Siria tiene como posguerra, otra guerra. En 7 años no ha habido tregua, solo aquellos que morían por las bombas podían escaparse del horror que les esperaba: ciudades destrozadas, esclavitud, campos de refugiados abarrotados… navidades sangrientas.
La consecuencia de esta guerra es una población masacrada por las bombas y los combates, con 511.000 vidas segadas en estos años. Otra derivada de esta barbarie es una diáspora sin precedentes en la zona, con 5,6 millones de sirios que han buscado refugio fuera del país, incluidos 2,6 millones de niños, principalmente en los países vecinos. Actualmente, en el país hay 13,2 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria, de los que 5,3 millones son niños, 200.000 de los cuales se encuentran en las zonas sitiadas y otros 1,2 millones en las zonas de difícil acceso.
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