VENEZUELA: RESISTENCIA Y LUCHA ANTE LA CONSUMACIÓN DE UN FRAUDE

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El pasado domingo 28 de julio se concretó el triunfo de la oposición venezolana que ya se venía asomando durante la campaña electoral con las masivas concentraciones en torno a María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. El deseo de cambio era patente, se respiraba  en todos los ambientes y todas las encuestas serias también lo reflejaban.

Una muestra de este deseo de expresarse fue que desde la noche del día 27 ya había gente haciendo colas en algunos centros de votación, con la intención de votar a primera hora de la mañana del día siguiente, previendo una masiva asistencia. Algo nunca visto en la historia de Venezuela. Era una sensación de alegría y esperanza lo que se reflejaba en la gente en torno a estas elecciones, al mismo tiempo que se era consciente de que el régimen podría no reconocer los resultados si les eran adversos, pero se confiaba que si había una masiva votación no les sería fácil desconocerlos.

Llegado el día 28, a las cinco de la mañana las colas ya eran largas en los centros de votación. Todo esto presagiaba lo que iba a suceder como en efecto sucedió: un triunfo arrollador de Edmundo González.

Sin embargo, desde las primeras horas de la mañana circulaban noticias sobre la negativa de permitir el ingreso a los centros de votación de testigos acreditados en  representación  de los partidos de oposición,  en algunos centros de votación de varios estados del país. Fuera de estos incidentes, el proceso transcurrió con normalidad hasta las seis de la tarde cuando algunos centros comenzaban a cerrar ante la ausencia de electores. Es decir, que la mayoría de la población pudo votar en las horas de la mañana.

Iniciada la totalización del llenado de actas de votación comenzaron los problemas en muchos centros con la presencia de los paramilitares armados, los colectivos, quienes amedrentaban a la gente que observaba el proceso de escrutinio y los obligaban a retirarse del lugar bajo amenaza. En algunos centros agredieron a los miembros de las mesas electorales y en otros se llevaron las cajas con las papeletas. En medio de estos altercados se produjo el asesinato de dos personas, por parte de estos grupos, otros resultaron heridos. Estos hechos reflejaban la intención del régimen.

No obstante, a través de las redes sociales, comenzó a circular informaciones por parte de testigos y miembros de mesa de los resultados en diferentes centros en los que Edmundo González resultaba ganador por amplia mayoría.

Así  transcurrieron  las horas en espera de que los rectores del Consejo Nacional Electoral anunciaran el primer boletín. Mucha gente se mostraba alegre, otros celebraban confiados en el triunfo. Fue a las 12 de noche cuando se hizo dicho anuncio, dando ganador a Nicolás Maduro. Para unos, no fue sorpresa, lo tomamos con tranquilidad aunque con indignación; para otros, frustración, dolor, lagrimas. Mientras tanto, los grupos colectivos se aseguraban de que nadie anduviera por las calles.

De esta manera se consumaba un fraude que se venía preparando desde el primer momento en que se inhabilitó a María Corina Machado. El régimen incumplió con los acuerdos del dialogo sostenido en Barbados, en el que se comprometió a permitir unas elecciones limpias con  participación de todos los actores políticos incluida María Corina. No sólo no se cumplió con estos acuerdos sino que se ratificó la inhabilitación., el CNE negó apoyo a la plataforma unitaria democrática para la realización de las elecciones primaria donde se escogería al candidato que competiría con Maduro, acto que pudo realizarse con sus propios medios y en los que María Corina Machado obtuvo el 92% de los votos, convirtiéndose así en la principal figura de la oposición.

Para el momento de la inscripción, la plataforma unitaria democrática intentó inscribir una sustituta, la académica Corina Yori, la cual también fue negada. A última hora para salvaguardar la candidatura aceptaron inscribir a Edmundo González Urrutia, un ex-embajador de 73 años poco conocido y al que se le llamó el candidato tapa, porque sería sustituido por otro que decidiera María Corina Machado y que finalmente no se le aceptó realizar cambios.

Otros signos del fraude fueron: El impedimento a más de cuatro millones de venezolanos votantes en el exterior, a los que se les puso todo tipo de trabas para que no pudieran inscribirse; se acortaron los lapsos para la inscripción de nuevos votantes y apenas se instaló un centro de inscripción por municipio en todo el país, muchos jóvenes no pudieron inscribirse; se movieron centros de votación, donde habían seis mesas quitaron dos y las asignaron a otros lugares sin informar a la población, se cambiaron los nombres de los colegios que sirven de centro electoral con la intención de confundir a la gente. En esta línea, a María Corina Machado le cerraron el acceso a los  medios de comunicación social, prohibición de viajar en avión dentro del país y prohibición de salir de él.

