Emmanuel Mounier (1905-1950), profesor de filosofía, fundó en 1932 la revista «Esprit» con la que reunió a los intelectuales cristianos más brillantes de su época. La filosofía de Mounier, se fundamenta totalmente en la grandeza y respeto de la persona humana, motivo por el cual se le dio el nombre de «personalismo». Para él, no puede haber conciencia cristiana sin compromiso en el «combate» de las ideas y desafíos que afectan a las personas y a la sociedad. «Esprit» fue prohibida en Francia por el gobierno de Vichy (durante la ocupación nazi, en la segunda guerra mundial) y Mounier fue hecho prisionero. Tras la guerra, la revista reanudó su andadura y amplió su influencia. Mounier falleció prematuramente a los 45 años…
ROMA, viernes, 14 enero 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Paul Poupard ha definido al filósofo francés Emmanuel Mounier como «un cristiano profundo y profundamente arraigado en la Iglesia» al participar en el Congreso internacional que se le ha dedicado en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.
El presidente del Consejo Pontificio de la Cultura aclaró que «ante una sociedad que se derrumba, es urgente encontrar lo espiritual contra el espiritualismo, la tradición contra el tradicionalismo, la fe contra el fideísmo, la moral contra el moralismo».
«En definitiva –subrayó el purpurado galo, el orden auténtico contra el desorden establecido».
En el congreso internacional «Persona y humanismo relacional, herencia y desafíos de Mounier», clausurado este viernes, participaron más de 550 personas de unos cien países.
Al concluir el Congreso, los congresistas han escrito una petición para pedir la introducción de la causa de beatificación de Emmanuel Mounier.
«Estamos convencidos de que un eventual reconocimiento de la heroicidad de las virtudes de Mounier por parte de la Iglesia, en los tiempos de Dios, será un
«La revolución o será moral o no lo será», continuó citando al mismo Mounier. «Sólo quien se deja revolucionar por Dios será capaz de revolucionar al mundo. El mal oscuro de la incomunicación de hoy, que genera violencia, opresión y disgregación, sólo será superado por comunidades de personas maduras que transformen la historia en una cantera en la que se preparen los materiales precioso para la construcción del Reino». |
Los congresistas han escrito también un mensaje dirigido a Juan Pablo II en el que reconocen que con este congreso «han recibido el don de profundizar en la personalidad multilateral de este filósofo y profeta de nuestro tiempo».
Emmanuel Mounier (1905-1950), profesor de filosofía, fundó en 1932 la revista «Esprit» con la que reunió a los intelectuales cristianos más brillantes de su época.
La filosofía de Mounier, se fundamenta totalmente en la grandeza y respeto de la persona humana, motivo por el cual se le dio el nombre de «personalismo». Para él, no puede haber conciencia cristiana sin compromiso en el «combate» de las ideas y desafíos que afectan a las personas y a la sociedad.
«Esprit» fue prohibida en Francia por el gobierno de Vichy (durante la ocupación nazi, en la segunda guerra mundial) y Mounier fue hecho prisionero. Tras la guerra, la revista reanudó su andadura y amplió su influencia. Mounier falleció prematuramente a los 45 años.
En la primera jornada intervino don Pascual Chávez, rector mayor de los salesianos y gran canciller de la UPS y presentó la figura de Emmanuel Mounier (1905-1950) como «valiente pensador, robusto constructor de la historia, auténtico empresario del pensamiento comprometido [«pensée engagée»]», quien dio una contribución decisiva para «replantear la relación entre fe e historia».
El superior salesiano subrayó la coherencia del filósofo francés, cuyo «programa de dinamismo social y político» se basaba «en su fidelidad al don bautismal».
«Mounier es el hombre de la Pascua…, capaz de comunicar a su alrededor las razones de la esperanza. El suyo es un personalismo comunitario vivido, antes que proclamado», reconoció.
«El ancla de la fe en él es garantía de solidez personal y de solidaridad social», características que tanto necesita nuestra sociedad, reconoció don Chávez.
«La revolución o será moral o no lo será», continuó citando al mismo Mounier. «Sólo quien se deja revolucionar por Dios será capaz de revolucionar al mundo. El mal oscuro de la incomunicación de hoy, que genera violencia, opresión y disgregación, sólo será superado por comunidades de personas maduras que transformen la historia en una cantera en la que se preparen los materiales precioso para la construcción del Reino».
En el contexto mundial caracterizado por motivos de angustia, como el terrorismo y las guerras, el Congreso «Persona y humanismo relacional: herencia y desafíos de Emmanuel Mounier» quiere estudiar las estrategias que hay que favorecer para que el desarrollo del planeta esté a la medida del hombre y respete su dignidad, afirman los organizadores.
En este contexto, el encuentro está repasando la vida y el pensamiento de Mounier «sobre las categorías de personas, comunidad y diálogo».
En el congreso está participando el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura.
El personalismo considera la noción de persona como la categoría filosófica esencial y estima que su dignidad es un valor absoluto y los derechos humanos son principios irrenunciables del orden social y político.
También concede especial relevancia, entre otras, a las siguientes dimensiones de la persona: la afectividad, las relaciones interpersonales, la corporalidad, la diferenciación, dentro de una igualdad radical, en varón y mujer, el carácter social, ético y solidario de la persona y su apertura intrínseca a la trascendencia.
Ricoeur presenta la condición para evitar la «guerra de todos contra todos»
El gran filósofo intervino en el Congreso Internacional dedicado a Emmanuel Mounier en Roma jueves, 13 enero 2005.
Según el filósofo personalista Paul Ricoeur, las alternativas que se plantean a la humanidad hoy día son la lógica «del intercambio de dones» y la de la «guerra de todos contra todos», y sólo con la primera se puede evitar la segunda.
Ricoeur, de 94 años, considerado como uno de los pensadores contemporáneos más influyentes, intervino por videoconferencia en la primera jornada del Congreso Internacional dedicado a Emmanuel Mounier en el centenario de su nacimiento (1 de abril de 1905), que tiene lugar del 12 al 14 de enero en la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma.
Según informa la Agencia Internacional Salesiana de Información (ANS), en su intervención, Ricoeur consideró que si se niega «el carácter moral de los lazos sociales», se desencadena «la lucha por el reconocimiento recíproco», en la que prevalecen comportamientos negativos como la «humillación, el desprecio, la violencia en todas sus formas físicas y psicológicas» y la discriminación de las minorías.
Para evitar estas amenazas, el filósofo francés propuso «la experiencia del reconocimiento efectivo en un mundo pacificado».
La creación de lazos políticos que hagan a los hombres ciudadanos de una comunidad, afirmó Ricoeur, no sólo debe ser provocada por la preocupación por la seguridad y la defensa de los intereses particulares, sino por «algo parecido a una «amistad política», esencialmente pacífica».
Esta amistad, añadió, no se basa en las lógicas del mercado, «sino en la gratuidad del don, pues loa donación sigue siendo un gesto espontáneo que se escapa al cálculo interesado».