Curso Norte-Sur: Contemplamos la realidad sufriente de un mundo en guerra

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Monseñor Broderick Pabillo

Ha comenzado el curso Norte-Sur, un curso que dialogará sobre un mundo en guerra, un mundo que sufre muerte y desolación, pero que necesita esperanza, la Esperanza del que lucha en comunidad y del que ora.

En el primer día de Curso, Alberto Mangas, responsable de la Campaña por la Justicia en las relaciones Norte-Sur, nos ha mostrado las distintas situaciones y el marco de las más de 50 guerras existentes hoy en el mundo. Entre otras se ha dialogado sobre la situación en Gaza y Oriente Medio, las causas de la guerra de Ucrania y el incremento del gasto en defensa, además del uso de armas cada vez más sofisticadas (IA) y alejadas de toda humanidad. La guerra del hambre, el crecimiento de la influencia de China y la guerra de las ideologías diluyentes del ser humano, también han sido objeto de trabajo común.

ENTRE LA RABIA Y LA TERNURA. ACOMPAÑANDO A LAS VÍCTIMAS DE LAS GUERRAS.

Livio Ledezma

En otro momento del día, D. Livio Ledezma, sacerdote venezolano y psicólogo, nos mostró la realidad sangrante y difícil que experimentó en Siria, en su trabajo como sacerdote y psicólogo en campo de refugiados o en hospitales sin apenas medios para atender a tantas víctimas. Hemos puesto en oración durante el día el sufrimiento de los niños sirios gaseados con armas químicas, o abandonados a su suerte al quedarse huérfanos: mafias, prostitución, comercio con sus órganos… En este ambiente la salud mental se convierte también en una prioridad, sobre todo para evitar traumas permanentes en una sociedad tan sufriente.

LA REALIDAD SOCIPOLÍTICA Y ECLESIAL DE FILIPINAS Y ASIA

Monseñor Broderick Pabillo
Monseñor Broderick Pabillo en la Eucaristía del Aula

Monseñor Broderick Pabillo, Obispo de Taytay, en Palawan (Filipinas), nos ha realizado una reflexión sobre la Iglesia en Filipinas y en Asia, una Iglesia que adquiere una gran fuerza en una fe forjada en la persecución, en la fortaleza comunitaria en parroquias y movimientos, en la solidaridad entre los mismos pobres. Experiencias como la iglesia en Vietnam o en la misma Filipinas son signos de esperanza.

En Filipinas y en otros países del sudeste asiático los intereses mineros y extractivos, la tala de árboles, apoyados desde la corrupción política institucionalizada han provocado contaminación de acuíferos y ríos, devastación de espacios naturales y de supervivencia agrícola de las poblaciones.

También se ha tenido un diálogo sobre la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia en Asia y sobre la situación de la Iglesia en los países de mayoría musulmana y budista.

El Curso Encuentro Norte-Sur continúa, y quiere seguir profundizando en el sufrimiento del ser humano, y dejar de ser insensibles ante tanto dolor de los hermanos, porque:

«NADA DE LO QUE ES HUMANO NOS ES AJENO»

Contemplamos con la esperanza del que lucha, la realidad y el sufrimiento de un mundo en guerra. Seguiremos informando.