Un pastor protestante ingresará en prisión por criticar las uniones gays

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El sueco manifestó en una iglesia, durante la homilía, lo que dice la Biblia sobre la homosexualidad. Se llama Ake Green y es pastor protestante en el pueblo de Pingstkyrkan (Suecia). Próximamente deberá entrar en la cárcel tras ser condenado por el Tribunal de Justicia de Kalmar por haber manifestado en una homilía ante sus fieles, «expresiones despectivas contra los homosexuales».


miércoles 4 de mayo de 2005

Julia Urgel
Epoca

Madrid- Ake (pronunciado Ouque) Green tiene 63 años y es pastor de Pingstkyrkan, una pequeña iglesia protestante en Borgholm, en la isla de Öland Island. Su vida transcurre día a día como la de cualquier pastor. Tiene una mujer, Hjordis (pronunciado Yerdis), tres hijos y ocho nietos, de los que prefiere hablar antes que nada. Gente humilde, sin pretensiones. Ake debe ahora elegir entre tres cárceles distintas en cuál arrepentirse de sus actos, de sus convicciones. Suecia ha calificado al pastor Green como un hombre peligroso. ¿Su crimen? Criticar el matrimonio homosexual, violando, según los jueces, la ley sobre la «discriminación». El caso Green es todo un debate en Suecia y replantea lo que es tan evidente algunas veces, pero en esta historia no parece: la libertad de expresión. ¿Pueden mandar a la cárcel a alguien por opinar? El pastor Green se ríe al ser entrevistado por Época cuando piensa en la posibilidad de ir a la cárcel. Quizás por no llorar.

A la cárcel. Cuenta que las autoridades han estado hablando de darle otra opción si no va a la cárcel: arresto domiciliario con un monitor de tobillo. Hablamos de los dispositivos electrónicos que se ponen a delincuentes peligrosos. ¿Su reacción? Insistiría en ir a prisión. «No sería capaz de estar de pie encerrado en mi apartamento con nada para hacer». Ahí queda eso.

En Suecia los ciudadanos tienen libertad de elección. Las mujeres cuentan con el derecho a trabajar, a guarderías para sus hijos, a abortar. Los homosexuales pueden adoptar niños. Pronto podrán contraer matrimonio. Comienza ahora la rueda de opiniones alrededor de toda Suecia. Es el turno de Ake Green. En un sermón pronunciado el pasado julio, el pastor explicó cómo el proyecto de ley sobre «uniones de hecho» homosexuales era contrario a los valores cristianos. Su abogado y los fieles de su comunidad defendieron al pastor con un pretexto fundamental: abogar por la libertad de expresión y de profesión religiosa que nos corresponden a cada uno. El famoso texto fue publicado en Ölands Bladet, el periódico local de la isla. Su título: ¿Es la homosexualidad algo con lo que nacemos o es un diabólico plan contra la humanidad?

Despertar a la sociedad. «Mi intención –dice el pastor Ake a la revista Época– fue despertar a la gente y hacerles ver qué es lo que está pasando con nuestra sociedad y con nuestros valores. Advertir de la inmoralidad y hacer ver a los señores que están en el poder la verdadera foto de la situación en la que vivimos».

Para Green, que cada vez es más famoso en Europa por su homilía, destaca que «según el Tribunal de Kalmar, una persona no puede apoyar sus creencias sobre la Biblia y a partir de ahí dar su opinión a sus fieles». Con esta sentencia se sienta un peligroso precedente en Suecia que va a condicionar seriamente la livertad de expresión en el país nórdico.
Ake advierte al resto de los ciudadanos europeos: «En un país con la misma legislación que tiene ahora Suecia, un pastor, un rabino o un mulá habría recibido el mismo tratamiento que he recibido yo».

Por último, Ake da su opinión sobre los matrimonios entre homosexuales: «Estoy totalmente en contra. Estamos hablando de atentar contra el orden de la naturaleza. Al igual que con la adopción de niños. Los niños no ganan nada, no se benefician si viven con padres del mismo sexo. Se retuerce la realidad de la vida con este tipo de hechos». Época