Algunas claves antes y después del inicio de la guerra en Gaza.
A corto plazo, la estrategia de Washington en Oriente Próximo puede centrarse en poner fin a la guerra de Gaza y encontrar una vía hacia la estabilidad regional. Pero largo plazo, Estados Unidos va a mirar más allá de Irán y los palestinos. Su política hacia Oriente Próximo debe lidiar también con Pekín, el principal competidor Internacional de Washington.
Antes del inicio de la guerra
- Washington había llegado a un acuerdo implícito con Teherán sobre su programa nuclear, a cambio de que Irán lo detuviera, cediendo en un alivio financiero limitado.
- Estados Unidos se había centrado mucho más en su estrategia en Europa y Asia, abandonando, en cierta manera, su especial incidencia en la zona (Oriente Medio).
- El mayor error de los EEUU fue pensar que podía ignorar la cuestión palestina.
- Estados Unidos estaba trabajando en un acuerdo militar con Arabia Saudí, que a su vez facilitaría llevar a normalizar la relaciones de los saudís con Israel.
- EEUU también estaba y está determinado en establecer un corredor comercial con Oriente Medio para contrarrestar a China.
- Los estados árabes estaban normalizando sus relaciones con Israel, a pesar de que Israel no estaba haciendo concesiones a los palestinos.
Después de los ataques y la respuesta de Israel, el apoyo de EEUU a Israel ha supuesto una pérdida de credibilidad entre los países árabes.
- EEUU va a anclar su plan en su alianza con Arabia Saudí, que mantiene relaciones con Israel e Irán…y pivotar sobre esta alianza la paz y estabilidad de la zona.
- Riad y Washington intentarán crear un corredor económico alternativo a China.
- Qatar está aprovechando su relación con Hamás para ser un actor regional indispensable, con tanta influencia como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
- Turquía quiere encontrar un papel en la resolución de la guerra para conseguir de Washington le venda aviones F-16 y deje de apoyar a los kurdos en Siria.
- Arabia Saudí tiene mejor posición de mediador en el mundo árabe que Egipto o Jordania, y trabajaría con Irán y Turquía, así como con Israel a través de los EEUU, para pacificar la región, o al menos establecer un equilibrio regional tutelado por los EEUU. Arabia Saudí tiene especial interés en establecer una paz y seguridad regional que vaya acorde a sus intereses económicos expansionistas.
- Es posible que EEUU no apruebe los esfuerzos de Riad por mantener a Teherán a bordo mediante concesiones diplomáticas y beneficios económicos. Formará parte de esas difíciles negociaciones.
- Los actores del Golfo, saudís incluidos, serían animados por los americanos a forzar a Teherán en una solución permanente a la cuestión palestina.
A corto plazo, la estrategia de Washington en Oriente Próximo debe centrarse en poner fin a la guerra de Gaza y encontrar una vía hacia la estabilidad regional.
Pero largo plazo, Estados Unidos debe mirar más allá de Irán y los palestinos. Su política hacia Oriente Próximo debe lidiar también con Pekín, el principal competidor internacional de Washington.
Resumen elaborado por solidaridad.net (Revista Política Exterior)