Entre ellas destacan, la falta de intimidad, las dificultades de acceso a un trabajo decente y a una vivienda adecuada, las trabas para acceder a los trámites de la administración pública, como por ejemplo el empadronamiento, o los problemas de salud física y mental.
“La salud mental merece especial atención, ya que es tanto un factor de riesgo como una consecuencia del sinhogarismo. Las crisis personales y las situaciones estresantes suelen ser detonantes que llevan a la persona a perder su hogar”, ha resaltado Santos.
El 29,9 por ciento de las personas sin hogar declara además no tener ninguna fuente de ingresos.
“Entender estas causas es esencial para desarrollar estrategias efectivas que aborden el sinhogarismo desde sus raíces, ofreciendo apoyo integral y soluciones sostenibles para quienes se encuentran en esta situación”, ha añadido la responsable de la campaña.
Sin ningún tipo de ingresos
En el contexto estatal y según recoge el INE (2022), hay 28.552 personas en situación de sin hogar, representando un aumento del 24,5 por ciento desde la última cifra publicada el año 2012.
Es necesario ser conscientes del sesgo que representa este dato, ya que deja fuera muchas situaciones de exclusión residencial que contempla la clasificación ETHOS, así como aquellas personas que no han estado atenidas por los recursos asistenciales o que viven en municipios inferiores a 20.000 habitantes.
“Se prevé que el volumen real del sinhogarismo sea mucho mayor. Desde esta realidad, también se creó la Estrategia Nacional contra el sinhogarismo a España (2023-30). Estrategia, que debe convertirse en ley de obligado cumplimiento si queremos dar pasos hacia adelante”, ha advertido Santos.