La factoría Doson (Indonesia) produjo calzado deportivo para Nike exclusivamente de 1991 a 2002. En septiembre de 2002 Nike dejó de realizar pedidos a Doson y la factoría tuvo que cerrar, dejando a 7000 trabajadores sin empleo. Los trabajadores piensan que Nike obró así porque ellos habían realizado una corta huelga reclamando mejoras salariales….
Fuente: Campaña Rompa Limpia
Ida Mustari y 7.000 trabajadores más de la factoría Doson en Indonesia les ha sido denegada la indemnización por despido que les corresponde desde septiembre de 2002, cuando la factoría cerró como consecuencia de la cancelación de pedidos por parte de Nike. La factoría ha estado produciendo para Nike durante 11 años. Los trabajadores sospechan que Nike canceló sus pedidos porque ellos protagonizaron una corta huelga en demanda de mejoras salariales.
Las predicciones indican que este fenómeno se incrementará dramáticamente tras enero de 2005, cuando los cambios en las reglas del comercio mundial den a las compañías más libertad para decidir donde se han de producir sus productos. Es posible que en ese momento cientos de miles de trabajadores, principalmente mujeres pobres de áreas rurales, pierdan su trabajo.
La factoría Doson (Indonesia) produjo calzado deportivo para Nike exclusivamente de 1991 a 2002. En septiembre de 2002 Nike dejó de realizar pedidos a Doson y la factoría tuvo que cerrar, dejando a 7000 trabajadores sin empleo. Los trabajadores piensan que Nike obró así porque ellos habían realizado una corta huelga reclamando mejoras salariales. Los trabajadores sospechan que Nike ha trasladado sus pedidos a otros países donde los sindicatos independientes son ilegales.
Cuando la factoría Doson cerró, la dirección no pudo hacerse cargo de las indemnizaciones por despido y otros pagos contemplados en la legislación indonesia. Los trabajadores llevaron a cabo manifestaciones y huelgas reclamando a Nike y a la dirección de la factoría que aceptaran su responsabilidad en relación al pago de lo que se les debía por ley. Finalmente y embargados por la desesperación, los trabajadores aceptaron percibir la mitad de la cantidad que el ministerio fijó en su momento.
Desde entonces la dirección no ha sido capaz de pagar a todos los trabajadores. Durante los últimos doce meses los trabajadores que habían trabajado en la fábrica menos de 8 años han ido recibiendo gradualmente la cantidad pactada en concepto de indemnización por despido. Estos trabajadores todavía no han recibido la paga de vacaciones que se les debe. Los 1506 trabajadores que habían fabricado productos Nike en la factoría durante 8 años o más no han recibido ni la indemnización por despido ni su paga de vacaciones. Tras las huelgas y protestas organizadas en demanda de sus derechos, los dirigentes sindicales han sido incluidos en listas negras y no pueden conseguir trabajo en Java Oriental, dada su fama de “alborotadores”.
La compañía propietaria de la factoría Doson se ha declarado insolvente pero los trabajadores piensan que la maquinaria, el edificio y el terreno de la factoría son suficientes para cubrir todos los pagos que se deben a los trabajadores. Estos mismos trabajadores piden que Nike:- realice un crédito sin interés al propietario de la factoría para cubrir los pagos que se deben a los trabajadores, usando la maquinaria y el terreno de la fábrica como aval.- preste ayuda en la venta de la maquinaria y el terreno- ayude a los trabajadores de la factoría Doson y en particular a los dirigentes sindicales que han sido incluídos en listas negras, a encontrar trabajo en otras fábricas de Indonesia que proveen a Nike.
Nike ha optado por contratar toda su producción pero ello no le exime de responsabilidad frente a los trabajadores que trabajan para la marca en relación a los derechos legales, incluyendo los derechos a recibir indemnizaciones tras el cierre de una fábrica. Teniendo en cuenta la cantidad de dinero que Nike gasta anualmente en marketing (más de un billón de dólares USA), la situación de los trabajadores de Doson, que produjeron para Nike durante ocho años o más y todavía no han percibido indemnizaciones, es inaceptable. Nike debe resolver urgentemente este grave problema accediendo a las peticiones de los trabajadores.
Ninguna marca deportiva está trabajando actualmente para asegurarse de que los trabajadores que fabrican sus productos reciban sus indemnizaciones por despido cuando las factorías cierran. Muchas de estas mujeres se pueden quedar sin nada.
LOS NÚMEROS DE NIKE
Nike produce anualmente en Indonesia entre 45 y 55 millones de pares de zapatillas deportivas. De todas ellas, tan sólo un 2% es para el mercado local. El resto es para el mercado internacional del que Estados Unidos absorbe la mayoría de la producción. La multinacional tiene actualmente más de 700 factorías que dan trabajo a más de 500.000 trabajadores en Asia y América Latina. A pesar de los desmentidos de Nike, que insiste una y otra vez en que respeta los derechos laborales, 8.000 trabajadores de una empresa subcontratada en Jakarta, Indonesia, firmaron en el año 2000 un documento en el que denunciaban sus deplorables condiciones laborales.
