En EEUU se vive una ola de rechazo a los inmigrantes. En Arizona se aprobó una propuesta que limita los beneficios sociales de los indocumentados, e incluso ciudadanos voluntarios patrullan armados la frontera con México.
Los argumentos son los mismos de siempre: se hace creer a la población que los inmigrantes reciben más de lo que pagan y suponen por tanto un costo social.
Un doloroso ejemplo: Nueva Orleáns
Inmigrantes mexicanos y centroamericanos reconstruyen Nueva Orleáns y otras zonas devastadas por el huracán Katrina. Lejos de recibir gratitud son explotados por los empresarios, que contratan a los indocumentados pagando salarios inferiores, y vejados por la población que les acusa del paro y la precariedad en que viven.
Los inmigrantes son una riqueza para EEUU
El Instituto Urbano, en un estudio de 1994 calculó que los inmigrantes aportan a la economía de EEUU entre 25 y 30 mil millones de dólares anuales.
Leo Estrada y Marcelo Cruz hicieron un estudio para la UCLA y la Universidad de California en Berkeley (Inmigration Issues and Policy in California), y establecieron que durante los momentos de recesión económica aparece un resentimiento al inmigrante y se difunden estos mitos:
- La inmigración genera sobrepoblación
- Quita trabajos a los nativos
- Hace que bajen los salarios
- Usan mucha ayuda gubernamental
- Los recién llegados no se asimilan lo bastante rápido a la sociedad norteamericana
Según su estudio los 5 son falsos, pues los inmigrantes aportan ingresos, trabajan, crean trabajos, consumen, invierten, pagan impuestos directos e indirectos y trabajan en lo que los estadounidenses no quieren. Además de la plusvalía que aportan a la sociedad. Eso sin hablar de la riqueza cultural y de población, pues aumentan la natalidad. Además sólo el 4% de los inmigrantes solicitan ayuda estatal, puesto que prefieren pasar desapercibidos por miedo a ser deportados, no conocen los recursos ni dominan el idioma.
Solidaridad y Justicia con los inmigrantes
La Iglesia Católica es una voz permanente en defensa de los empobrecidos y los débiles. El Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, exhortó enmayo de 2005 a los estadounidenses a respetar a los latinos indocumentados. «La gran mayoría de los inmigrantes hispanos indocumentados en Estados Unidos – declaró– nunca ha cometido un crimen violento, ni tiene el deseo de socavar el bien común, sino de contribuir vitalmente a la prosperidad del país. Aprovecharse de su trabajo, y después acusarlos por estar aquí, es una forma totalmente indigna de hipocresía».
El Arzobispo recordó a los católicos que la Iglesia reconoce el derecho de las personas a emigrar de su país para buscar una vida mejor. «No tenemos permiso de maltratar a nadie, tengan o no tengan papeles. La gente tiene su dignidad como seres humanos y sus derechos de parte de Dios, que nos creó a todos, aunque no todos lo encuentren conveniente», concluyó.
4/5 PARTES DE LA HUMANIDAD SON HAMBRIENTOS: DENUNCIAMOS ESTE GENOCIDIO POLÍTICO.
EL INMIGRANTE ES VÍCTIMA, NO VERDUGO