RAFAEL AMOR. Selección de sus canciones.

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Se afinca en España en 1973, donde desarrolla la mayor parte de su carrera; en aquel momento de eclosión de la canción de autor y sobre todo de la canción sudamericana, lo ubican entre los principales animadores de la transición. Graba ´ No me llames extranjero´, disco que alcanza una gran repercusión, por dicha canción, que hoy está más vigente que nunca, por ser un verdadero himno a la universalidad humana y que no falta en ningún acto reivindicativo, no solo en España y por ´Elegía a un Tirano´, tema, que fue una verdadera explosión cuando Rafael Amor lo cantó en RTVE, escuchándosela luego en todas las manifestaciones por la democracia…


 

Rafael Amor, nació en Buenos Aires en noviembre del 48. Su padre, Don Francisco Amor, piedra fundamental de la canción popular en la Argentina, brillante cantor de la orquesta de Francisco Canaro. Su madre, Doña María Toraño, una de las más cotizadas artesanas del bordado en América. Considerado por sus propios compañeros, como uno de los más destacados autores de su generación, sus canciones, han sido grabadas por prestigiosos intérpretes, entre ellos: José Larralde, Alberto Cortéz, Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Los Cuatro de Córdoba, Cantoral, Xavier Labandera, Los Sabandeños y otros.

Se afinca en España en 1973, donde desarrolla la mayor parte de su carrera; en aquel momento de eclosión de la canción de autor y sobre todo de la canción sudamericana, lo ubican entre los principales animadores de la transición. Graba » No me llames extranjero», disco que alcanza una gran repercusión, por dicha canción, que hoy está más vigente que nunca, por ser un verdadero himno a la universalidad humana y que no falta en ningún acto reivindicativo, no solo en España y por «Elegía a un Tirano», tema, que fue una verdadera explosión cuando Rafael Amor lo cantó en RTVE, escuchándosela luego en todas las manifestaciones por la democracia. Luego vinieron más discos como, «Personajes», «El loco de la vía», «Diez años en España», «El perro cojo», «Corazón libre», que grabará con la colaboración de Mercedes Sosa y Alberto Cortéz, «La Tangués», «Un directo de Amor», grabado en directo en la sala Toldería de Madrid, además de formar parte junto con otros míticos cantautores, de un C. D. Llamado «Canciones de un tiempo y un país», un legado de canciones que forman parte de la historia de lucha y resistencia de este país. Ultimamente grabó un CD «La Crisálida… y otros milagros». Ha intervenido recientemente en un excelente CD de Los Sabandeños, «Gardel» con su canción «No me llames extranjero», grabación en la que han intervenido Soledad Bravo, Alberto Cortéz y Rodolfo Mederos. En su país Argentina, dónde está obteniendo un gran éxito, tras la postergación del exilio, ha editado «Batemusas» («El Poeta», en el lenguaje Lunfardo, jerga lugareña de su Buenos Aires natal). Disco que ha merecido elogios por parte de la prensa especializada.

Recorredor infatigable de la geografía española, también ha caminado casi toda América latina, solo o como en una oportunidad, en el año 84, en que fue invitado por su amigo Alberto Cortéz, con quien compartió escenarios tan importantes, como los del teatro Teresa Carreño de Caracas, el Teatro Colón y en la Universidad de Bogotá, en la «Univalle» de Cali, en el Teatro de la Universidad de Medellín, en Manizales en el Teatro Fundadores. En Perú, cantó en la plaza de toros de Acho en Lima, junto a Silvio Rodríguez y el mismo Alberto Cortéz, en el Teatro San Martín de la misma ciudad y en el pueblo joven «Villa El Salvador».

En su país, la Argentina, está empezando a reconquistar el corazón de su gente. Ha sido galardonado con el premio Cóndor de Plata, que otorga la revista Estampas a la mejor labor artística.

En octubre pasado, se presentó en Buenos Aires, en uno de los tradicionales sitios donde lo hacen importantes figuras internacionales, «La Trastienda», obteniendo un clamoroso éxito. Llenó también el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, secundado por muchos compañeros como: La Coral Demos, Julio Lacarra y Cantoral. También cantaron y como regalo especial, sus hijos menores: Delia y Rafael, que parece ser, siguen sus pasos. Se vivió un clima emotivo y auténtico subrayado por el numerosísimo público que empieza a ver en Rafael Amor, al renovador del canto popular. En enero, tuvo lugar como todos los años el Festival de Cosquín, festival mayor de la música folklórica, al que fue invitado por su amiga Mercedes Sosa a cantar junto a ella en la apertura, obteniendo una repercusión grande en el país. Seguramente este espaldarazo pondrá en el lugar que merece a un artista superlativo como es Rafael Amor.

