Cerca de 17.000 españoles comparten sus vidas con los más pobres de la Tierra

Son misioneros. Mujeres y hombres de nuestras tierras, que siguiendo el testimonio de sacrificio y solidaridad entregan su vida en las cunetas de la historia, donde yacen olvidados los miles de millones de empobrecidos.

En provincias como Burgos, por ejemplo, que tiene 300.000 habitantes, hay ahora mismo unos 1.500 burgaleses que han dejado casa y familia, y comparten su vida con los últimos de la tierra diseminados por todo el planeta.

Navarros hay 1.712, y  en Aragón hay unos 700… y así provincia a provincia.

Son misioneros. Mujeres y hombres de nuestras  tierras, que siguiendo el testimonio de sacrificio y solidaridad entregan su vida en las cunetas de la historia, donde yacen olvidados los miles de millones de empobrecidos.

Mujeres como las monjas de Teruel amenzadas de muerte por denunciar el tráfico de órganos y la esclavitud infantil en Mozambique, o como las hermanas de la caridad de santa Ana que llegan donde ni los gobiernos ni los MCS llegan. Las tenemos que ver en acción cuando ocurren desastres como el del Tsumani, por que ellas estaban allí.

Hombres como el zaragozano Miguel Ángel Sebastián, obispo de Laï (Chad) amenazado de expulsión por denunciar la corrupción de los gobiernos africanos y de los países europeos que están detrás.

O como los escolapios que en Argentina comparten las luchas de los pobres.

¿Cómo es posible esto? ¿Qué colectivo es capaz de dar esos frutos? ¿Hay hecho sociopolítico más importante en nuestras provincias? ¿Cuántos de estos tienen nuestros partidos y sindicatos? ¿Por que muchos de estas organizaciones, sin embargo se empeñan en negar a la Iglesia hasta el pan y la sal y aprovechan cualquier cosa para atacarla?

La historia de nuestras comunidades esta jalonada por miles de estas personas, testimonios muchas veces silenciosos, que sin duda han engrandecido la tierra que les vio nacer. Desde estas páginas nuestro reconocimiento.