Zerolo miente: La Iglesia sí combate el sida

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Hechos son amores: uno de cada cuatro infectados es atendido por entidades católicas; ¿a cuántos atiende el PSOE?

Señor Zerolo, ¿a cuántos enfermos de sida atiende su partido?, cabría preguntar al secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE después de que denunciara en Madrid, en una celebración del Día Mundial del Sida, lo que considera falta de apoyo de la Iglesia en la lucha contra la enfermedad.


Ignorando o tergiversando la realidad, esto es que las organizaciones católicas están atendiendo a uno de cada cuatro contagiados por el VIH en todo el mundo, Pedro Zerolo reclamó a los obispos reflexionar sobre su postura respecto al uso del preservativo y «sumarse» a la lucha contra el sida.


Cabe señalar que en el Memorando de Acuerdo entre Onusida y Cáritas Internationalis queda constancia de la gran aportación que las organizaciones católicas hacen a la lucha contra el VIH, ya que la Iglesia se ocupa de atender al 25 por ciento de los enfermos de sida en el mundo. Un 9,4 por ciento son organismos eclesiales y el 15,1 por ciento se corresponde con la actuación de ONG católicas.


En el acto en el que intervino Zerolo en la Puerta del Sol de la capital, uno más de los organizados por la Coordinadora Estatal de VIH (Cesida), se soltaron cientos de globos con el lema No te quedes en las nubes.


El eslogan debió inspirar al líder socialista para arremeter contra la «falta de apuesta» en la batalla contra el sida de los que él califica como ciertos sectores «integristas y conservadores» de la Iglesia Católica.



«La realidad homosexual»…


«El sida ha sido utilizado de la peor manera posible por ciertos sectores para discriminar a ciertas realidades, como es la realidad homosexual, algo que hoy ocurre», sentenció en su intervención Zerolo.


Sin embargo, el conocido activista homosexual volvió a falsear la realidad con esta afirmación, porque de lo que se trata no es de discriminar la realidad homosexual, sino de constatar hechos demostrados: el colectivo de homosexuales, proporcionalmente, genera más infecciones del VIH que el de heterosexuales.


Lo corroboran, por ejemplo, tal como reflejó una información publicada por ForumLibertas.com el 3 de septiembre de 2004, las estadísticas del Ministerio de Sanidad, que en agosto de ese mismo año presentó un informe con los datos de los contagios en 2003. Según ese estudio, en 2003 se produjeron en España 611 casos de contagio por transmisión heterosexual y 330 casos generados como resultado de relaciones homosexuales.


 


Los gays, más infecciones


Aunque en términos absolutos el número de casos es superior en las relaciones heterosexuales, el dato relevante es que, proporcionalmente, el colectivo de homosexuales transmitió más infecciones, como se deduce de una anterior encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).


El sondeo venía a demostrar que tan sólo un 1 por ciento de españoles mantiene relaciones homosexuales, subiendo la cifra hasta el 3 por ciento si se sumaban los que reconocían haber mantenido este tipo de contactos en alguna ocasión.


Así, entre el 1 y el 3 por ciento de la población adulta española (homosexuales) generó 330 casos de contagio de sida; y entre el 97 y el 99 por ciento restante de ciudadanos adultos, 611 casos. De lo que se desprende que la afectación homosexual es entre 55 (si consideramos sólo la población realmente homosexual) y 18 veces superior (si agregamos los ‘eventuales’) en este grupo de población que para los heterosexuales.


 


La ONU lo ratifica


Por otra parte, el último informe bienal de Onusida, el programa de la ONU para el VIH, advierte de que la homosexualidad, la prostitución y las drogas siguen siendo los ingredientes que más inciden en la expansión del sida.


La ONU pone como ejemplo del peligro por contagio homosexual la alta incidencia del VIH en Latinoamérica como consecuencia de este tipo de prácticas sexuales.


Con todas estas conclusiones, cabe sugerir al secretario de Movimientos Sociales socialista la posibilidad de que dirija su mensaje crítico al propio colectivo al que pertenece.


 


La realidad del preservativo


Lo que la Iglesia mantiene,  es que la fidelidad absoluta es un arma eficaz para prevenir el sida, sobre todo en personas casadas, como lo es también la abstinencia para los solteros.


Y es absurdo insinuar, como pretende Zerolo, que los obispos pueden ejercer una influencia negativa sobre aquellas personas que se saltan la premisa de la fidelidad y la abstinencia, en el sentido de que no recurran al preservativo porque la Iglesia ‘lo prohíbe’.

El INE lo desmiente: A más preservativos no hay menos SIDA.