Taxi y economías no colaborativas a examen

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Hay mucho debate en la calle. Hoy en concreto se han planteado huelgas de taxistas en las principales urbes de España en virtud de la denuncia que hace este sector de la “competencia desleal” que realizan plataformas como Uber

Partimos de la idea de que la tecnología ha de facilitar la vida de los ciudadanos (no para imponerles cadenas), y que en todo caso se ha de evitar que las personas sufran el monopolio en cualquier sector. Por ejemplo, en España, las tarifas del sector del taxi las regula cada año el Ayuntamiento a propuesta del sector del taxi. ¿Por qué va subiendo cada año en vez de bajar o congelarse una temporada? Porque no hay competencia.

En Madrid la única vez que se han congelado los precios ha sido los dos últimos años. Los dos únicos años que el taxi ha tenido una competencia real.

En Madrid la única vez que se han congelado los precios ha sido los dos últimos años. Los dos únicos años que el taxi ha tenido una competencia real.

No obstante sobre lo colaborativo hemos de hacernos unas preguntas o reflexiones

La tecnología actual parece querer imponer unos peajes cuando quien controla ésta, tanto en implantación como en difusión publicitaria, propone un modelo de trabajo del pasado, basado en más explotación laboral y en que desconozcas o puedas programar tu vida laboral.

¿Por qué se produce esto en muchas de estas plataformas?. Porque al final muchas de ellas son empresas para nada colaborativas, cuyo interés es asumir riesgos cero con respecto al trabajador o al autónomo, u otras empresas con vehículos y conductores (en el caso del taxi), que está debajo de su cadena productiva.

A esto se une que la propia plataforma pueda tributar en un país que no exija fiscalmente lo que pide el país donde genera realmente el beneficio. Más de lo mismo, que ya conocíamos por empresas como Apple.

Brian O’ Keefe y Marty Jones escribieron para Fortune, que Uber había creado una red estratégica para minimizar el pago de impuestos que imita el modelo de otras grandes trasnacionales como Apple, Google, Facebook, Starbucks, entre otras.

Puertas giratorias

Como esta globalización de la precariedad exige influencias políticas para legislar las condiciones favorables, y apoyos financieros para bajar los precios hasta copar mercados, las puertas giratorias también existen.

Por ejemplo:

Algunos de los países que han regulado el sector como a Uber le gustaría son precisamente en los que mejor ha funcionado la puerta giratoria. En los últimos tiempos Uber ha fichado a:

  • Ray LaHood, ex responsable de Transportes con Barack Obama; Melody Barnes, ex directora del Consejo de Políticas Domésticas de la Casa Blanca;
  • Allan Fels, ex presidente de la Comisión de Competencia y Consumo de Australia;
  • Neelie Kroes, ex vicepresidenta de la Comisión Europea;
    Ildefonso Pastor, ex diputado y ex senador del PP.

En definitiva, no creo que podamos llamar colaborativo a una economía que no pone en el centro el protagonismo de los que colaboran; y miran de frente, al conjunto de la economía (sociedad) que convive con ellos, en un diálogo fructífero y solidario.

Autor: Luis Antúnez

Pd: Hay otros temas de los que podríamos hablar en el sector del taxi tal como está regulado, así como su funcionamiento interno en el tema de licencias, pero el objetivo de este artículo es comenzar un diálogo sobre la economía que ya está aquí.