Fútbol, prostitución, inmigración

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Mundial de Fútbol en Berlín : Tendrán permiso de residencia temporal cuarenta mil mujeres para el disfrute de hombres prostituidores y enriquecimiento de mafias y de viles vividores de este 'tráfico de blancas'.

EstebanTabares
Revista Mundo Rural


El Mundial de Fútbol en Berlín está acercándose. Los preparativos son ingentes en todos los aspectos y el movimiento económico que generará dicen que será astronómico. Se trata de un evento deportivo y mucho más. Y en ese «mucho más» hay que incluir el siguiente dato que se cuidan mucho de no airear: cuarenta mil mujeres inmigrantes -de países del este europeo especialmente- van a tener un permiso de entrada temporal en Alemania para ejercer la prostitución junto al complejo olímpico. Para acoger este negocio están construyendo una auténtica «ciudad del sexo»: miles de apartamentos con habitación, baño y ducha, así como también pequeños habitáculos (similares a las cabinas WC que hay en las calles) para atender los «desahogos» sexuales rápidos.


Cuarenta mil mujeres para ser prostituidas. El gobierno alemán -siempre tan receloso y estricto ante la inmigración en sus fronteras y en la UE- ahora abre las puertas legales a estas «trabajadoras de temporada». En esta ocasión sus políticos no protestan, ni hablan de efecto llamada, de mafias, de terroristas infiltrados como inmigrantes, de que traen enfermedades contagiosas, etc. El negocio es el negocio, aunque ahora va disfrazado de deporte, y la política ha de plegarse a sus exigencias. ¡Libertad de capitales y de mercancías!… pero en este caso la mercancía es «sexo», es decir, mujeres necesitadas de un trabajo «en lo que sea».


Berlín vio caer el llamado «muro de la vergüenza» en 1989. En cambio, persiste «la vergüenza del muro» que controla la inmigración y que se abre o se cierra a merced de los intereses económicos de cada coyuntura. Tendrán permiso de residencia temporal cuarenta mil mujeres para el disfrute de hombres prostituidores y enriquecimiento de mafias y de viles vividores de este «tráfico de blancas». Pues se trata de una verdadera «trata de blancas», es decir, de esclavitud disfrazada con otros apelativos.


«Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas» proclama el Artículo 4 de los Derechos Humanos. ¿No es lo mismo trata de esclavos que trata de blancas?  Nos quieren justificar invasiones de guerra contra algunos países porque no son democráticos, no respetan los derechos humanos y tienen sojuzgadas a sus mujeres con duras leyes patriarcales y machistas. Es muy fácil ver los defectos de los otros y pasar por alto los propios. ¿Nadie ve que cuarenta mil mujeres entrarán en Alemania para ser prostituidas durante el Mundial de Fútbol? Esto produce náuseas.