Guillermo Rovirosa fue el principal promotor del apostolado que en los años cuarenta acercó la Iglesia al mundo obrero, con iniciativas como el semanario ¡Tú! o los Cursillos Apostólicos, que cultivaron una nueva espiritualidad en miles de militantes laicos y sacerdotes que prepararon la Iglesia española para recibir el concilio Vaticano II.
Hoy este gran apóstol del mundo obrero, esta en proceso de beatificación.