La campaña fue una verdadera carrera de obstáculos, y al mismo tiempo atípica y épica.  MCM es la principal figura anti régimen, la que en su recorrido por el país fue aglutinando el descontento de las mayorías haciendo campaña a favor de Edmundo González, sorteando alcabalas, amenazas, cierre de caminos para que no llegara hasta las ciudades y pueblos del país. Así debió trasladarse en lanchas, en botes, en motocicletas, en camiones, caminando. Paralelamente parte de su equipo político y colaboradores eran detenidos y encarcelados arbitrariamente (más de 70 personas); Se cerraban y multaban a los hoteles, posadas, y restaurantes donde ella se hospedaba, así como a pequeños negocios familiares por donde ella pasaba y se detenía a comer con su equipo que le acompañaba.

Otro signo de fraude fue el impedimento a la observación de buena parte de organismos y gobiernos internacionales, siendo la última jugada el impedir la llegada de una delegación de ex presidentes y la deportación de parlamentarios y periodistas de varias naciones de Iberoamérica horas antes de las elecciones.

A pesar de todo esto el sentimiento y deseo de cambio fue creciendo en torno a la figura de esta mujer durante toda la campaña. Las multitudinarias concentraciones y movilizaciones espontaneas de la gente demostraba que ya había un triunfo y que solo habría que materializarlo el día 28 de julio y, así sucedió, sólo que, el régimen no lo reconoció y dio como ganador a Nicolás Maduro proclamándolo el día siguiente. De ahí la reacción del pueblo y lo que en estos momentos está sucediendo en el país:

El pueblo ha salido a las calles exigiendo la publicación de los verdaderos resultados, ha salido pacíficamente, sin embargo la respuesta ha sido la represión. En tanto que María Corina Machado convocó a una rueda de prensa en la que anunció que la plataforma unitaria democrática tenía en su poder el 73% de las actas, en las cuales se demostraba los verdaderos resultados: Edmundo Gonzáles un poco más de 6.200.000 votos y Nicolás Maduro unos 2.700.000. Es decir, una proporción de 7 a 3 lo cual coincide con las proyecciones que habían dado las encuestadoras antes de las elecciones y también coincide con las encuestas a boca de urnas o exit poll. No sólo se cuentan con las actas sino que han sido digitalizada y publicadas en una página web para que todo el mundo lo vea.

Esto deja al descubierto el fraude y demuestra, que el anuncio del primer boletín del CNE ha sido un invento del régimen que no tiene ningún fundamento. Este hecho ha producido dos reacciones: una, del pueblo que ha sido burlado y que esta dispuesto a defender sus votos, por eso está en la calle a costa de la represión y la violencia generada por el régimen. La otra reacción, es la del gobierno que responde con violencia, represión asesinatos, detenciones, acusaciones, mentiras manipulaciones y amenazas, de hecho han declarado que son víctimas de un golpe de Estado. Esto le sirve de justificación para tomar medidas extremas en contra del pueblo  y de los líderes políticos, por eso han ordenado la detención de María Corina Machado y de Edmundo González.

En las últimas 48 horas posteriores al anuncio de proclamación de Nicolás Maduro se ha incrementado las protestas que son reprimidas salvajemente. Hasta ahora hay 17 muertos a manos de los colectivos y fuerzas de seguridad del Estado la mayoría menores de 30 años, se han detenido una 800 personas, han secuestrado a dos dirigentes políticos opositores, se ha dictado orden de detención a María Corina Machado y Edmundo González.

Por otra parte, se han publicado a través de las redes sociales, amenazas al gobierno por parte de grupos armados conocidos como “el tren de los llanos” y el “tren de Aragua” que dicen van a defender al pueblo, así como de algunos militares haciendo llamado a las Fuerzas Armadas a ponerse del lado de la institucionalidad y a no reprimir al pueblo que protesta pacíficamente porque se respete la voluntad su voluntad expresada en las urnas.

Igualmente  algunos gobiernos de la región se han expresado exigiendo al régimen presentar las actas que demuestren su supuesto triunfo. Y otros como Perú y Panamá que reconocen a Edmundo González como nuevo presidente. Estos dos últimos países han roto relaciones diplomáticas. También se ha suspendido los vuelos a Panamá y a República Dominicana. Incluso algunos gobiernos del Grupo de Puebla han pedido transparencia con las actas electorales.

La situación es extremadamente complicada y puede empeorar a raíz de los últimos anuncios del régimen porque el régimen no está dispuesto a ceder y el pueblo ve que es la última oportunidad de retomar la democracia y la libertad con todo lo que ello supone.

Hoy más que nunca necesitamos de la solidaridad internacional. Una manera de hacerlo es difundiendo lo que está pasando.

¡VIVA LA LIBERTAD!  ¡ABAJO LA DICTADURA!

Carlos Góngora