Se trata de unirnos a los que inundarán las calles en Sicilia, en París, en Pakistán, en Venezuela… indignados por que no hay derecho a que dejemos que pase un día más sin parar esta tragedia. Las dimensiones son inigualables: 10 veces la población española.
No me refiero a que nos unamos todos los compostelanos, llueva o nieve, para mostrar unánimemente nuestro rechazo al drama de los 400.000.000 de niños que están muriendo para mantener nuestro bienestar. Se trata de unirnos a los que inundarán las calles en Sicilia, en París, en Pakistán, en Venezuela… indignados por que no hay derecho a que dejemos que pase un día más sin parar esta tragedia. Las dimensiones son inigualables: 10 veces la población española. La raíz del problema es de voluntad política. Y a eso no hay derecho.
Es un privilegio poder participar de esta corriente de solidaridad. La solidaridad es un estilo de vida que da respuesta a mundo y a la persona.No es un brote espontáneo propio de nuestra sociedad y de este tiempo. Nace con la industrialización, entre los más explotados. De aquellos que se resisten a perder la dignidad y quieren protagonizar su vida en lucha por la Justicia.
Es un honor para nosotros que sabemos tan poco de la solidaridad, que apenas conocemos su presencia en la historia, que no hemos pasado hambre, que pensamos en las vacaciones, que hemos estudiado…Apenas tenemos derecho a abrir la boca más que para pedir perdón, más que para comprometer nuestra vida en la misma lucha. Una lucha que entusiasma.
El 16 de abril se cumplen diez años del aseinato de un niño, un niño que resultó ser amenaza para los poderosos.Iqbal Masih decidió luchar. Nadie se lo iba a pedir, era un niño, no había ido a la escuela, llevaba años esclavizado, estaba enfermos, se merecía el descanso… pero no lo eligió. Yo quiero tener la mirada de Iqbal una mirada cargada de luz. No tiene la mirada hueca que nos identifica a una mayoría de desesperanzados, de jóvenes de vuelta. Tiene la mirada de los que luchan, de los que tienen ilusión, ganas de camibar el mundo, una mirada cargada de futuro.
Todos juntos el 16 de abril en el Toral a las 19hh, podremos sentirnos acompañados, sentir el eco del grito más unánime que se va a dar ese día no solo en más de treinta ciudades de españa ni de todo el mundo, estará también el eco de los que nos precedieron y de los que vendrán.
Cristi Anhasoi
Santiago de Compostela