En España, pocos son los que pueden trashumar permanentemente su geografía cantando, haciendo amigos, cimentando un nombre que para algunos, ya es leyenda.


SELECCIÓN DE CANCIONES DE RAFAEL AMOR


CORAZÓN LIBRE

Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos corazón, son los que no luchan.
No los dejes corazón que maten la alegría,
remienda con un sueño corazón, tus alas malheridas.

No te entregues corazón libre, no te entregues.
No te entregues corazón libre, no te entregues.

Y recuerda corazón, la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida corazón, carne de primaveras.
Se equivocan corazón, con frágiles cadenas,
más viento que raíces corazón, destrózalas y vuela.

No te entregues corazón libre…

No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,
serás cómplice y esclavo corazón, si es que los escuchas.

No te entregues corazón libre…

Adelante corazón, sin miedo a la derrota,
durar, no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa.

No te entregues corazón libre…

RAFAEL AMOR

LA CRISÁLIDA

Perro con la cadena larga cree que es libre (bis)
pero la cadena es la cadena. (bis)
Mira que pena.

Ave que no conoce más que los barrotes (bis)
dentro de su jaula cree que vuela. (bis)
No me consuela.

Milagrosa utopía milagrosa
que la crisálida se vuelva mariposa… (bis)
Teme la oveja al lobo en el redíl segura (bis)
y le teme más por libre que por fiera (bis)
Y no se entera.

Si conociera el mar el pez de la pecera (bis)
el vidrio aunque muriendo rompería. (bis)
Si que podría.

Milagrosa utopía milagrosa
que la crisálida se vuelva mariposa… (bis)

Gallo que canta ronco aún sin que amanezca (bis)
no anuncia el día si no que está despierto. (bis)
Ni dormido ni muerto.

La flor cortada que se luce en la solapa (bis)
deja de ser flor, es un despojo. (bis)
Se engaña el ojo.

Milagrosa utopía milagrosa
que la crisálida se vuelva mariposa… (bis)

Arbol nacido justamente en la frontera (bis)
no mira a quien le da frutos y sombras. (bis)
Su patria es su obra.

Buena semilla por el viento repartida (bis)
hará un mundo de amor por donde caiga. (bis)
Que el viento la traiga.

Milagrosa utopía milagrosa
Que la crisálida se vuelva mariposa..

RAFAEL AMOR

EL PAN (LA FÁBRICA)

Cantado

Se pobló la aurora con escavadoras,
de dientes feroces y asesinos.
La locura diaria de la maquinaria,
astilló el espejo manso de los grillos.

Condenaron a muerte la luz y el verde,
proscribieron los pájaros, las flores,
y en una mañana, gris e intoxicada,
se suicidaron de sombra, los colores.

Se tragó la fábrica, los sueños, la vida,
se tragó las mentes y los brazos,
bajo un sol violeta, una madre aquieta,
un niño de humo en el regazo.

Negreando azoteas, altas chimeneas,
lamen con su roja llamarada,
la paz proletaria, lenta y rutinaria,
densa, como el hollin en las veredas.

Recitado

Con paso doliente, marchan lentamente los hombres,
hacia la boca del monstruo que indolente
especula con el pan, con los ojos de los hijos que
esperan y preguntan, con la horfandad, que ahondan
los indiferentes. Numera las espaldas, aplasta
dignidades, lubrica con sus sangres sus miles de
engranajes, chupa sus fuerzas lentamente,
luego los vomita, vencidos, alienados, y esa tos
y un sueldo miserable, es todo lo que da…
En la ronda crepuscular de los domingos,
Más alla del naipe manoseado, más allá del vino
adulterado, con los ojos fijos en el techo
hay más de una puteada de dientes apretados.

Cantado

Por eso, ten cuidado, vigila tus costados,
afila tus garras asesinas,
que entre tus cimientos puede estar creciendo
una flor valiente y clandestina.
No vaya a ser que un día , violenta y subersiva,
vuelva a poner en las ventanas,
los pájaros, un grillo, el aire azul, el brillo,
la vida nueva y liberada,
la vida nueva y liberada,
la vida nueva y liberada,
la vida nueva y libertada.

