UN PAÍS DE NIÑOS PERDIDOS

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Así se titulaba el reportaje de El Semanal publicado el 23 de septiembre de 2007, que supuestamente trataba sobre la vida de los niños huérfanos de Suazilandia. Veamos algunos puntos para descubrir lo que esconde realmente un reportaje tan aparentemente inocente como éste.

1) Empieza con una página entera ocupada con una foto de Brad Pitt anunciando una marca de relojes.


» Se puede hablar de los pobres y seguir con nuestra buena vida.


2) El reportaje ocupa cinco páginas y media (once caras), de las que 9 son fotografías y tan sólo 2 son de texto. Las fotos son buenas, de niños, fuertes, en casi todas están solos, …


» El reportaje está hecho para caer en la sensiblería de la foto del niño negro africano, pobrecillo,… Sin ningún análisis, no hace falta leer, ya sabemos todo lo que hay que saber de los pobres, no pierdas el tiempo ni en leer.


3) En la segunda foto más grande del reportaje se ven muchos niños apretados unos con otros, y nada más, que casi no caben.


» Son muchos. Es que no paran de tener niños. Lo que hay que hacer es tener menos. En África la densidad de población es de 30 hab/km2. En España es de 84 y en Europa de 115. Sobran más comentarios.


4) En las dos páginas de texto aparece:


— Resaltado en letras grandes: «En cinco años, la esperanza de vida en Suazilandia ha bajado de los 58 años a los 32 por el sida».



» La causa de la bajada en la esperanza de vida es el sida. Desvía la atención, en lugar de centrarnos en que la esperanza de vida ha bajado (las cosas van cada vez peor) y de que es ¡¡¡¡32 años!!!!, frente a nuestros 80 años, nos quedamos pensando en que es el sida. Además de que son unos promiscuos.


— Y «En unos centros para huérfanos reciben lo que quizá más necesitan: el cariño de los mayores».



» Los niños lo que necesitan es cariño, el hambre se cura con cariño, especialmente si viene desde una ONG.


— En ningún momento aparece la palabra HAMBRE.



» La manipulación del lenguaje hace que se suavicen este tipo de palabras porque suenan mal en nuestras delicadas existencias; preferimos desnutrición, carencias vitamínicas,…


— Suazilandia concentra los males típicos del África subsahariana, y es lo que hace que el 70% de la población viva en la pobreza absoluta: sequías frecuentes, erosión crónica de la tierra, desesperada necesidad de agua potable, poder y dinero en manos de una pequeña élite corrupta.



» Los mitos africanos, los eternos mitos de los pobres. En España llevamos varios años de sequías, quizás podríamos decir que en nuestro país las sequías son frecuentes, pero aquí el 70% de la población no vive en la pobreza más absoluta. Almería (o gran parte de  Zaragoza) es un desierto, con una desesperada necesidad de agua potable, y tiene, sin embargo, la renta per capita más alta de toda España. En cuanto al poder y al dinero, aquí también están en manos de unos cuantos, más o menos corruptos (a Marbella la tuvieron que dejar sin alcalde, el presidente de Banesto en la cárcel, …). Pero en España tenemos una esperanza de vida de 80 años frente a los 32 de Suazilandia.


Pero las cosas podrían estar peor. Suazilandia tiene la fortuna de haber sido colonizada por ONG de todo el mundo.



» La solución son las ONG, ¡qué buenas son! ¡qué sería del país, de sus huérfanos sin las ONG!.


— Las vidas de los huérfanos serían incluso más duras si no fuera por un programa de ayuda de la Unicef apoyado en parte por dinero del Fútbol Club Barcelona.



» Por cada euro entregado oficialmente en concepto de ayuda, los países empobrecidos nos dan a nosotros entre 8 y 12, según las fuentes. Unicef, entre otras lindezas, promueve el aborto, promueve el uso de la leche en polvo en sustitución de la leche materna, sus trabajadores viven como reyes en los países empobrecidos (palacios, coches con chófer, guardaespaldas,…), sus campañas de vacunación no son gratuitas, …. El FCB lleva sin ningún tipo de rubor camisetas con el símbolo de la marca Nike, marca internacionalmente conocida en la utilización de niños esclavos para sus balones, calzados y ropas en sus factorías del sur de Asia.


— Las ONG más experimentadas y organismos internacionales como Unicef, han desplegado su energía y sus considerables conocimientos para buscar soluciones que minimicen el impacto de la catástrofe cotidiana que padecen.



» De nuevo lo buenas que son las ONG y Unicef. Las protagonistas son ellas, en lugar de los niños, de los que se habla casi nada. Y otra vez el lenguaje que huye de llamar a las cosas por su nombre.


— Los problemas sanitarios son endémicos: rudimentarios equipos y aparatos médicos, y falta de personal que se va a otros países para ganar más dinero y para no ver a los niños morir.



» Endemismo es algo propio, innato de una zona o región; y así es como plantea la situación sanitaria. Los organismos internacionales han obligado a través de los PAE (Planes de Ajuste Estructural), a reducir el gasto social para renegociar la deuda y su pago. Esto significa que ya no hay dinero para hospitales, ni para escuelas, ni para carreteras, porque todo el dinero nos lo traemos para el norte enriquecido, para hacer buenos hospitales, escuelas y fabulosas autopistas. Los médicos y enfermeras que se marchan lo hacen obligados. Ellos no se quieren marchar, pero allí no tienen salida, y aquí pueden comer, eso sencillamente. Les necesitamos; el norte necesita mano de obra cualificada, hay más médicos etíopes en USA que en la propia Etiopía. A estos inmigrantes los traemos para que nos curen. A éstos no nos los traemos en patera. Estos inmigrantes no nos estorban.


Un problema estructural del que provienen otros males en Suazilandia es el hecho de que el país es la última monarquía absoluta del continente africano. Como el monarca tiene 13 esposas no predica con el ejemplo y caen en terreno baldío los esfuerzos de prevención del sida.



» Es la única mención que hace a un problema estructural, y lo hace para atacar a la monarquía absoluta. Oculta los verdaderos problemas estructurales. Por eso relata con detalle la ceremonia de elección de esposa del monarca mientras que no dice ni una sola palabra de los intereses que se llevan el carbón, el oro o los diamantes suazis. Seguimos dando una imagen salvaje del continente africano para seguir haciendo negocio.


Con reportajes como éste, el imperio puede dormir tranquilo, los pobres seguirán siendo cada vez más pobres y los ricos seguiremos siéndolo también cada día más.