Walmart se investiga a sí misma, mientras las autoridades siguen pasivas en EEUU. Las pesquisas iniciadas por la compañía en México se extienden a India, Brasil y China donde sobornó para acelerar las aperturas.
La investigación interna que Walmart inició la pasada primavera tras el escándalo de los sobornos en México se amplía y ahora cubre tres países más, los tres en economías emergentes en las que la mayor cadena comercial del mundo busca expandirse más rápido para aprovechar el fuerte tirón del consumo. Se trata de India, Brasil y China, de acuerdo con la información publicada por la empresa coincidiendo con la presentación de sus resultados.
Las nuevas alegaciones suponen un mazazo adicional a la reputación de Walmart, una de las compañías más conocidas por sus agresivas prácticas comerciales y laborales. De momento lo que hay sobre la mesa es el supuesto pago ilícito de 24 millones de dólares entre 2002 y 2005 para acelerar la apertura de locales en México, cuando Eduardo Castro-White dirigía la filial Walmex.
El Departamento de Justicia de EE UU no se pronunció aún sobre esta parte del expediente, que lleva examinando la conducta de la multinacional desde hace un año. Tampoco el regulador del mercado de valores. La sociedad se limita a decir que coopera con las autoridades y que “no tolera” que se violen las leyes contra la corrupción “en ningún lugar ni a ningún nivel”.