Una investigación de la AP revela la violencia ejercida contra presuntos extremistas y miembros de al Qaeda en los Emiratos y en Yemen. Prisioneros son objeto de abusos sexuales y sos ojos son vendados por semanas
El rol de los altos militares estadounidenses en los interrogatorios. Abu Dabi rechaza las acusaciones y Washington minimiza su rol. Activistas y Ong que defienden los derechos humanos denuncian la desaparición de decenas de personas.
Otras fuentes hablan de unas dos mil personas desaparecidas, que aún estarían encerradas en las cárceles
Los militares estadounidenses han sido cómplices de torturas, abusos y episodios de violencia contra presuntos terroristas, que han sido llevados a cabo por las fuerzas armadas de los Emiratos Árabes Unidos y por Yemen en sus territorios. Es cuánto surge de un largo reportaje publicado por Associated Press (AP), que denuncia la participación de soldados americanos en los interrogatorios realizados en las prisiones secretas del país árabe, teatro de una sangrienta guerra civil que ya lleva dos años.
Las cárceles son controladas por oficiales de Abu Dabi y de Saná, y los detalles que surgen de los relatos de los testigos son horripilantes. Los prisioneros están encerrados dentro de contenedores para expediciones, esparcidos de heces y orina, y permanecen vendados por semanas. Además, a los sospechosos de terrorismo les pegan y los atan a una parrilla rodeada de fuego. A esto se agregan los abusos sexuales e interrogatorios realizados dentro de naves secretas por parte de “psicológos expertos» y “expertos en poligrafía” estadounidenses.
Según algunos testimonios anónimos que fueron difundidos por AP, sumarían varios cientos los presuntos terroristas, pertenecientes a la red de al Qaeda, que terminaron en la red de los abusos y violencia de las cárceles secretas en Yemen. Ellas están situadas dentro de bases militares, en puertos, aeropuertos, casas privadas e incluso en clubes nocturnos. Los informantes refieren que los abusos son “una rutina” y las torturas que se aplican son “extremas”. Otras fuentes hablan de unas dos mil personas desaparecidas, que aún estarían encerradas en las cárceles. Familiares, parientes y amigos han realizado protestas y lanzan iniciativas pidiendo su liberación de ellos, pedido que hasta ahora ha sido en vano.
Frente a las acusaciones -rechazadas al remitente también por la dirigencia de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), algunos altos oficiales, trás el anonimato (porque no están autorizados a hablar con la prensa), afirman que las fuerzas estadounidenses habrían participado en los interrogatorios. Los expertos de los EEUU, sugerirían las preguntas que deben hacerse a los sospechosos y habrían analizado los informes de los aliados de los Emiratos. Además, los altos mandos de los EEUU estaban al tanto de la violencia y las torturas, pero aseguran que éstas jamás se realizaron en su “presencia”.
Los activistas y las asociaciones pro derechos humanos no creen en la versión oficial de los responsables de Washington y del Pentágono, y se refieren a ésta como un torpe intento de lavarse las manos y minimizar sus responsabilidades y participación en semejante hechos. En un informe publicado en estos días por periodistas y ONG, se narra la historia de 49 personas -entre ellas, de 4 niños- que estuvieron detenidos en cárceles secretas en Yemen y luego desaparecieron sin dejar rastros.
Fuente: Asianews.it (* Extracto)