RAFAEL AMOR

MI HERMANO VENÍA CONMIGO

Mi hermano venía conmigo, lo compraron con un pan,
por que cambió por su hambre su sueño de libertad.
Mi hermano venía conmigo, lo compraron con un pan.
Con los puños apretados, buscamos la misma luz,
pero en cuanto abrió las manos, lo clavaron a una cruz.
Mi hermano venía conmigo buscando la misma luz.

Recitado

Abrió los surcos cantando, unió la greda y el sol.
Hizo parir a la tierra y se estiró en el verdor.
Mi hermano traía en los ojos la mansedumbre del peón,
pero un grito, le trepaba, del pecho, del corazón.
Abrió la boca, alzó el brazo y silenciaron su voz.
le hablaron de paz, de trabajo y mi hermano les creyó,
le dieron para que calle un campito y un galpón.
Ya no abre surcos ni canta, ni se estira en el verdor
y no me mira a los ojos por que le duele el color.
Él sabe muy bien que potros andan lo manso de un peón,
esos, que por el hambre, no cambian el corazón.

Mi hermano venía conmigo lo compraron con un pan.

RAFAEL AMOR

QUIERO SER TU HERMANO

Quisiera ser poeta, cantar una canción
y mojarme los ojos con el cáliz de un flor.
quiero ser campesino, morirme en el trigal,
que un pájaro me cante sobre mi cruz final.

Quisiera ser la fuente donde un niño sueña un mar
y echa sus ilusiones de papel, a navegar.

Quiero ser el juguete, la flor, el manantial,
la mano siempre abierta, el canto de la paz.

No quiero ser soldado con medallas al valor,
sacarme el uniforme y ponerme el corazón.

Sacar de un viejo cofre de las cosas de valor,
una palabra antigua que se pronuncia: amor.
Yo quiero ser tu hermano aparta tu fusil,
que no apaga una bala el fuego de un sentir.

RAFAEL AMOR

NO ME LLAMES EXTRANJERO

No me llames extranjero, por que haya nacido lejos,
O por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo
No me llames extranjero, por que fue distinto el seno
O por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos,
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
Tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
Con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.

No me llames extranjero, ni pienses de donde vengo,
Mejor saber donde vamos, adonde nos lleva el tiempo,
No me llames extranjero, por que tu pan y tu fuego,
Calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo,
No me llames extranjero tu trigo es como mi trigo
Tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
Y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
Por que nací en otro pueblo, por que conozco otros mares,
Y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
Adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
Lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
Y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
El mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
Desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
Antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
Los que roban los que mienten los que venden nuestros sueños,
Los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero que es una palabra triste,
Que es una palabra helada huele a olvido y a destierro,
No me llames extranjero mira tu niño y el mío
Como corren de la mano hasta el final del sendero,
No me llames extranjero ellos no saben de idiomas
De límites ni banderas, míralos se van al cielo
Por una risa paloma que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero piensa en tu hermano y el mío
El cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,
Ellos no eran extranjeros se conocían de siempre
Por la libertad eterna e igual de libres murieron
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
Mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
Y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.

RAFAEL AMOR

ELEGÍA A UN TIRANO

¿Adónde irás tirano? Adónde irás?
¿tus manos ensangrentadas, donde las esconderás?
¿Adónde irás tirano? ¿Adónde irás?
si el pueblo encuentra tu rastro sus plantas has de besar.

Te esconderás en las balas, las balas vienen y van,
en la cadena que oprime, la rompe la libertad,
donde empieza la cadena, donde tiene su final,
cual de los dos desde lejos el oprimido será.

Te esconderás en los niños, a odiar les enseñarás,
no te servirá de nada también a ti te odiarán,
te esconderás en las sombras, el sol te delatará
y cuando salgas al sol verás sombra y te verán..

¿Adónde irás tirano? ¿Adónde irás?…

En el terror de las hembras tu refugio buscarás,
el vientre que parió un hijo puede parir otro más
soltarás tus perros flacos sin aflojarle el collar,
cuidado del perro hambriento muerde y no quiere largar.

Te esconderás en la flor, en el tranquilo trigal,
la flor morirá de pena el trigo se agitará,
te descubrirán los hombres al gusto amargo del pan,
cuando llevarlo a sus hijos les cueste la dignidad.

