Asamblea del MCC: ¡Gracias por la vida militante!

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Es una gracia celebrar el encuentro de los hermanos (de España, Perú y Venezuela) en torno a la asociación militante que hemos recibido como un regalo en nuestras vidas: El Movimiento Cultural Cristiano.

La coordinadora del MCC ha introducido la Asamblea Internacional con un recuerdo a un mundo en guerra: Ucrania, Oriente Medio, África o la violencia en Iberoamérica… Después vivir en clave de gran entusiasmo el Curso Encuentro Norte Sur, donde se pusieron en el altar de nuestras vidas esta realidad sangrante con los distintos atentados a la vida humana; en la Asamblea que se celebra en estos días el MCC, nos ponemos manos a la obra en la tarea permanente de promocionar militantes cristianos pobres y en el ejercicio de la caridad política.

D. Luis Argüello en el Aula

En la jornada previa a esta Asamblea Monseñor D. Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, nos hizo una reflexión en torno a la labor de los laicos en medio del tiempo que nos ha tocado vivir, y nos animó a seguir siendo fieles al legado entregado por militantes como Guillermo Rovirosa o Julián Gómez del Castillo. También recibimos la visita del Obispo de Pamplona Monseñor Florencio Roselló que nos animó a seguir celebrando el Aula Malagón-Rovirosa y nos ofreció el Seminario para seguir realizando nuestra tarea apostólica.

El Movimiento da gracias por la vida de tantos militantes que han dado su vida por la solidaridad, llevamos un tesoro en vasijas de barro. Recordamos especialmente este año a la virgen consagrada Teresa Cáceres, que recientemente se ha ido con el Padre, que tanta labor de promoción realizó en Venezuela.

El MCC da gracias por el crecimiento de los grupos de lectura en Iberoamérica y en España, por los frutos de las ediciones Voz de los sin Voz y de la Campaña por la Justicia en las Relaciones Norte-Sur, y por las Aulas que se celebran en estos días: Aula Malagón-Rovirosa en España, y Julián Gómez del Castillo en Venezuela. También se ha dado gracias por el crecimiento de los grupos de iniciación a la militancia cristiana.

Damos gracias en definitiva por la vida militante, y por vivirla en medio de una asociación, una comunidad solidaria en la Iglesia y en el mundo.

Seguimos orando por un mundo que sufre y por los frutos de esta Asamblea.