Está claro que existe una estrategia para presentar una imagen dividida de la Iglesia católica. El famoso refrán «divide y vencerás» se ha convertido en todo un programa de acción.
Forum Libertas. 5/3/2008 – J.I. Munilla
La noticia es la unidad, no la división.
Está claro que existe una estrategia para presentar una imagen dividida de la Iglesia católica. El famoso refrán «divide y vencerás» se ha convertido en todo un programa de acción. Ahora bien, ¿es cierta la imagen que se pretende transmitir de falta de unidad interna en el seno de la Iglesia católica? ¿Se trata de un hecho cierto o de una maniobra virtual?
-¿Dos Iglesias?: La cosa no es nueva, porque ya hace tiempo que se comenzó a difundir a través de algunos medios de comunicación la distinción entre «iglesia de base» e «iglesia jerárquica». Más recientemente, se pasó a hablar del supuesto enfrentamiento entre religiosos y obispos; y en el momento presente, con motivo de la renovación de los cargos de la Conferencia Episcopal, se pretende trasladar esa división al mismo seno del episcopado.
Sin embargo, esta imagen fracturada que no se corresponde con la realidad, se transmite sobredimensionando determinadas realidades marginales, al mismo tiempo que ignorando u ocultando la vida real de la Iglesia.
Constatamos, por ejemplo, la presencia tan destacada y privilegiada que pueden llegar a tener en los medios de comunicación laicistas y anticlericales más beligerantes, aquellos grupos que se dicen católicos y cuestionan verdades básicas de la fe católica. Sin embargo, ¿quien de nosotros ha conocido esos grupos radicales en la vida diaria de la Iglesia? No cabe duda de que son más virtuales que reales.
La «comunión interna de la Iglesia» no tiene interés político ni acogida mediática, mientras que el «disenso» encuentra muchas puertas abiertas de par en par. Quienes se prestan a ese juego manipulador, no parecen ser conscientes de que, sin otro interés, son aplaudidos «contra» la Iglesia.
-El relevo de Blázquez por Rouco: Valga mi corta experiencia como obispo novel para poder decir que, desde el primer momento me impresionó la comunión tan grande existente en el seno de la Conferencia Episcopal Española. No hubiese pensado antes de ser obispo, que en las Asambleas Plenarias se pudiera hablar con tanta libertad de todas las cuestiones, aportando cada uno sus matices y manteniendo una firme unión en lo sustancial.
Por supuesto que, como en cualquier lugar, en el episcopado también existen sensibilidades particulares y acentos distintos. Es algo bueno y enriquecedor. Pero, justamente al contrario de lo que se nos pretende transmitir estos días, la auténtica noticia es la «comunión» y no la «división».
Baste comprobar que en este relevo de la Presidencia de la Conferencia Episcopal, se ha compaginado la elección de monseñor Rouco como Presidente, con la de monseñor Blázquez como Vicepresidente, además de confirmar en su cargo a la práctica totalidad de los integrantes en el Comité Ejecutivo, que es el órgano decisivo en el gobierno de la Iglesia Española.
-Testimonio de comunión ante una sociedad fracturada: Yo no conozco otra institución en España más cohesionada y con mayor comunión interna que la Iglesia. Es cierto que los obispos nos lamentamos con frecuencia de la secularización interna en la Iglesia y que hacemos continuas llamadas a permanecer fieles a la identidad cristiana. Pero, aunque sólo sea por un momento, sugiero que dirijamos también una mirada a nuestro alrededor, de forma que podamos compararnos con esta sociedad profundamente dividida y enfrentada.
Los mismos medios de comunicación que estos días están volcados en el objetivo de mostrar una imagen fraccionada de la Iglesia, son testigos de luchas despiadadas por el control de sus órganos de dirección.
¿Y qué decir de nuestros partidos políticos? Cada vez que tienen que elaborar sus listas electorales, asistimos al espectáculo de sus luchas intestinas por el afán de protagonismo y de poder. ¡Huelgan comentarios sobre la campaña electoral tan agresiva a la que estamos asistiendo! Incluso, el mismo deporte no es una excepción en este panorama de enfrentamiento.
Insisto, ¡no creo que exista en España otra institución con mayor comunión interna que la Iglesia Católica! Esta afirmación es todavía más evidente si la referimos a la Conferencia Episcopal Española.
Sin duda alguna, la comunión en una misma fe es la razón y la garantía de esta unidad: «Todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Ga 3, 28).