El arzobispo maronita de Damasco pide a los Magos de Oriente el mejor regalo de Navidad: paz, perdón y reconciliación
Carta:
Siria, esta Navidad, se parece mucho a un belén: un establo abierto sin puerta, frío, miseria y tan pobre…
Al Niño Jesús no le faltan compañeros en Siria. Miles de niños que han perdido sus casas viven en tiendas pobres como el portal de Belén.
Jesús no está solo en su miseria. Los niños sirios abandonados y marcados por las escenas de violencia querrían incluso estar en el lugar de Jesús que siempre tiene a sus padres que le rodean y le acarician… Este sentimiento de amargura es bien visible en los ojos de los niños sirios, en sus lágrimas y su silencio…
Algunos envidian al Niño Divino porque ha encontrado un establo donde nacer y refugiarse, cuando algunos de estos desafortunados niños sirios han nacido bajo las bombas o en el camino del éxodo.
María en sus dificultades no estaba sola; madres menos afortunadas viven en extrema pobreza y asumen solas las responsabilidades familiares, sin sus maridos…
La precariedad del portal de Belén aporta un consuelo a estas pobres mamás aplastadas por problemas sin solución y por la desesperación.
La presencia tranquilizadora de José en la Sagrada Familia es fuente de “envidia” para estas miles de familias privadas de papá, privación que alimenta el miedo, la angustia y la inquietud. Nuestros desempleados envidian a José carpintero que ahorra a su familia la necesidad.
Los pastores y sus rebaños cercanos al portal dicen mucho a los numerosos ganaderos sirios que han perdido el 70% de su ganado en esta guerra.
La vida nómada en esta tierra bíblica que se remonta a Abraham y a mucho antes, desapareció de golpe con sus antiguas costumbres de hospitalidad y su cultura tradicional.
Los perros de estos pastores de Navidad simpatizan con la suerte de los animales domésticos en Siria, desfigurados por la violencia mortal, que vagan por las ruinas y se alimentan de cadáveres.
El ruido infernal de la guerra ahoga el Gloria de los ángeles… Esta sinfonía de Navidad por la paz cede ante el odio, la división y la cruel atrocidad…
Que los tres magos puedan aportar al belén de Siria los más preciosos regalos de Navidad: paz, perdón y reconciliación, para que brille de nuevo la estrella de Navidad en nuestras noches oscuras. Señor, escúchanos.
Navidad 2013
Samir Nassar, arzobispo maronita de Damasco