¿Adónde irás tirano? ¿Adónde irás?…

Recitado

Querrás escapar de noche, a que horizonte,
donde ir que no amanezca, la luz te perseguirá,
y con las manos cruzadas las mismas de tu impiedad,
ante los pies del maestro, suplicante caerás,
y lo sentirás por dentro que te dice, una vez más
me has vuelto a crucificar,
tienes manchada las manos con sangre de libertad,
deshojaste la alegría, torturaste por pensar,
sembraste el odio, la guerra y mataste por matar
cercenando la belleza que podía emocionar,
traicionaste a tus hermanos a la hora de luchar,
por una justa manera de vivir, de trabajar,
y lentamente Jesús habrá empezado a llorar,
entonces llegará el pueblo, como siempre, llegará,
tendrías que pagar rosa a rosa, bala a bala, pan a pan,
solamente el Galileo te podía cobijar, de la furia de los hombres
cansados de soportar, la injusticia, la impotencia,
por ser mansos, nada más.

Sólo los que se liberan conocen la libertad,
los que han vivido negándola siempre esclavos morirán
en las calles las sonrisas la flor nueva y el trigal
los tres silencios de Cristo gritarán una vez más,
Paz, paz, paz, ¿adónde irás?

RAFAEL AMOR

LA ABUELA LOCA

La abuela era antigua, loca,
halaba siempre de un tiempo de risas, de rondas,
romanticismo pasado de moda,
de un amor de esos prohibidos que en un papel rosa,
le hablaba de lagos, de estrellas, de cisnes, mariposas.
Un amor de esos marchito, que entre las lloradas y amarillas hojas,
de un libro de Becquer, o de Nervo,
esperaban en aquellos tiempos a que sus quince años se vistieran de novia:
largo traje de luna su imaginación bailaba,
con azahar de suspiros y la sencilla toca del viento por su pelo,
y toda la fragancia de su voz en la boca.
Así, rendida se dormía, apretando aquel libro,
con poemas de Becquer, de Nervo.
La abuela era antigua, loca,
rezaba el rosario siempre a la misma hora, en que decía:
– el crepúsculo crucifica el Cristo de luz que nos deja la aurora.
Cinco padrenuestros, un avemaría, un credo, una salve, un gloria,
en el nombre del padre se santiguaba a solas
y después de contarnos de Caperucita la desobediente,
de Aladino, su lámpara, el genio, el hombre de la bolsa,
nos juntaba las manos antes de dormirnos,
para que aquel tatita Dios, nos bendiga los sueños,
y nos haga más buenos, aquel del dedo roto y la oxidada aureola.
Tenía un no se que de brisa su canción acunadora.
Bueno el caso es que la abuela no estaba en la cosa,
a ella le bastaban cien pesos y un San Cayetano para colgar la suerte
arriba de las puertas, o un trapo caliente para los catarros,
o esa hoja de eucaliptos, adentro de un tarro, arriba de la estufa o la bufanda aquella que le pedí que me tejiera en azul y amarillo,
para llevar los lunes cuando ganaba Boca, que me afanó el Pelado
que era hincha de River,
y, bueno, él no tenía una abuela que le teja otra.
La abuela se fue poniendo blanda, vio, vio, cosas de viejos que si están fuerte los discos, que si fuma mi novia,
que las flores de plástico no son como las otras,
que el amor de hoy en día, no es más que sacarse la ropa y juntar
la carne sola, que al estar más vacío se lo llama experiencia,
que las mujeres de antes parían veinte hijos sin que les dieran
clase por Tv. las psicólogas, loca,
un día se puso a hablarnos de Cristo, a nosotros Cristo, que antigüedad,
nosotros que en el café,
habíamos hecho toda una teoría para salvar al hombre del hombre;
qué éramos una juventud informada, que habíamos leído a Freud,
(cuatro o cinco hojas)
Cristo… un día que pasamos frente a la facultad, le dije, oiga,
abra los ojos, mire, mire las paredes, mire como se lucha ahora;
me contestó la simpleza:
-hijo, el hombre siempre ha luchado de esa forma y de otras…
La abuela era antigua, bueno, casi loca.
Si vieran que paz que tenía en la cara y en las manos.
Yo no se por que de nuevo volví a sentir miedo del hombre de la bolsa,
y del lobo de Caperucita, es que existen, si, existen.
La de Aladinos que encontré dueños de las lámparas,
si vieran la de genios que inventan.
También la vida me dio un amor de esos que en un papel rosa,
me hablaban de lagos, de estrellas, de cisnes, ¡qué imposibles cosas!…
Y hoy que tengo un alma como un libro con poemas de Becquer, de Nervo o de Lorca, guardo como un lirio seco el recuerdo de aquella abuela antigua, de aquella abuela loca,
marcándome la página de las cosas sencillas que no están de moda.

