POESÍA LUSOAFRICANA

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Los orígenes de la poesía africana en portugués pueden remontarse a una fecha tan temprana como 1849, cuatro años después de la introducción a través de Brasil de la imprenta en Angola, con un poemario de José da Silva Maia Ferreira, titulado Espontaneidades da minha alma. Às senhoras africanas, donde el autor reivindica la belleza negra…


Por Nayra Pérez

Los orígenes de la poesía africana en portugués pueden remontarse a una fecha tan temprana como 1849, cuatro años después de la introducción a través de Brasil de la imprenta en Angola, con un poemario de José da Silva Maia Ferreira, titulado Espontaneidades da minha alma. Às senhoras africanas, donde el autor reivindica la belleza negra.
Sin embargo, los verdaderos pioneros de la poesía lusófona son el angolano Joaquim Dias Cordeiro da Matta y el santotomense Costa Alegre. El primero escribe en el s.XIX e intenta crear un idioma angolano. En cuanto a Costa Alegre, autor de Versos, que aunque publicada en 1916 debió ser escrita bastantes años antes, pues murió en 1890, tiende a idealizar a la mujer negra.
Después de Costa Alegre, el poeta angolano Viriato da Cruz parece, según palabras de Mário Pinto de Andrade, haber inaugurado la corriente nacionalista moderna en la poesía lusófona. Su verso es revolucionario y provocativo. Este autor sienta, por otra parte, las bases de una de las principales características de la poesía africana en portugués: su compromiso político. Asimismo, también encontramos en este autor esa mezcla de nostalgia y esperanza en el tema de África y de sus relaciones con América, mensaje recurrente sobre todo en los poetas caboverdianos.
Poetas como el mulato Francisco José Tenreiro o Alda do Espírito Santo continúan esta denuncia de la explotación y de la imposición de valores. Si bien la poesía del primero no puede considerarse totalmente comprometida con la causa negra, en el caso de la poetisa caboverdiana su posicionamiento de protesta y de lucha aparece claramente reflejado en su obra E nosso o solo sagrado da Terra. Tendeiro, en cambio, en Cançao do Mestiço, exalta su mezcla de razas hasta llegar a acuñar el término mulatitud.

A partir de 1948 se intenta retomar la lucha de esta primera etapa, y así en Angola a parece el Movimento dos Novos Intelectuais de Angola, que tiene como divisa «Vamos a descubrir Angola», frase toma da de Viriato da Cruz. Esencial también para el desarrollo de esta producción poética son las revistas «Mensagem», órgano cultural de la Casa dos Estudantes do Império, y «Cultura», que surgen como punto de partida de una cultura nueva, de Angola y por Angola. De igual modo, tampoco hay que olvidar el Centro de Estudios Africanos fundado en Lisboa en 1961. En esta institución se reúnen los principales poetas africanos lusófonos: Francisco José Tenreiro, Agostinho Neto, Carlos y Alda Espíritu Santo, Noémia de Sousa, María Manuela Margarido, Tomás Medeiros, todos angoleños; los mozambiqueños José Craveirinha, Eduardo Mondlane y Marcelino dos Santos; o el caboverdiano Amílcar Cabral.

Esta época de renovación, fuertemente influida por la Negritud francófona, a la que también se ha llamado «Generación de Cabral», inicia un discurso de ruptura con la metrópoli y de luchas armada. En palabras de Mário Pinto de Andrade: Del grito al canto, del canto al compromiso, se trata de proveer la armazón poética de la rebelión y de apropiarse de los elementos culturales de la afirmación nacional. Este compromiso revolucionario va a caracterizar la poesía lusófona, rasgo esencial de una literatura «clandestina» que intenta expresar la voz del pueblo y cuyo mejor exponente el es Caderno de un Guerrilheiro de Joao-Maria Vilanova, poeta casi anónimo de la revolución angolana. Se producen también importantes trabajos colectivos de fuerte contenido militante y reivindicativo, como Noite Grávida, Antologia Temática de Poesia Africana, Poesia de Combate y Poemas de Moçambique.

Estos son los años en los que Agostinho Neto, poeta y primer presidente de Angola, se embarca en la búsqueda de un nuevo discurso subversivo y liberador de su país. Su reivindicación, sin embargo, tiene que ver más con la ternura y los afectos que con el panfleto político.

AGOSTINHO NETO

Nace en 1922 en Kaxikane, región de Icolo e Bengo (Angola). Estudia Medicina en la Universidad de Coimbra. Es uno de los primeros de la generación de la revista «Mensagem» y tiene desde temprano una activa participación política. Fue arrestado por las autoridades portuguesas y transferido, en un comienzo, a Cabo Verde, y luego a Lisboa en 1962 gracias a la presión de Amnistía Internacional y de la opinión pública internacional. Aunque se le pone en libertad con la condición de quedarse en Portugal, en julio de ese año, Neto escapa y vuelve a África. Allí es elegido presidente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), partido que funda, y en 1975 se convierte en el primer presidente angolano. Su obra poética, de alto contenido y fervor revolucionario pone el acento en la reivindicación. En 1975 recibe el Premio a la Poesía de Combate de la Universidad de Ibadán (Nigeria). Muere en 1979. Obras: Poemas (1961), Sagrada esperanza (1974), Renúncia Imposível (1987).

Algunos poemas:

1.-
Aquí estoy yo
Mussunda amigo
aquí estoy
contigo
con la firme victoria de tu alegría
de tu conciencia
O ió kalunga ua mu bangele
O ió kalunga ua mu bangele-lé-lelé…
Cuando volví
las casuarinas había desaparecido de la ciudad.

Y también tú
Amigo Liceu
voz consoladora de los ritmos calientes de la fiesta
en las noches de los sábados infalibles…

2.- «Fuego y ritmo»
Sones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte

Caminos largos
llenos de gente llenos de gente
llenos de gente
en éxodo de todas partes
caminos largos hacia los horizontes cerrados
más caminos
caminos abiertos por encima
de la imposibilidad de los brazos

Hogueras
danza
tam-tam
ritmo

Ritmo en la luz
ritmo en el color
ritmo en el son
ritmo en el movimiento
ritmo en las grietas sangrantes de los pies
descalzos
ritmo en las uñas arrancadas
Más ritmo
ritmo

¡Oh voces dolorosas de África!

3.- «Aquí en la cárcel»
Aquí en la cárcel
yo repetiría a Hikmet
si pensase en ti Marina
y en aquella casa con un abuelo y un niño

Aquí en la cárcel
yo repetiría a los héroes
si alegremente cantase
las canciones guerreras
con que nuestro pueblo aplasta la esclavitud

Aquí en la cárcel
yo repetiría a los santos
si les perdonase
las crueldades y las mentiras
con que nos destruyen la felicidad.

Aquí en la cárcel
la rabia contenida en el pecho
espero pacientemente
el paso de las nubes
por la fuerza de la historia

Nadie
impedirá la lluvia

4.- «Noche oscura»
¡Ay, es tan triste la noche sin estrellas»

Un día
mi sol cayó en el mar
y me anocheció

Un día empezó una noche sin estrellas.

Pero en la noche oscura
los corazones se levantan

¡Ah! ¡Es tan alegre la madrugada!

Sobre la curva del río del río Cuanza
el sol se sumerge
rojo
recortando en el horizonte sombras de palmeras.