Si el referéndum del Brexit se centró en lanzar mentiras y prejuicios, o levantar muros y fronteras ante el extranjero que “nos roba o se aprovecha de nuestras riquezas”, otros países europeos siguen la misma táctica que pone en el punto de mira a los inmigrantes empobrecidos
Hungría está a unos pocos días para que se celebre el referéndum sobre la cuota de refugiados de la UE, la campaña anti-inmigración del Gobierno se está intensificando, con un lenguaje aún más agresivo, con exageraciones y mala información.
Alientan a los ciudadanos a votar «no» el 2 de octubre a la pregunta «¿Quieres la Unión Europea lleve a cabo la solución obligatoria de ciudadanos no húngaros en Hungría, incluso sin el consentimiento del Parlamento? »
«Tenemos que parar a Bruselas,» se lee el folleto informativo, entre otros eslóganes.
«El folleto contiene hechos distorsionados sobre la crisis de los refugiados de Europa, interpretando que los solicitantes de asilo y migrantes son peligrosos para el futuro de Europa», escribe Lydia Gall, una investigadora de Human Rights Watch en la región de Europa del Este y los Balcanes Occidentales, que tilda a los anuncios y al folleto como una «campaña de desinformación patrocinada por el Gobierno», indicando además que tiene un costo total de 16 millones de euros.
El referéndum se ha utilizado habitualmente como herramienta de manipulación en la historia de la humanidad. El control mediático, el retorcimiento en la pregunta o la información, el “calentamiento de las masas”, las mismas consecuencias larvadas de los mismos; se han usado y se siguen usando para que los gobernantes realicen políticas contra la solidaridad y el bien común, a la par que se lavan las manos bajo especie de “democracia directa”.
Redacción solidaridad.net