RAFAEL AMOR

AMOR ES MI CANTO

Amor
una palabra nomás,
¿quién la inventó?
¿un poeta quizás?
¿un loco soñador?.
Amor,
como viene se va,
como la frágil flor
nace y muere el amor
sin pensar.
Amor es la palabra que en la noche un bohemio encontró
para ponerle nombre a su soledad
y no dejar tan sólo su corazón
frágil como una flor
débil como un cristal.

Recitado

Y sin embargo creo en el amor. Es mi corazón que se resiste a pensar que no es verdad porque cuando enredo mis manos en su pelo para decirle que la quiero o le abrazo la boca con mi boca en la llama azul de mi deseo o me hundo en el mar profundo de sus pupilas o me embriago con su voz creo en el amor y si un chiquilin me mira y desde su estatura de niño me arroja la inocencia en una sonrisa como quien tira una flor, creo en el amor.

Canción

Amor es la palabra que en la noche un bohemio encontró
para ponerle nombre a su soledad,
frágil como una flor
débil como un cristal.
Amor…

RAFAEL AMOR

FÁBULA DE LA MARGARITA Y EL VIENTO

Una humilde margarita a un lado del camino,
daba vueltas el azúcar de su molino.
Pasó cantando el viento su son peregrino
ella enamorada fue tras su destino.
Pero no alcanzó al viento en la distancia
el mundo entero supo de su constancia,
por que a veces no importa el ser amado
si no amar, amar sin pedir nada en pago.

Pasó el tiempo y marchita, la margarita,
iba de viento en viento la pobrecita.
Un pájaro que pasaba buscando abrigo
para dos alas nuevas que había en su nido,
al verla tan vencida, tan amarilla,
se la llevó en su pico como semilla.
Por que donde más muerta la vida parece,
es en ese lugar en donde mas crece.

Vino el hombre que mata el amor con olvido,
de una sola pedrada, bajó aquel nido.
Cayó temblando el ave, trino abatido,
Escapó la semilla en su pico.
Pero la tierra que siempre es sabia y bendita
volvió a agitar su molino la margarita.
Lo importante de la vida está en la simiente,
morir es empezar a vivir para siempre.

Otra humilde margarita a un lado del camino,
daba vueltas el azúcar de su molino,
pasó otro viento cantando su son peregrino,
de nuevo enamorarse fue su destino.

RAFAEL AMOR

CON LA LIBERTAD

Amar la libertad, sentirse pájaro,
agitar el cielo con las alas.
Amar la libertad, sentirse mar,
dejar la espuma de la risa en cualquier playa
o quebrar el llanto allá en las rocas,
donde nadie encuentre nuestras lágrimas.
Vivir la libertad, de cara al viento,
con el brazo fuerte y la razón alzada,
aunque tengamos que morirnos.
¡Libres!, morir en libertad, la voz quebrada,
que alguno ha de pasar por el camino
y acunará en los brazos nuestra verdad cansada
y desde abajo de la tierra, nuestros huesos,
irán apuntalando sus pisadas,
que cuando grite, en el vigor del puño,
habrá de alzarse nuestra sangre renovada.

Con la libertad, los trigales nuevos.
Con la libertad, pájaros al viento.
Es la libertad, ese grito eterno,
que sacude el mar, que rompe el silencio,
que abate la roca, que desanda el viento,
que pone en la boca, el azul del cielo.

Con la libertad, campanas a vuelo,
lágrimas de paz y los ojos buenos.
Banderas de luz, canto a pecho abierto,
la sangre que va, creciendo, creciendo,
las manos tendidas a horizontes nuevos,
dar hasta la vida por sentir su beso.

Libres, libres, con la luz y el canto,
libres con el llanto, con la tierra arada,
rica o desolada, con trigales nuevos,
con los ojos buenos, libres hasta ciegos,
libres con campanas, libres con mañana,
con el horizonte, sin cielo ni nada.

Con las manos yertas, aunque la miseria
derrumbe las puertas, aunque naufraguemos
sin estrella ni puerto, ¡libres! ¡siempre libres!
¡libres hasta muertos!.

RAFAEL AMOR

DRUGSTORE

Fue una de esas madrugadas
en las que uno cree que puede descolgarse de los pulmones reventados,
el péndulo implacable del bolsillo,
cuando uno pretende frenar el reloj de la rutina,
cuando en medio de las voces y el humo, uno oye el silencio,
uno está ausente, uno cree que olvida.
Sacaron a un borracho a empujones, como siempre,
se quedó contra un árbol con un rosario de blasfemias.
De repente, alguien me dijo – ¡eh, tú, saca la guitarra! –
tenia una sonrisa de piano abandonado,
justo en el sol le faltaba una tecla,
las demás teclas, amarillentas, gastadas, de tiempo, de tabaco.
Una larga historia de lucha en las manos,
sin mas compensación que la sonrisa aquella.
Una boina hacia atrás en la cabeza,
el escudo de Aragón en la solapa.
Me llamó Sudamericano, ¡cómo no!,
algún día habrá un gran país que se llame Sudamérica
y me cantó coplas de su tierra
con esa voz cascada, como los ríos cuando cantan con las piedras.

