Reproducimos la carta de otros dos niños fallecidos en 1999 en las mismas condiciones.
El pasado día 8 de Abril fue localizado en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle de París el cuerpo sin vida de un adolescente que se había escondido en el tren de aterrizaje de un avión de la compañía aérea camerunesa Camair-Co.
El cuerpo había sido descubierto por el personal del aeropuerto en un avión Boeing 767 y, según las autoridades, todo apunta a que falleció debido a las temperaturas extremadamente bajas que se registran a la altura a la que vuelan estos aparatos, informa la radio francesa France Bleu.
El avión procedía de Yaundé, en Camerún.
Reproducimos carta con motivo de la muerte de dos niños en 1999, se llamaban Yaguine Koita y Fodé Tounkara. Tenían 14 y 15 años. Eran dos estudiantes de Guinea-Conakry. Murieron congelados en el tren de aterrizaje de un avión que les llevaba, clandestinos, «a la rica y educada Europa».
Yaguine Koita y Fodé Tounkara
«Excelencias, Señores miembros y responsables de Europa. Tenemos el honorable placer y la gran confianza de escribirles esta carta para hablarles del objetivo de nuestro viaje y del sufrimiento que padecemos los niños y los jóvenes de África. Pero, ante todo, les presentamos nuestros saludos más deliciosos, adorables y respetuosos con la vida. Con este fin, sean ustedes nuestro apoyo y nuestra ayuda. Son ustedes para nosotros, en África, las personas a las que hay que pedir socorro. Les suplicamos, por el amor de su continente, por el sentimiento que tienen ustedes hacia nuestro pueblo y, sobre todo, por la afinidad y el amor que tienen ustedes por sus hijos a los que aman para toda la vida. Además, por el amor y la timidez de su creador, Dios todopoderoso que les ha dado todas las buenas experiencias, riquezas y poderes para construir y organizar bien su continente para ser el más bello y admirable entre todos.
Señores miembros y responsables de Europa, es a su solidaridad y a su bondad a las que gritamos por el socorro de África. Ayúdennos, sufrimos enormemente en África, tenemos problemas y carencias en el plano de los derechos del niño. Entre los problemas, tenemos la guerra, la enfermedad, la falta de alimentos.
En cuanto a los derechos del niño, en África, y sobre todo en Guinea, tenemos demasiadas escuelas, pero una gran carencia de educación y de enseñanza: salvo en los colegios privados, donde se pueden tener una buena educación y una buena enseñanza, pero hace falta una fuerte suma de dinero. Ahora bien, nuestros padres son pobres y necesitan alimentarnos. Además, tampoco tenemos centros deportivos donde podríamos practicar el fútbol, el baloncesto o el tenis. Por eso nosotros, los niños y jóvenes africanos, les pedimos hagan una gran organización eficaz para África, para permitirnos progresar. Por tanto, si ustedes ven que nos sacrificamos y exponemos nuestra vida, es porque se sufre demasiado en África. Sin embargo, queremos estudiar, y les pedimos que nos ayuden a estudiar para ser como ustedes en África.
En fin, les suplicamos muy, muy fuertemente que nos excusen por atrevernos a escribirles esta carta a Ustedes, los grandes personajes a quien debemos mucho respeto. Y no olviden que es a ustedes a quienes debemos quejarnos de la debilidad de nuestra fuerza en África. (El País Digital, 5 de agosto de 1999)