Con la publicación del libro de Juan Pablo II «Memoria e identidad», en el que el pontífice repasa detalles del atentado del 13 de mayo de 1981, una Comisión del Parlamento italiano ha decidido reabrir este dossier. COMISIÓN del PARLAMENTO ITALIANO REABRE una INVESTIGACIÓN sobre el ATENTADO al PAPA
ROMA, miércoles, 23 febrero 2005 (ZENIT.org).- Con la publicación del libro de Juan Pablo II «Memoria e identidad», en el que el pontífice repasa detalles del atentado del 13 de mayo de 1981, una Comisión del Parlamento italiano ha decidido reabrir este dossier.
«Reabriremos inmediatamente el caso del atentado al Papa», ha afirmado este miércoles en una declaración a las agencias italianas Paolo Guzzanti, presidente de la Comisión parlamentaria de investigación concerniente al «dossier Mitrokhin» y a la actividad de inteligencia italiana, instituida el 7 de mayo de 2002.
La reapertura del dossier, explica Guzzanti, comenzará con «la adquisición de documentación procesal relativa a aquel odioso crimen, reabriendo la pista soviética, el KGB pero también el GRU (el servicio secreto militar soviético)».
El presidente de la Comisión explica que esta decisión tiene lugar «después de lo que el mismo Sumo Pontífice ha certificado sobre el origen ideológico del delito».
En el libro, el Papa considera que aquel atentado fue «una de las últimas convulsiones de las ideologías de las prepotencias surgidas en el siglo XX».
Guzzanti añade: «En la reconstrucción de este delito, lo único que nunca ha faltado es el móvil, dado que es obvio desde el primer momento que el asesino político había firmado descaradamente el crimen, dejándonos sus propias huellas dactilares».
El pontificado de Juan Pablo II «ha sido la primera causa del colapso del comunismo, en el momento de su máximo esfuerzo agresivo militar contra las democracias occidentales: un esfuerzo que resultó inútil por la turbulencia y posterior parálisis de la Polonia católica reunida en torno al Papa, a Solidarnosc y a Lech Walesa», afirma Guzzanti.
La investigación sobre el atentado cometido por el terrorista turco Alí Agca fue confiada a la justicia italiana.