CANTADO

Y me habló de la guerra, de la pena,
Que después de las balas fueron todos vencidos,
Que la miseria,
dejó un crespón prendido en cada puerta.
Pan con ajo y aceite y las guitarras muertas.

Y me hablaron sus manos, de la era,
de su mundo semilla, de la espera
y me hablaron sus ojos, de un alma simple y buena,
que nombrará tan solo, una cruz de madera.

Y me habló de un hermano
que se escapó a mi tierra,
que se apagó en exilio soñando con la vuelta,
Y de la madre aquella
que no pudo esperarlo,
de los perros del odio arañando las puertas.

Yo le hablé de ese sueño
que él llamó Sudamérica,
de otros vencidos, vivos
o muertos por la guerra,
de otra paz de rodillas
que traerá la miseria
Y del vacío tremendo de las guitarras muertas.

RECITADO

Y le hablé de otras manos
como las de él, labriegas
que se quedaron quietas,
siempre en la misma espera,
por un mundo semilla
que nombrará tan solo,
una cruz de madera
y saqué la guitarra,
para que viva,
para que cantemos juntos
yo con mis treinta y él con sus sesenta,
un tango, un jota, ¡que se yo!, una pena,
una de esas madrugadas,
en las que uno cree que olvida.

RAFAEL AMOR

LOS HIPÓCRITAS

Le va bien, me va bien,
cosas que se dicen siempre,
que triunfó que triunfé,
somo grandes, somos fuertes,
que es féliz, soy féliz
más que hombres somos héroes.

El insiste con el chiste,
que conozco de memoria,
nos reimos por cumplido
cada cual cuenta su historia,
y fingimos que vivimos
coronados por la gloria.

Yo calculo sus fracasos
él los míos los presiente,
conocemos nuestros miedos
y jugamos al valiente,
él se cree que es gracioso
yo, que soy inteligente.

Conservamos la apariencia
y hablamos con suficiencia
de las cosas de la vida
de placeres y de urgencias,
que gozamos y salvamos,
sólo con nuestra experiencia.

Que se acuerda, que me acuerdo,
de miles de travesuras,
que me inventa, que me invento,
cosas que no hicimos nunca,
y el muñeco que creamos
rompe nuestras ataduras.

Me despido, tengo apuro
él también está apurado
es el clásico saludo
del que no va a ningún lado
y ya sólos nos sentimos
tristes y desamparados.
Con sonrisa de profetas
y fuerza de gladiadores
procurando dar la imagen
de los grandes triunfadores
nuestras pobres marionetas,
mueren entre bastidores.

Desinfladas y olvidadas
entre miles de violines
con la mueca dolorosa
de la vida y sus trajines,
y al fin somos como somos
tan opacos y tan simples.

Tan cobardes y callados
tan hipócritas y usados
traicionados y traidores
queda el héroe arrodillado
destrozado por el cansancio del hombre.

RAFAEL AMOR

HERMANO MÍO DE PLANETA (HIMNO FINAL)

Hermano mío del planeta,
flor entre la violencia y el hastío,
en la locura de esta era,
mueren tus sueños y los míos.

Hermano mío del planeta,
que soledad de multitudes,
que ciega y torpe su carrera,
que torbellino los aturde.

Hermano mío del planeta,
fundemos la aurora de los hombres,
entre la muerte y las cadenas,
que crezcan de nuestros huesos flores.

Abramos todas las compuertas,
que la luz desvele los rincones,
hasta enloquecer de paz la vida nueva,
que estallen de amor los corazones.

Hermano, hermano mío hemos perdido,
el tiempo y la niñez se rompen,
ya es hora de oír como el rocío
resbala lentamente por el polen,

De ver como el crepúsculo marea,
de sangre la frágil amapola,
y oir el secreto de la brisa
como el aliento verde de las hojas.

HERMANO, hermano mío del planeta,
mañana, mañana, será tarde entonces,
pongámonos en marcha antes que venga
a roernos la nada entre neutrones.

