El pasado fin de semana se celebró en la Casa Emaús el curso “Redes sociales: posibilidades solidarias” en el que se planteó profundizar en la evolución de las redes sociales y su actual potencial en el marco digital.
En el curso se analizaron las amenazas y puntos débiles de las redes sociales utilizadas como negocio por parte del sistema económico o elemento de control, así como las posibilidades para continuar con la generación de opinión pública solidaria, de la que hemos sido herederos, en los nuevos espacios de diálogo.
A lo largo del curso se fue desgranando lo que hay de verdad y, fundamentalmente, de manipulación en los medios de comunicación sobre los problemas que aplastan a la humanidad: hambre, del paro y la esclavitud; y como el mercado y el beneficio siguen condicionando la comunicación.
Los medios digitales, las redes sociales son también reflejo de esto; con un gran potencial de colaboración y gratuidad, aunque muchas veces no son más que un sostén más de este sistema.
En el curso se destacó que «en nuestras manos está que se potencie la solidaridad en la comunicación, también mediante estas herramientas digitales, y se ponga a los empobrecidos en primer lugar, denunciando las causas de su miseria».
Los ponentes hicieron énfasis en que «la información sigue partiendo de lo mismos emisores y la voz de los empobrecidos sigue sin estar presente en los medios de comunicación».
Afirmaron que «parece que lo que no sale en los medios de comunicación social y en las redes, no existe; pero hoy morirán de hambre más de 100.000 personas, la mitad de ellos, niños; hoy hay más de 400 millones de niños esclavos y más de 1.500 millones de adultos en paro; eso es una realidad que no pueden ocultar ni las viejas ni las nuevas tecnologías».
En las conclusiones del curso se señaló «que las tecnologías no son sustitutorias, sino complementarias y deben estar al servicio de la persona, pues hay que tener presente en todo momento qué tipo de persona se está formando con ella».
Se puso de manifiesto la necesidad de volcarnos por llevar a los ambientes digitales la opinión pública solidaria.
Se hizo al final invitación expresa al Aula Malagón-Rovirosa, auténtica universidad de los empobrecidos, donde se seguirán tratando otros problemas que afectan a los últimos.
Autor: solidaridad.net