Desde el inicio de la crisis alimentaria en abril de este año, el seminario ha tenido que pedir créditos para seguir funcionando. El rector ha dicho que pronto se verá obligado a cerrar el seminario, para impedir la desnutrición de los estudiantes y la acumulación de más deudas.
ROMA, lunes, 9 junio 2008.
El seminario mayor católico de Makurdi (Nigeria central) está a punto de cerrar debido a la crisis alimentaria mundial. Así se lo comunicó ayer el rector del seminario, Mons. Kenneth Enang, a la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El seminario, donde actualmente se preparan para el sacerdocio casi 520 seminaristas procedentes de 15 diócesis, ya se ha visto obligado a racionar los alimentos a causa de los «precios astronómicos», pero, incluso así, no puede reunir el dinero necesario para garantizar el avituallamiento mínimo.
El rector ha señalado que, en parte, los precios de los alimentos básicos se han duplicado. Otro problema es la electricidad: el seminario depende de un generador que funciona con diésel, y el precio de este combustible se ha encarecido en un tercio en el transcurso de una semana.
Desde el inicio de la crisis alimentaria en abril de este año, el seminario ha tenido que pedir créditos para seguir funcionando. El rector ha dicho que pronto se verá obligado a cerrar el seminario, para impedir la desnutrición de los estudiantes y la acumulación de más deudas.
Hace poco aún se proyectaba la ampliación del seminario, porque éste se había quedado pequeño para el gran número de estudiantes: no hace mucho, había 400 seminaristas, mientras que ahora ya son 520.
Según el padre Enang el seminario tendía, en cierta manera, un «puente» entre el norte y el sur de Nigeria. El rector aseguraba que presenciar la convivencia de jóvenes de todos los lugares del país era una «experiencia maravillosa» que reflejaba «lo que debería ser Nigeria«.
Al crecimiento de la Iglesia católica nigeriana lo calificaba de «fenomenal», y explicaba que sobre todo los seguidores de las religiones tradicionales africanas se sentían a menudo atraídos por el Cristianismo.
«Aquí encontramos lo que necesitamos realmente«, le decían.
No obstante, el rector también explicaba que, pese a las numerosas vocaciones, seguía habiendo demasiados pocos sacerdotes, sobre todo, en las zonas rurales. Además, el rector hacía hincapié en que el seminario de Makurdi intentaba fusionar las necesidades modernas con la forma de vida tradicional, para que los estudiantes pudieran, más adelante, y ya como sacerdotes, arreglárselas en cualquier situación.
Sin embargo, ahora todo parece indicar que el centro tendrá que cerrar el 20 de junio. Tampoco las diócesis natales de los futuros sacerdotes, igualmente afectadas por la subida de los precios, están en condiciones de contribuir a su sustento, por lo que no cabe esperar ayuda de ellas.
El padre Andrzej Halemba, experto en África de Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha explicado que la crisis alimentaria mundial se está convirtiendo en un problema cada vez mayor para los seminarios mayores del Tercer Mundo, y que en el futuro también pondrá en peligro la existencia de muchos más, por lo que urge socorrerlos. En África, la alimentación de los futuros sacerdotes representa la mayor parte de los gastos corrientes de los seminarios mayores. Por desgracia, cabe esperar que los precios sigan subiendo de forma significativa.