RAFAEL AMOR

YO SERÉ TU COMPAÑERO

Yo seré tu compañero par la farra y el vino,
la guitarra, los caminos, los amores lisonjeros,
impuros y libertinos.
Pero si se acaba el vino, si te sientes prisionero,
si amores verdaderos y no encuentras tu destino
entre todos los senderos, yo seré tu compañero.
Yo seré tu compañero para el abrazo y la gloria,
para perder la memoria con el tiempo y el dinero
y palmadas laudatorias.
Mas, recuerda si el fracaso, te muestra su rostro fiero,
los vencidos siempre fueron despreciados en su ocaso,
por los que ayer los quisieron. Yo seré tu compañero.
Yo seré tu compañero para el sueño y la poesía,
lo que llaman utopía, los que nunca la entendieron
por torpeza o cobardía.
Y en la realidad mas dura y en el llanto mas sincero,
el rebelde desafuero, con toda mi encarnadura,
para andar juntos, me quedo. Yo seré tu compañero.
Yo seré tu compañero, en razón, paz y verdad,
en justicia y libertad, que es todo lo que m as quiero
aunque traigan soledad.
Para el odio y la traición o la envidia del artero
o soplón del carcelero, yo no presto el corazón
y aunque me duela no quiero, que me llames, Compañero.

RAFAEL AMOR

LA CANCIÓN DEL OTRO YO

El reloj suena, salto de la cama,
me quito el pijama y hago una flexión.
Abro las ventanas, saludo al canario,
me lavo los dientes canto una canción
y por dentro tengo unas ganas tremendas
y por dentro tengo unas ganas tremendas
de darle dos ostias al despertador.
Salgo a la calle, saludo al vecino,
con gesto muy fino que es todo un señor.
Sale su señora con la escoba en mano
con una sonrisa le dejo un adiós,
tan de su casa rulo y redecilla
que pienso por dentro al verla tan sencilla
ya está la cotilla al pié del cañón.
Me meto en el metro loco de contento,
hay un solo asiento pero somos dos.
Sube una viejita toda arrugadita,
le doy el asiento, le tengo el bastón.
Y por dentro pienso al verla tan graciosa,
tenía que subir la vieja hincha pelotas,
tenía que subir justo en este vagón.
Pasa una muchacha, la noche en el pelo,
los ojos de cielo, la miel en la voz.
Me dice: – permiso – y siento el hechizo
de tanta tersura de tanto candor.
Y siento que el alma se me va y me viene,
que pienso por dentro, que culo que tiene.
Me importan un pito, la miel y el candor.
Llego a la oficina, algo adelantado,
para un buen empleado es la obligación.
Por eso es que el jefe me ha puesto a su lado,
como a un buen ejemplo de nuestra sección
y a mis compañeros bien que se les nota,
que piensan por dentro que soy un pelota,
que piensan por dentro que soy un pelota,
y tienen razón.
A la salida, tomo una copita
que es algo que incita, tras de la jornada,
con alguna tía seudo-liberada
en un Púb. de esos con la luz bajita
y mientras le hablo de mi alma enferma,
de la soledad, de la vida moderna,
la tía se pone comprensiva y tierna,
y le toco… le toco… las piernitas
y cuando tengo todo decidido,
me dice al oído,
son diez mil y la cama.
Y ya estando a solas le digo:
– la carne no supera nunca los goces del alma.
Ella no contesta, ¿estará avergonzada?,
no, está buscando las lentillas en la cama.
Le doy las diez mil y me voy para casa.
Ya llego a casa, tomo un bocadillo,
algo bien sencillo para dormir bien,
pongo el reloj en hora, me tiendo en el lecho
siempre satisfecho como en un edén.
Y por dentro pienso en algo que me aterra,
que estamos viviendo una vida de mierda.
Y quiero dormirme… sin pensar por qué.

RAFAEL AMOR

GLOBALIZADO

Estoy globalizado…
Las tengo como globos…

Con tantos ajustes y la recesión,
Bajadas de bolsas y devaluación,
Fondo monetario y dolarización
El banco mundial, paro e inflación
Hay días que me piso la globalización…
Que a un globalizado se le hinchan peor.
Que a un despreocupado globalizador

El grupo de los ocho se ha vuelto a encontrar
cada vez que lo hacen me pongo a temblar
entre comilonas van a conversar
sobre las las ventajas del mundo global
de la deudocracia que hay que preservar
de elegir al pedo ya no aguanto más
tengo las urnas llenas… de tanto votar.

