La auditoría del Tribunal de Cuentas sobre los ingresos y gastos de los partidos durante el 2001 revela que la cuarta parte de los ingresos de éstos procede de fuentes irregulares. La deuda vencida con la banca asciende, al menos, a 36,9 millones de euros. No es razonable que quienes, por estar en la política, tienen la obligación de la ejemplaridad, actúen con tan escaso rigor en la financiación de sus organizaciones, hasta rozar incluso la infracción penal. De otra parte, la proliferación de «donaciones anónimas» sugiere inevitablemente que estamos de nuevo en la senda de la corrupción…
La auditoría del Tribunal de Cuentas sobre los ingresos y gastos de los partidos durante el 2001 revela que la cuarta parte de los ingresos de éstos procede de fuentes irregulares. La deuda vencida con la banca asciende, al menos, a 36,9 millones de euros.
En su informe sobre la financiación de los partidos políticos de España, el Tribunal de Cuentas insiste en la necesidad de llevar a cabo la reforma de la Ley de Financiación de Partidos. Los auditores advierten de que un cuarto de los ingresos no son controlados; además, apuntan a la financiación de los gobiernos autonómicos vasco y catalán como especialmente opacas.
Las anomalías que denuncia en su informe el Tribuna de Cuentas se refieren a 40 millones de euros que los partidos han recibido en 2001 de fuentes municipales y autonómicas no controladas. Es un cuarto del total ingresado (165 millones de euros), porcentaje que aumenta cada año.
En concreto, el Gobierno vasco ha utilizado casi 4 millones de euros para el funcionamiento de los partidos presentes en su Cámara autonómica que no están especificados. El Tribunal de Cuentas señala que con la aportación y reparto de 3,6 millones de euros adicionales por parte del Gobierno vasco, algunas formaciones superaron los ingresos que habían obtenido por la vía legal del Estado.
Igualmente, los auditores públicos critican al Ejecutivo catalán que entregara una cantidad similar al Parlamento autonómico, concebida como asignación extraordinaria y por un importe de tres millones de euros, que no estaba «suficientemente fundamentada» y que se comprobó que había servido para «gastos de la actividad ordinaria» de los partidos.
Los partidos políticos recibieron en 2001 fondos públicos por un importe global de 165,6 millones de euros, de los que 149,6 millones se dedicaron a su funcionamiento ordinario y los otros 16,1 millones constan como subvenciones electorales del año precedente
Los bancos contribuyen a mantener la opacidad de sus relaciones con los partidos puesto que cuatro de ellos no remitieron la información solicitada por los auditores públicos y algunos enviaron datos equivocados. Muchas donaciones de empresas no cumplen los requisitos exigidos por la ley, en tanto las formaciones del centro-derecha, y muy especialmente CiU, se benefician de un número creciente de donaciones anónimas. Los propios partidos no presentan con la debida amplitud la información exigible, sobre todo en lo que concierne a su actividad en las corporaciones locales o en el Parlamento Europeo.
En el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas llama la atención, en primer lugar, que las fuerzas políticas más endeudadas son el PSOE, el PSC y el PNV. Los socialistas mantiene una deuda consolidada de 41,859 millones de euros. Por su parte, el endeudamiento de los socialistas catalanes asciende a 11,311 millones. El PNV, por su parte, arrastra créditos por 19,575 millones de euros.
El Tribunal de Cuentas denuncia que el PSOE continúa con un endeudamiento vencido por un total de 6,751 millones de euros, correspondiente a cuatro operaciones formalizadas antes de la entrada en vigor de la ley de financiación de los partidos, en 1987. De ese importe, 2,506 millones corresponden al principal y el resto (4,244 millones) a los intereses «vencidos y no pagados», entre los que no se incluye «el coste financiero posterior a su vencimiento al adoptar el partido el criterio de no contabilizarlo, mientras no se haya alcanzado un acuerdo en la negociación con las entidades de crédito otorgantes».
