Curso Norte-Sur: A la conquista de la última frontera. La conciencia

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Derribemos los muros de la injusticia y la indiferencia

Comenzamos el curso-encuentro, Norte-Sur, con una aportación de Manuel Araus, educador, que ha aterrizado una primera ponencia señalando las características del totalitarismo actual. Unos primeros guiones de lo que se va a tratar en el curso en estos días.

Manuel nos señalaba que tal vez mirar, escuchar al mundo actual es algo que hayamos dejado de hacer. Mirar y escuchar más allá de nuestro propio ombligo. Todos los días hay una guerra contra la dignidad de la mayoría de la humanidad. Los recursos básicos necesarios para el desarrollo de una vida humana están cada vez en menos manos.  Vivimos la mayor desigualdad de la historia de la humanidad. Cuando 150 millones de personas más han engrosado las cifras de hambre, y hay un 40% más especulación con los alimentos…¿se nos encoje el corazón?. Cuando existe una orfandad forzosa de los niños, 1/5 de la población de niños viven en esta situación. Cuando vemos a miles de inmigrantes muertos delante de nuestros ojos, en un mundo de 2200 millones de trabajadores sin contrato y sin derechos laborales; esta es la gran guerra contra la humanidad. Vivimos en medio del dolor, la enfermedad física y mental, la debilidad inducida por los de arriba. La guerra de todos contra todos, donde la competencia y las trincheras particulares generan excluidos en las zonas marginales de las grandes ciudades.

No podemos apartar la mirada de esta realidad del mundo en que vivimos. ¿Escuchamos el grito de los pobres, de los que sufren…? Es necesario.

La conciencia territorio estratégico

Qué maquinaria genera este sometimiento tan grande, es la pregunta que surge de la escucha y la mirada a este panorama.  Ponemos algunos guiones sobre la mesa:

  1. El uso de la fuerza y la violencia.
  2. El control político (sistema político actual).
  3. Producción y distribución de la riqueza.
  4. Producción y distribución de la información, así como en el uso del conocimiento como palanca de cambio contra los de abajo.
  5. Control y gestión de nuestras vidas, de la vida humana, de la demografía…

Hay una propuesta de un sistema económico injusto en base a un paradigma tecnocrático.

Hay una batalla cultural por el control de las conciencias, por un modelo antropológico… basado en el “derecho a decidir”. Es una propuesta totalitaria que necesita de la colonización de la conciencia.

La conciencia es lo más característico y definitorio del ser humano. ¿Cual es la fuente de nuestro deber ser? Nuestra conciencia. Queremos una aproximación a la verdad lo más fiel posible a la conciencia. Manipular a la persona es convertirla en objeto, en convertirla en un fin en si mismo. El grado de rebajamiento del ser humano y agresividad contra él, es variable, pero muy fuerte y permanente en la cultura actual.

Existe una clara ingeniería social, y una gran manipulación de la naturaleza humana. El enfoque del imperialismo es como el que se señala en la obra de Orwell 1984: “los hombres son infinitamente maleables”

A pesar de todo el ser humano alberga un terreno inaccesible al materialismo, un lugar donde el ser humano mantiene lo fundamental de su esencia, de su anhelo profundo de ser amado y amar, ahí radica la esperanza de nuestra lucha contra este totalitarismo a pesar de esta gran estrategia del sistema.

  • Podemos identificar hasta cuatro niveles de la agresión a la conciencia:
  • Información y datos. Capitalismo de vigilancia – Identidad digital.
  • Cosmovisión – Filosofía. Las bioideologías capitalistas y transhumanismo. Imposición de un paradigma tecnocrático.
  • Mentalidad formas de vida: Dictadura del relativismo. Autoconstrucción y derecho a decidir (bajo los parámetros inducidos por el neocapitalismo) por encima de cualquier propuesta solidaria y responsable. Nuestra vida se ve rodeada de costumbres, certezas, decisiones diarias, va configurando nuestra vida y genera una piel difícil de arrancar. Son normas no escritas pero aceptadas por todos. ¿Quién impone este subjetivismo emotivista? Se negocia en el marco de los egoísmos. Una lucha por la existencia salvaje sustituye a una necesaria colaboración por la existencia.
  • Sentido de la vida: Espiritualidades y religiones de sustitución. Para nada una religión encarnada en los empobrecidos. Se nos está proponiendo un sentido de vida, con una religiosidad desencarnada, propuestas místicas de orden naturalista …

¿Qué entendemos por totalitarismo?

Control total de la población, de los seres humanos…de todas las dimensiones de la persona. Es un poder que pretende abarcar la totalidad de la conciencia. Es un nuevo biopoder científico y tecnológico, totalitario o “totalista”; que no solo ha generado una estructura de manipulación y un sistema económico y de reparto injusto, también el sistema actual se sustenta en un armazón ideológico fuerte. Una ideología que impregna todo el cuerpo social.

Una ideología que proporciona una identidad (o mejor dicho una no identidad), un ser humano desvinculado e insolidario, que está solo. Es un auto totalitarismo en el que el ser humano renuncia a su propio ser.  Esta vida en la mentira solo funciona si abarca todos los aspectos de la persona.

¿Hasta que punto no vivimos nuestra vida como una mentira?

Hanna Arendt señala claramente las características la sociedad actual que la hacen pretotalitaria, y por ello corre el riesgo de repetir los grandes totalitarismos del siglo XX.

  • Soledad y atomización, incertidumbre, miedo y desconfianza.
  • Deslegitimación de las instituciones, la fuente de autoridad es uno mismo y su circunstancia.
  • Deseo de transgredir…
  • Culto a un credo ideológico…

Hemos de vivir la vida en la verdad, que solo aflorará si no renunciamos a nuestra profunda vocación a la solidaridad, a la labor de promoción y despertar de la conciencia. Despertar en clave de vocación, con todo el potencial político posible que da la asociación.

La primera manifestación del que despierta su conciencia, es la de defender la vida. Dignificar la vida humana con un desarrollo político. Construir los vínculos que nos hacen personas, familia y pueblo.

En este “humus” o tejido social es donde pueden salir propuestas de salida, líneas de trabajo solidarias con gran dimensión institucional. No son guetos o sectas, son vectores de cambio abiertos a todos, punto de partida válido y universal.

Seguimos dialogando estos puntos en el curso.