Dicen por la tele: todo marcha bien
Los cara de goma que pone el poder
Correctos, sonrientes “democráticman”
Aznar, Fujimori, Schirac y Menem,
Antiterroristas: Sharon, Putin, Blair,
La secta que tiene a Dios de rehén
Sroheder y el burro de la U.S.A.

Afuera están gritando los inadaptados
esos que no ven que el mundo ha cambiado,
todas las ventajas que hemos conquistado:
Antes que me vengan a globalizar
Yo era un pobrecito de un solo lugar
ahora que ya estoy bien globalizado,
soy pobre como antes, pero en todos lados.

Sin duda hemos entrado en otra era
Dicen los alcahuetes de la buena nueva
que ya no sirven las viejas banderas
que hay que cambiar el chip de la sesera
que es una realidad que ve cualquiera
Estamos en un mundo sin fronteras
Donde unos van en yates y otros en pateras

Y si esta globalina es la verdad
Me cago en las virtudes de la novedad
En la Babel del hambre y la mendicidad
Y como el lobo elijo la soledad
No espero ni justicia ni piedad
Y aunque no esté de moda que mas da
Voy a seguir gritando, Libertad

RAFAEL AMOR

LA GUERRA

Entre una niebla, ora verdosa, ora rojiza,
veo en la pantalla arder los edificios.
Intuyo los arracimados ojos del espanto.
Es aséptica la imagen, virtual,
(pero la muerte de carne y hueso se adivina),
mientras las sirenas ponen un horizonte de aullidos,
una ululante sinfonía a la hecatombe.
Una noche tras otra, llenas de estallidos…
A la mañana, Bagdad amanece entre carritos de naranjas y verduras
y niños sonriéndole a las cámaras,
jugando a la rayuela sobre minas.
Viejos, sentados en los umbrales
hablando en voz baja de la sangre a gritos.
Las madres, acariciando las frentes
aún tibias de los recién sus muertos.
No es de extrañar que mientras cae un misil y otro misil
el amor copule con un fusil entre las sábanas
y el odio salga al día siguiente a poner el pecho sin trincheras.
Siento el corazón baleado de mentiras.
Una metralla letal de propaganda.
Los exterminadores repartiendo comida
(y temblando de miedo cuando los capturan,
“por que no es lo mismo en la tierra que desde el cielo”.)
arrasando mercados donde la vida insiste, donde nadie les teme,
“conquistando ciudades” en la que no entraron nunca,
como una jauría de perros cimarrones rodeando una osamenta,
cegados por el desierto con su amnesia de arena.
Negros y latinos, carne de cañón imperialista,
Lobos, hasta las orejas de mierda de colores, recién nacionalizados,
contentos con sus nuevos collares, masacrando a otros pobres
por el derecho a un hueso en la basura del amo.
¡ Están muertos, ellos lo saben, aunque ganen, están muertos!
Será una danza de zombis bajo una lluvia de petróleo su victoria.
Cada bomba fatal les parte las cabezas.
Después de esta guerra vendrá otra y otra…
por que no hay fin para esta “gloria”.
El asesino que deja de matar no existe
Y las víctimas construyen la memoria.

RAFAEL AMOR

CADA MORTAL TIENE UN PRECIO

No busco que me acepten los poderosos,
en sus círculos de privilegios
y que divertidos y piadosos,
digan a coro: cada mortal tiene un precio…

No quiero que me aplaudan los culturosos,
apoliyados intelectuales,
con sus estúpidas barrigas fofas
y esas sus barbas místicas y patriarcales.

No quiero que me indulten la rebeldía,
como si fuera acné juvenil.
En vano esperan que me redima,
por que esta oveja, no vuelve más al redil.

Yo, me creí de verdad,
el amor y la paz y la fraternidad,
la justicia y la libertad
y me cansé de tirar
de la noria sin fin,
de la farsa social,
la mentira y la complicidad.

Y no hago más que ser fiel con alma y vida
a lo a lo prohibido, lo traicionado,
a lo vendido con cobardía
por mercaderes del cinismo y desencanto.

Ahí van con cárceles y policías
y el ojo abierto del desvelado,
el ojo bala puesto en la mira
que apunta al pecho del ciervo que huye asustado

Y por amar la vida sin ofenderla,
soy el demonio, el revelado
y los que insisten en someterla,
inventan leyes y ponen a Dios de su lado.

Yo, de mi madre aprendí
el legado de luz,
el mandato vital
del respeto y la honestidad
y en la zozobra de hoy,
a ese palo mayor
yo me aferro a aguantar
la marejada del desamor.

RAFAEL AMOR