Los rebeldes hutíes del Yemen y la coalición militar liderada por Arabia Saudí que interviene en ese país a favor del Gobierno reconocido internacionalmente se acusaron este domingo mutuamente de expulsar de sus territorios a miles de somalíes, atrapados en tierra de nadie entre las dos naciones árabes.
«Sin la más mínima responsabilidad, el reino de la agresión (Arabia Saudí) se deshace de ciudadanos africanos deportándoles en circunstancias inhumanas al Yemen, que está bajo su agresión y bloqueo, para duplicar el sufrimiento», denunció el portavoz hutí Mohamed Abdelsalam, según el canal Al Masira, controlado por los rebeldes.
Por su parte, el portavoz de la alianza árabe, el coronel Turki al Malki, negó en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias saudí SPA que el reino haya deportado a cientos de somalíes a la provincia yemení de Al Jauf y calificó de «infundadas» todas las acusaciones al respecto.
El pasado viernes, los rebeldes ya habían denunciado a Arabia Saudí por expulsar a los somalíes, que estarían en cuarentena en Al Hazm, según los hutíes, que habrían contactado sin respuesta a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para pedirle que se haga cargo de ellos.
Al Malki afirmó que las alegaciones de los hutíes son una continuación de sus acciones «inhumanas» contra los migrantes africanos y mantuvo que los rebeldes han expulsado del Yemen a territorio saudí en total a más de 8.000 de ellos «a punta de pistola», entre ellos mujeres y niños.
Además, les acusó de aprovecharse de la situación causada por la pandemia mundial del coronavirus, alterar la situación de seguridad en la frontera entre los dos países y manipular a las organizaciones internacionales.
El Yemen es un país de tránsito para miles de refugiados somalíes y africanos que navegan hasta sus costas desde el Cuerno de África y luego tratan de cruzar la frontera septentrional para llegar a territorio de Arabia Saudí y a otros países del golfo Pérsico.
El arduo camino suele consistir en un tramo marítimo en embarcaciones fletadas por traficantes de personas y en caminar hasta Sana antes de dirigirse a la frontera con Arabia Saudí también a pie.