En muchas de esas factorías las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras son infrahumanas. El ejemplo de Jim Keady es bastante ilustrativo a ese respecto. Nike, por ejemplo, afirma públicamente que todos sus trabajadores cobran, por lo menos, un salario mínimo diario que permite vivir. Keady, que estuvo trabajando para la firma multinacional en una factoría indonesa, recibía algo más de 200 pesetas diarias por jornadas de 10 y 11 horas. «Es un salario de hambre» manifestó en Sydney.
BJim Keady, estudiante de teología en la universidad neoyorquina de Saint John¹s, buscaba un tema para su investigación de final de curso. El estudiante acabó encontrando lo que buscaba en una de las fábricas Nike de Indonesia. Keady estuvo trabajando, durante el pasado mes de agosto, como un empleado local para la multinacional de productos deportivos en una fábrica indonesia y acusa a la compañía de pagar salarios de hambre. Para él, el salario diario de 1,20 dólares tan sólo «da para sobrevivir, no para vivir. Lo sé porque yo pasé hambre». El estudiante ha adelgazado 11 kilos en el mes que ha estado viviendo en las mismas condiciones que un empleado local.
La investigación de Jim Keady está centrada en la relación que existe entre moral y deporte. Hace un par de años Keady era el entrenador del equipo de fútbol masculino de la Universidad Católica de Saint John´s, el campeón nacional de la Liga Universitaria. Nike ofreció un contrato millonario a Saint John¹s a cambio de vestir a los futbolistas. Y ahí Keady se rebeló. Se negó a vestir la camisera oficial del equipo y empezó a denunciar la relación contranatura entre una universidad católica y Nike.
Keady fue invitado amablemente a dejar la Universidad. El teólogo ha respondido solicitando una indemnización a la empresa de productos deportivos por violación de sus derechos civiles ya que considera que su salida del equipo se debe a una más que probable maquinación entre Nike y Saint John´s.
NIKE Y TIGER WOODS (2000)
Fuente: NikeWatch Campaign
Tiger Woods es, seguramente, uno de los deportistas más famosos del planeta. Es una gran estrella en el olimpo de los dioses que cada día nos muestran los medios de comunicación. El extraordinario golfista es también uno de los hombres mejor pagados del planeta. Nike es una de las responsables de que eso sea así. Woods ingresa 3-4 veces más dinero por sus contratos publicitarios que por los torneos ganados con los palos de golf. Pero Nike, la misma empresa que hace multimillonario a Tiger Woods, cambia su actitud generosa por otra mucho más egoísta cuando se refiere a los salarios de sus trabajadores en Indonesia.
Los nuevos contratos de esponsorización firmados por Nike y Woods aseguran al golfista algo más de cien mil dólares diarios. Los contratos entre Nike y sus trabajadores en Indonesia garantizan esa misma cantidad para los trabajadores, claro que deberán trabajar algo así como 139 años para ganar lo mismo que Woods en una día, una pequeña diferencia…
ABUSOS DE NIKE EN MEXICO
Fuente: United Students Against Sweatshops, año 2001
Kukdong es una empresa mexicana del sector textil que trabaja directamente para la multinacional Nike e indirectamente para las principales universidades estadounidenses. A finales del año pasado los 800 obreros de la fábrica decidieron hacer huelga ante la falta de garantías sindicales y las condiciones laborales. Los trabajadores y trabajadoras de Kukdong han estado trabajando por algo más de 4.000 pesetas a la semana (45 horas) bajo unas condiciones infrahumanas. Kukdong, bien aleccionada en ese sentido por Nike, acusó a los trabajadores de mentir y afirmó que ya existía un sindicato de trabajadores. Lo que se olvidó de contar Kukdong es que el sindicato había sido creado por la propia dirección de la empresa con la finalidad de presionar más a los trabajadores desde dentro.
La huelga
A mediados de enero Kukdong decidió aceptar las peticiones de los trabajadores y no tomar represalias contra los huelguistas. Por supuesto nada de eso ocurrió. Los trabajadores fueron reintegrados e, inmediatamente, presionados para que firmasen documentos de renuncia. A partir de ese día guardas de seguridad privada contratados por la empresa vigilaron el «ambiente laboral».
La postura de Nike
La multinacional norteamericana es uno de los dos clientes más importantes de Kukdong. A pesar de ello la Nike se ha mantenido distante ante toda la polémica argumentando que no era un problema de ellos, sino de la fábrica mexicana. El volumen de negocio de Nike con Kukdong permitiría a la empresa de ropa deportiva, tal y como ha ocurrido en otros lugares del planeta con situaciones parecidas, presionar a su fábrica subcontratada para que mejorasen las cosas.
La mayoría de observadores internacionales que han visitado las instalaciones de Kukdong en Atlixco de Puebla, México, han denunciado la complicidad de Nike con Kukdong.
Algunas de las principales universidades norteamericanas son también clientes de Kukdong y de Nike. En este caso las cosas han cambiado. Se han creado asociaciones de estudiantes que empiezan a presionar a Nike y a Kukdong para que en sus fábricas se respeten los derechos laborales. Algunas universidades han apoyado y fomentado el nacimiento del Consorcio pro Derechos de los Trabajadores, una asociación encargada de velar por unas condiciones mínimas de trabajo para aquellas empresas que suministran material a sus universidades, Nike y Kukdong son dos de ellas.