57.000 chicos trabajan como cartoneros en Argentina

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Los lápices, cuadernos y borradores de al menos 57 mil chicos argentinos entre 5 y 17 años son cambiados diariamente por la violencia, el riesgo a la salud y la situación de inseguridad de las calles, donde recolectan residuos para el reciclaje.
Agencia Adital.

Según datos de la Encuesta de Actividades de Niños y Adolescentes (EANA) – desarrollado en 2004 – , difundido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 60 por ciento de estos niños cartoneros son menores de 14 años.


«Los niños, niñas y adolescentes que recolectan materiales reciclables en basurales, rellenos sanitarios y en la vía pública (conocidos como cartoneros) viven una situación peligrosa que vulnera sus derechos», dijo Javier González-Olaechea Franco, el director de la OIT en la Argentina.


En el total, unos cuatro millones de menores de 17 años son afectados con el trabajo infantil en Argentina, lo que significa 50% de ese total etáreo en el país. Además de los 57 mil que desempeñan en el reciclaje de basura regularmente, otros 51 mil cumplieron esa tarea en alguna oportunidad, aunque ya no lo hagan habitualmente. Cerca de 8 mil y 700 chicos recolectores de basura viven en la capital Buenos Aires. El 39% de ellos pertenecen a familias migrantes, provenientes tanto del interior de la Argentina como de naciones vecinas.


El reciclaje de residuos se caracteriza por estar concentrado en áreas urbanas y prácticamente no está presente en ámbitos rurales. Es la actividad más extendida entre los más chicos y la cuarta entre quienes tienen entre 14 y 17 años. González-Olaechea advierte que los niños que trabajan en esta actividad quedan «afectadas en sus capacidades de estudio, tienen serias dificultades para acceder a los servicios públicos y a las redes sociales, y enfrentan la discriminación tanto en la escuela como en el barrio».


El trabajo en el hogar también afecta el derecho de los chicos a la infancia. El 21 por ciento de los menores de 13 años realizan tareas domésticas con una duración de al menos 10 horas semanales. En tanto, el 44 % los adolescentes cartoneros después de la jornada en las calles tienen una segunda etapa de trabajo: en el hogar, y esa es aún superior.


En el miércoles pasado, el seminario «Recuperando el futuro hoy. Hacia la prevención y erradicación del trabajo infantil en la recuperación de residuos» apuntó a la necesidad de difundir e intercambiar iniciativas de erradicación de esa forma de empleo en Argentina y en Latinoamérica. Los participantes objetivan aún crear una red nacional de experiencias en el sector que promuevan su fortalecimiento. Para ellos es preciso que los Estados generen alternativas de empleo «dignas» para los adultos con el fin de que los niños no trabajen y asistan a la escuela.


En el último jueves, organizaciones sociales argentinas divulgaron nota en la cual critican la resolución nº 753, que fija sanciones para los Recuperadores Urbanos (cartoneros) que trabajan en la Ciudad de Buenos Aires. Dicha resolución determina que los cartoneros deben portar obligatoriamente: credencial, guantes, pechera y cinta refractaria. De lo contrario, serán sancionados con el decomiso del material así como los elementos que sirvan para su acarreo.


Para las organizaciones, «una vez más, se criminaliza la pobreza y siguen sin ser respetados los derechos básicos de una población que se ve obligada a trabajar en condiciones absolutamente precarias. Esos mismos trabajadores que siguen sin ser realmente reconocidos e incluidos como parte integrante del servicio formal de higiene urbana de la Ciudad de Buenos Aires, tal como lo marca la misma Ley 992. Esos mismos trabajadores que constituyen el eslabón más importante de la cadena económica de reciclado y quienes contribuyen, con su trabajo cotidiano, al mejoramiento efectivo del medio ambiente».