Incendio en Guadalajara: la burocracia del PSOE mata

28 horas después todavía no se ha activado el máximo nivel de alerta, hay 11 muertos; los trabajadores y vecinos impotentes no pueden con el incendio que avanza sin respetar fronteras ni territoriales ni administrativas; la solidaridad de regiones vecinas es rechazada y los políticos desaparecidos. La zona arrasada, sus posibilidades económicas devastadas, las familias destrozadas.

Este es el panorama y el resultado. Las causas querrán ponerlas en el inconsciente que encendió la barbacoa. Pero si bien es cierto que sin él no es posible el fuego, más cierto es que las causas políticas son, por moral y por salario, las únicas importantes.

Es evidente que la burocracia que padece España y que el PSOE tanto fomenta ha colaborado a la tragedia. Mientras los vecinos peleaban por lo suyo hasta la muerte ¿Dónde estaban los burócratas de sueldos millonarios? Ya sabemos que Zapatero estaba en la opera, espectáculo muy socialista, viendo la masónica La flauta mágica, que el masón Mozart compuso para su amigo y representante masón Emanuel Schikaneder. Dios los cría y ellos se juntan, que dice el refrán.

De la relación de ZP con los incendios tenemos muestra en el de la Torre Windsor. De éste sabemos que estando en Galicia en un mitin, tardó tres horas en presentarse al pie del edificio, con riesgo incluso, con dos ministros y varios altos cargos. En el de Guadalajara silencio y soledad para los afectados. Tres días para decir en definitiva que la culpa fue de los que «se metieron en una zona de riesgo….y plaf» y prometer ayudas que no hubieran hecho falta de haber actuado a tiempo. Una política muy interesante para la prevención de riesgos laborales, para erradicar la miseria… culpabilizar a las victimas y hacerse propaganda dando ayudas. Dicen que no fue porque la caravana de seguridad que lo rodea obligaría a suspender momentáneamente la extinción. Como diría Rubalcaba ¡qué caradura! La Vicepresidenta si fue y suponemos que lleva similar caravana de seguridad.

Barreda, Presidente de Castilla-La Mancha, a las 9 de la noche, de merienda con sindicalistas en Ciudad Real; consciente del incendio pero «ni nervioso ni inquieto, sino relajado con sus amigos». Su relax debe ir en el sueldo que nos cobra. Los vecinos del Alto Tajo tensos hasta el dolor lloraban por sus pueblos, su trabajo, sus viviendas… A la hora en que él merendaba, la foto del satélite mostraba una columna de humo que llegaba hasta Cataluña. Tres días después siguió sosteniendo que: «la respuesta fue rápida, pero no hubo manera de controlarlo». Cuenta la esposa del único superviviente del retén que a su marido no le dejaron actuar el sábado por que era de Soria. Se limitó a mirar impotente hasta que no pudo más.

Mientras el monstruo crecía, Barreda y sus burócratas autonómicos del PSOE, rechazaban la ayuda solidaria de Madrid, Castilla y León y Valencia; comunidades todas ellas gobernadas por el PP. Pese a que Madrid (a 80 Km, 20 minutos) preparó 300 camiones, la mitad autobombas, y 11 helicópteros, en Castilla-La Mancha prefirieron pedir ayuda a Francia (Marsella, a más de 500 Km). Nadie en su sano juicio rechaza la ayuda del más cercano ante una catástrofe. Nadie hace un oscuro mar de dudas por unas absurdas competencias autonómicas o nacionales declarando la alerta 2, para solicitar ayuda internacional. Una vez más el PSOE ha preferido muerte y drama a reconocer la ayuda de gobiernos del PP. Eso en castellano, también manchego, se llama sectarismo insolidario y criminal. Dimitió una consejera, o la dimitieron; pero ni Barreda ni ZP deberían usarla como chivo expiatorio. Han de dar la caray dimitir si es preciso.

Pero y ¿Narbona? ¿Dónde estaba la Ministra de medio ambiente y de las aguas fecales? ¿Con Borrell? ¿En España? ¿Alguien debería explicarnos dónde estaba? De no hacerlo tenemos derecho a entender que se desentendió ampliamente del incendio y de sus consecuencias, y a exigirle, antes que la de nadie, su dimisión. Empezando porque su plan contra incendios recién estrenado , no le ha durado ni un mes. Fracaso absoluto demostrativo de que sólo era propaganda para evitar ser acusados de imprevisión. De imprevisión y de querer ocultar la incompetencia es de lo que deberá responder. No está clara la hora donde se dio la alerta 2 para traspasar competencias al Gobierno nacional. Según las autoridades autonómicas se dio la alerta sobre las 20:30 sin confirmar la desaparición del retén, pero ya había un aviso por el movil del superviviente de las 17:30. Se manifiesta conocimiento de las muertes sobre las 23:00 pero entre las 21:00 y las 21:20 tres agencias de noticias confirmaban la tragedia. Su desaparición y su silencio la hacen responsable. Narbona debe dimitir.

El ambiente político español, tiene un reflejo, en este incendio. Los nacionalismos esencialmente insolidarios que pretenden una atomización de España han colaborado a que una cosa tan elemental como la ayuda solidaria sea imposible entre comunidades vecinas. Bargalló de Esquerra Republicana ya ha dicho que a ellos sus competencias en incendios no se las quitan, pero es claro que ninguna Comunidad Autónoma puede, por sí sola, defenderse de una tragedia como esta.

El sectarismo que el PSOE y sus socios han instalado comienza a derivar en muerte. El ambiente de Pre-Guerra Civil que están favoreciendo ha llegado al límite de que el «bueno» de Rubalcaba (si te das la vuelta te la clava, dicen de él en el PSOE) provoque el que le agredan en el congreso para hacer cortina de humo y esconder la responsabilidad de su partido.

En resumen, un Presidente, ZP, que se abaja ante los grandes e ignora a los débiles; un Presidente, Barreda, que se esconde irresponsablemente detrás de sus consejeros; y una Ministra desaparecida injustificablemente. Los tres del PSOE, que no socialista. Traidores a la solidaridad. Trepas y vividores que estuvieron 40 años de vacaciones y hoy quieren seguir disfrutando. ¿Para cuándo dejan el trabajar? Los que construyeron puentes entre la Iglesia y la clase obrera en el franquismo fueron cristianos. Los del PSOE a fuerza de querer ser progresistas sólo fabricaron chistes, como aquel sobre la campaña del ICONA: «Cuando el bosque se quema, algo suyo se quema Sr. Conde» y así nos luce el pelo.

Hoy que los progres ecologistas braman por el incendio, esperamos que acudan en masa a plantar tantos pinos, como cestas de chapapote quitaron en Galicia. O ¿es que aquí se raciona la solidaridad