Economistas prevén una inflación cercana al 100% en el mejor de los escenarios para 2015.
La inflación actual ronda el 64%, la mayor del mundo.
La tormenta en el mercado petrolero (generada por el crecimiento en la producción de crudos no convencionales en EE UU; el debilitamiento de la demanda y el enfriamiento de la economía mundial con fuerza en Europa y Japón) hace por cada dólar que baja el precio el país deja de percibir 650 millones de dólares anualmente. “Estaríamos dejando de contabilizar ingresos de 13 mil millones de dólares el próximo año, si el precio se estabiliza en una banda cercana de 70 dólares el impacto puede ser unos 10 mil millones de dólares, el impacto es tremendo”; afirma Leonardo Buniak economista y analista financiero.
Con un 2014 con alta inflación, contracción económica, iliquidez en el mercado financiero y crédito bancario técnicamente detenido, este año cierra como uno de los peores en materia económica. Para el 2015, las perspectivas no son alentadoras y las proyecciones del economista y analista de riesgo, Leonardo Buniak, lo confirman.
“Si el Gobierno hace las cosas bien el próximo año podríamos tener una inflación cercana al 100%” situándose en el mejor de los escenarios… "Si hacemos las cosas mal estamos hablando de una inflación de tres dígitos mucho mayor”.
Buniak destacó que el petróleo va a marcar la pauta del 2015, por lo que su caída sostenida incidirá en la convulsa dinámica económica nacional “monoproductora y monodependiente de la actividad petrolera”, considerando que de cada 100 dólares que se contabilizan en balanza de pago 96 dólares provienen de la actividad petrolera.
“Para el 2015 esperamos una sensible estabilización a la baja en el precio del petróleo”, que atribuyó a una tormenta en el mercado petrolero que catalogó como una “ciclo génesis explosiva” por el choque de tres ciclones: exceso de oferta de crudo por el desmesurado crecimiento en la producción de crudos no convencionales en Estados Unidos; debilitamiento de la demanda y enfriamiento de la economía mundial con fuerza en Europa y Japón.
Con la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no recortar la producción para frenar la caída de los precios, Venezuela se encuentra en una encrucijada. “Venezuela y otros halcones de la OPEP -Irán, Nigeria y Libia- requieren un precio muy alto del petróleo para poder funcionar. Venezuela requiere un precio de 120 dólares el barril para poder más o menos equilibrar el déficit fiscal que tiene y el precio de 100 dólares por el corto plazo no va a volver”.
Por cada dólar que baja el precio del petróleo, precisó, el país deja de percibir 650 dólares millones anualmente. “Estaríamos dejando de contabilizar ingresos de 13 mil millones de dólares el próximo año, si el precio se estabiliza en una banda cercana de 70 dólares el impacto puede ser unos 10 mil millones, el impacto es tremendo”.
Crisis severa en 2015
Con este escenario, dijo, se prevé una severa crisis cambiaria el próximo año, mayor escasez de divisas y mayor caída de las reservas internacionales. “La situación es muy complicada y el Gobierno tendrá que tomar medidas"
Manteniendo el control de cambio como avizora, anticipa una devaluación en el primer semestre del 2015 que llevaría el tipo de cambio preferencial de 6,30 bolívares/dólar a una banda de 25 a 30 bolívares/dólar aproximadamente, lo que significa la “mayor devaluación en la historia de Venezuela con el objetivo de financiar el déficit fiscal”. La historia no termina allí. Buniak asegura que la potencial devaluación debe ir acompañada del aumento de la gasolina para financiar la brecha fiscal “y frenar la dolarización de la economía venezolana”.
Además de la escalada en los precios, el economista señala que en el 2015 Venezuela está en la fase contractiva del ciclo económico y se espera un retroceso del Producto Interno Bruto de entre 5 y 5,5% “con impactos sociales muy importantes”, dijo, en alusión a una previsión de mayor desempleo y caída del poder de compra. “El año que viene será peor y cuando usted suma caída en el empleo más caída en el poder de compra se obtiene mayor pobreza crítica y extrema”, expresó.
Fuente: Correo del Caroní