El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha decidido cambiar su programación de barómetros de opinión e incluir todos los meses preguntas de intención de voto y de valoración de líderes, que recogía trimestralmente.
Desde hace más de 20 años, el CIS venía incluyendo las preguntas de intención de voto y de valoración de líderes políticos con una periodicidad trimestral, y así se reflejaba en los barómetros de los meses de enero, abril, julio y octubre.
El nuevo equipo que dirige el sociólogo socialista José Félix Tezanos, que dejó la Ejecutiva Federal del PSOE tras su nombramiento, ha decidido cambiar ese hábito y volver a lo que se hacía antes de 1996, cuando gobernaba Felipe González.
Estractamos en cursiva un artículo de Jaime de Berenguer en elasterisco.es que nos parece súmamente interesante desde la perspectiva de la psicología social.
Prácticamente todos los fines de semana tenemos una nueva encuesta de intención de voto.
Jamás antes en nuestra historia reciente se había producido un bombardeo de encuestas como el que padecemos en la actualidad fin de semana sí y fin de semana también
Jamás antes en nuestra historia reciente se había producido un bombardeo de encuestas como el que padecemos en la actualidad fin de semana sí y fin de semana también. Encuestas que tocan todos los palos, generales, autonómicas, municipales o europeas y que coinciden en señalar un cambio electoral, ya no solo copernicano con respecto a los últimos datos empíricos de los que disponemos, los de las últimas elecciones generales de 2016, sino que, además, lo hacen a una velocidad de vértigo. Los escaños y los porcentajes de voto varían varios puntos de una semana a otra pero todas en la misma dirección, favoreciendo y perjudicando siempre a los mismos partidos.
Todo ello ha provocado que la gente haya empezado a hacerse preguntas; ¿son fiables estas encuestas o están manipuladas?, ¿y en caso de estar manipuladas, pueden influir en los resultados?
Las encuestas que se están publicando están elaboradas con el objetivo de influir en los resultados, en ningún caso de informar
La contestación a ambas cuestiones es inequívoca, las encuestas están manipuladas e influyen en los resultados. Es más, las encuestas que se están publicando están elaboradas con el objetivo de influir en los resultados, en ningún caso de informar. Puede usted, querido lector, creerme o no pero eso no cambia nada, le guste o no, usted está siendo manipulado sin darse cuenta a través de unos mecanismos de persuasión que podríamos denominar Preverdad. A continuación voy a tratar de explicarle cómo lo están haciendo.
Son dos los mecanismos psicológicos que subyacen a todo este vergonzante tinglado. Por una parte, las normas sociales (la influencia social), por otra la atención.
Las normas sociales, a grandes rasgos, se definen como las creencias compartidas por los miembros de un grupo sobre cuáles son las conductas, opiniones o actitudes, apropiadas, esperables y deseables para un grupo determinado. Por tanto, las normas son marcos compartidos sobre la realidad, sobre cómo interpretarla y sobre cómo comportarse en ella. Este tipo de información de origen social es de vital importancia para la adaptación del individuo al medio y para su supervivencia. Así, la información que nos llega de los demás nos proporciona conocimiento sobre cómo interpretar un suceso cualquiera y cuál es la actuación más adaptativa, sobre todo, cuando se trata de situaciones ambiguas.
La Psicología Social conoce bien que las personas utilizamos la información que nos trasmiten los demás para formar nuestros juicios y tomar nuestras decisiones
El proceso por el cual observamos lo que hacen otras personas para tomarlo como referencia de nuestra propia conducta, los psicólogos, lo denominamos “influencia informativa”. Algunos ejemplos de este tipo de influencia los conocemos todos porque los hemos sufrido sin darnos cuenta. Ejemplo, cuando vamos a un acto religioso con motivo de un bautizo, comunión o boda y al desconocer de manera exacta la liturgia miramos a los demás para saber cuándo hay que levantarse y cuándo sentarse. O cuando al cruzamos con un grupo de personas que están mirando todas hacia arriba, instintivamente levantamos nosotros también la mirada hacia allí. También estamos ante la influencia informativa cuando vemos que un grupo de gente viene corriendo en estampida y nosotros les imitamos para salir corriendo con ellos sin saber muy bien por qué. En definitiva, imitamos a los demás cuando no sabemos algo o estamos ante situaciones ambiguas porque son la mejor referencia para saber qué hacer, sin duda es lo más adaptativo. Nos encontramos en muchos casos ante un tipo de comportamiento instintivo, no controlable, una pauta fija de acción de la cual no podemos escapar. Cuando un grupo de gorriones sale volando, ninguno se queda en tierra y si lo hace puede ser el que se coma el gato, no hay opción, vuelan todos.