El Tribunal de Cuentas recomienda mecanismos de control sobre la incidencia de las relaciones de CDC, EA y PNV con diversas sociedades mercantiles
De acuerdo con los estados contables presentados por las fuerzas políticas, el Tribunal de Cuentas denuncia que la deuda vencida con la Banca asciende, al menos, a 36,9 millones de euros, correspondiente a ocho formaciones políticas: CiU, ERC, EA, IU, PA, PSOE, PSC y UDC.
El máximo órgano fiscalizador hace hincapié en una operación concreta realizada por el PSOE. «Se ha cancelado en el ejercicio (2001) -señala la conclusión número ocho del informe- una operación de crédito, proveniente de 1984, mediante acuerdo del PSOE y la entidad financiera prestamista. En el citado acuerdo se expone la existencia de posiciones deudoras que no habían sido liquidadas sin cuantificar su importe y se pacta el pago de 84.141,69 euros, quedando la deuda satisfecha con dicho pago». El informe añade que «dado que dicha operación figuraba en contabilidad con un saldo de 169.710,69 euros, el partido ha regularizado con abono a resultados de ejercicios anteriores la diferencia de 85.569 euros». Ante esta situación, el Tribunal recuerda al PSOE que esa operación «supone una aportación extraordinaria para el partido no regulada expresamente en la ley orgánica 3/1987».
En cuanto al PSC, el órgano fiscalizador denuncia que los socialistas catalanes mantienen dos polizas de crédito vencidas de 1994 suscritas con una misma entidad, que no han registrado ningún movimiento de pago desde su formalización. El PSC señaló que la deuda vencida alcanza los 14,152 millones de euros, mientras que la entidad bancaria informó de que el saldo pendiente era de 13,991 millones. El Tribunal se compromete a analizar tal diferencia en el informe de fiscalización correspondiente al año 2002.
Por otra parte, el órgano fiscalizador llama la atención sobre las relaciones de CDC, EA y PNV con sociedades mercantiles. «En tres formaciones políticas se han observado participaciones en el capital de diversas sociedades mercantiles. El objetivo social de esas sociedades lo constituye, fundamentalmente, la tenencia y administración de bienes inmobiliarios y actividades promotoras de construcción de sedes y locales para uso del partido. La fiscalización de la inversión financiera mantenida en sociedades mercantiles, cuando la participación es mayoritaria y directa, se ha limitado a comprobar que el valor de la inversión se ajusta a los principios contables», advierte el órgano fiscalizador. Por eso, el Tribunal de Cuentas recomienda establecer mecanismos de control sobre la incidencia que las relaciones de las formaciones políticas con las sociedades mercantiles pudieran presentar en su financiación y actividad.
Resulta inaceptable que, cuando se está a punto de conmemorar el vigésimo quinto aniversario de la Constitución española, las fuerzas políticas no hayan conseguido resolver la carencia que más las desacredita. No es razonable que quienes, por estar en la política, tienen la obligación de la ejemplaridad, actúen con tan escaso rigor en la financiación de sus organizaciones, hasta rozar incluso la infracción penal. De otra parte, la proliferación de «donaciones anónimas» sugiere inevitablemente que estamos de nuevo en la senda de la corrupción.
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LAS CUENTAS DE LOS PARTIDOS
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PARTIDO…….DEUDAS (euros)
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PP………..8.381.954 euros
PSOE……..41.859.302
PSC………11.311.616
IU………..9.101.840
CIU……….2.388.567
PNV………19.575.379
CC……………7.684
PA………..8.394.141
CDC……….9.505.670
ERC……….4.216.550
EA………..3.170.583
IC-V………1.402.169
BNG……….1.493.988
UPN………….86.748
UDC……….4.775.496
Chunta A……..65.286
Informe del Tribunal de Cuentas correspondiente al ejercicio 2001.
MAS INFORMACIÓN EN LA SECCIÓN DE BANCA Y PARTIDOS
Mas información sobre FINANCIACIÓN ILEGAL DE LOS PARTIDOS
La Banca ejerce un control ferreo sobre los partidos políticos, de tal forma que si estos ejercieran algún tipo de actividad contra sus intereses podrían ejecutar la deuda.
La banca nunca ha considerado la deuda de los partidos polticos como pérdidas sino cojmo una inversión negociada.
Todos los partidos políticos carecen de democracia interna.
QUIEN PAGA MANDA…