La sociedad de la “libertad sexual”, convertida en una variante de la ingenieria social del neocapitalismo desde mayo del 68, con la proliferación de la pornografía entre los adolescentes por internet; ha generado y genera nuevas esclavitudes, potenciando la destrucción y deshumanización de las relaciones entre chicos y chicas. Asistimos a la formación de una psicología al servicio del egoísmo personal, el placer por encima de la dignidad del otro.
La situación como otras circunstancias sociales es compleja, pero no podemos dejar de mirar algunas de las principales causas.
Los datos siguen siendo tercos. Las menores de 18 años y víctimas de esta violencia que necesitaron órdenes de protección aumentaron un 14,8 % en 2017, año en el que el número de víctimas y denuncias alcanzaron preocupantes máximos históricos, según el estudio sobre violencia doméstica y de género publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El informe recien salido, solo registra aquellas denuncias en las que los jueces dictaron medidas cautelares y aún así indica que el número de maltratadas creció un 2,6% en el 2007, hasta las 29.008 mujeres. La estadística alerta, además, en consonancia con otros estudios, sigue existiendo un preocupante problema de maltrato hacia las adolescentes, dado el aumento de casi un 15% de las menores protegidas, de 569 a 653 jóvenes en un año.
El dato se corresponde también con que el mayor aumento en el número de denunciados se registró en el tramo de menores de 18 años (18,7%). En total, 28.987 hombres fueron llevados a los tribunales por sus parejas o exparejas, un 2,8% más, en un año en el hubo 51 asesinadas, siete más que en el 2016.
Por tanto nos planteamos si el mero planteamiento de “genero” es la solución a las agresiones a las chicas, o ¿nos despista de las verdaderas causas?
Por tanto nos planteamos si el mero planteamiento de “genero” es la solución a las agresiones a las chicas, o ¿nos despista de las verdaderas causas?
Como dato decir que la asociación FightTheNewDrug.org hace un útil recopilatorio de lo que las ciencias sociales en EEUU ha constatado sobre la relación entre consumo de pornografía y violencia.
Estudios del año 2000, del 2010 y del 2015 constatan que los que consumen mucha pornografía, y ven con frecuencia esas escenas de sumisión (ante la agresión o el control) empiezan a considerar que eso es lo normal, que las mujeres están “para eso”. Forma parte de una escalera de pasos que llevan a considerar aceptable la agresión física y verbal…
Las series de Netflix, HBO, Amazon y de otros nuevos imperios de la comunicación están metiendo en sus contenidos verdaderos tratados de filosofía…que influyen sobremanera en nuestros jóvenes. Lo que supuestamente se viste de libertad se convierte en imposición…una vez más. Todo al servicio de la insolidaridad y en contra del ser humano. Humanicemos pues las relaciones humanas, también las de nuestros jóvenes. Para eso hay que eliminar de la ecuación de nuestras vidas, la variable materialista.
Juan Rodríguez