La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado hace unos días las «horrorosas» condiciones de los refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes empobrecidos, llegados durante las últimas semanas o meses a Yemen. El portavoz de ACNUR, William Spindler, ha señalado que existen cada vez más informaciones sobre presuntas extorsiones, tráfico humano y deportaciones.
Muchos de los refugiados e inmigrantes que llegan a Yemen son arrestados, detenidos, sometidos a abusos y después obligados a atravesar el mar hacia Europa o retornados forzosamente por las mismas mafias que les introdujeron en el país, señaló Spindler en la rueda de prensa bisemanal de la ONU en Ginebra.
Desde febrero ACNUR ha trabajado en resolver la situación de unas cien personas recién llegadas a Yemen que fueron arrestadas y mantenidas en detención, dijo. «Las informaciones sobre abusos dentro de las instalaciones de detención son numerosas y algunos recién llegados sufren violencia física y sexual», relató el portavoz.
Supervivientes han descrito a ACNUR que fueron tiroteado, golpeados, violados, humillados y obligados a ver ejecuciones sumarias, ha señalado. También se les denegó alimentos, añadió Spindler, quien añadió que las nacionalidades de los refugiados e inmigrantes suelen ser sobre todo Somalia y Etiopía, pero también Sudán y Eritrea.