa de auditoría por más de veinte años, lo que pone en entredicho «la independencia que se exige en estos casos y puede haber creado proximidades entre miembros», según Martín Cavanna.
Para finalizar con las malas prácticas, enumeran a Gas Natural, Sacyr y Técnicas Reunidas por no contar con mujeres dentro de los consejos de administración y por una falta de explicación al respecto.
Los buenos modos también existen
Menos numerosas pero igualmente importantes son las empresas que intentan adecuar sus directrices a buenas prácticas corporativas. En este aspecto incluso compaías señaladas por sus malas prácticas tiene algo bueno: es el caso de Banco Santander o Inditex, por los informes de nombramientos que realizan. También Repsol, por no olvidar a los pequeños accionistas y crear un comité consultivo para ellos, o BBVA, por la gran cantidad de información que ofrece previa a la Junta General de Accionistas.
Autor: Ana Isabel M. Cordobés