Ponencia realizada por la doctora Maria del Mar Araus en el Curso ´Fe y Cultura ´ del Aula Malagón Rovirosa.
Dos consideraciones antes de comenzar con el tema:
- Es un tema largo, que nos lleva a un curso. El MCC tiene ya el compromiso de elaborar un curso sobre Apostolado laico en el siglo XX. Es un curso de gran importancia como servicio a los empobrecidos de la Tierra, sobre todo en Iberoamérica por nuestra presencia allí. El gran interrogante que se nos tiene que plantear a los cristianos en Iberoamérica es ¿Quién va a encabezar la lucha por la Justicia en esas sociedades?: ateos, marxistas, ¿Quién?. Si algo tenemos que aportar a la evangelización en intensidad en Iberoamérica es la experiencia evangelizadora entre pobres aquí.
- Es un tema controvertido, poco reconocido. Todo lo que se ha estudiado se hace desde un prisma político y muy poco apostólico.
Al exponer el tema, no sólo he querido contar con conocimientos, sino también con toda la vitalidad de la experiencia de militantes que han hecho posible esta historia de promoción personal y colectiva. Quiero que sean ellos los que me corrijan , porque son ellos los que han escrito con sus vidas esta parte de la historia de España, que era la España del Tercer Mundo.
De los defectos. Errores, tergiversaciones, limitaciones soy yo responsable y de lo que os valga se lo debo a ellos. Me comprometo a seguir colaborando en el tema.
1.- INTRODUCCIÓN
Desde finales del siglo XIX asistimos a un hecho real: el alejamiento de la práctica religiosa, sobre todo en las zonas geográficas donde predomina la clase obrera rural y la clase obrera. No se trataba de un alejamiento por indiferencia, sino de una verdadera negación radical de la Iglesia, acompañada de una fuerte carga emocional de odio. Existía un anticlericalismo burgués y un anticlericalismo de la clase obrera.
El primero era propio de las clases medias, intelectuales y profesionales. Su motivación se debe a la presencia de las ideas del positivismo materialista en Europa desde 1850 á 1900, que influye en la configuración de una mentalidad propia de profesores de universidad, maestros, periodistas, médicos, es decir profesionales formados científica y filosóficamente. Otra motivación es la reticencia de la Iglesia a introducir nuevas nociones científicas. Una figura que representa este anticlericalismo es la de Manuel Azaña.
El anticlericalismo de la clase obrera estaba motivado por la falta de comprensión real por parte de la Iglesia de la problemática social del país; por la conexión de la Iglesia con los grupos de poder, acentuada esta conexión por la propaganda anticlerical; y por la propaganda claramente antirreligiosa por parte de las ideologías que se introdujeron en la clase obrera a partir de la Iª Internacional: la anarquista y la marxista. Una parte de la corriente anarquista mostró una gran preocupación por la educación cientificista y atea del pueblo. En torno al año 1900, surgirán multitud de escuelas racionalistas, inspiradas por Francisco Ferrer y Guardia; y que incluso serán exportadas hacia Iberoamérica. Estas escuelas excluían a los obreros de ellas. Funcionaba como una escuela normal a donde iban las clases medias, porque eran éstos los que tenían que educar a los obreros y esperaban que esta élite dirigiera a los obreros cuando llegara el tiempo de la acción revolucionaria. Ricardo Mella, la criticará fuertemente por la imposición ideológica y el sectarismo que imponían sobre todo a los jóvenes. Unamuno la descalifica totalmente por su fanatismo antirreligioso y su «burdo cientifismo».
El odio que se crea frente a la religión católica y sus símbolos, tanto personales como materiales, va a llevar a uno de los dramas más graves de la historia moderna de España: no sólo la apostasía de la clase obrera, sino la matanza de clérigos y quemas de imágenes e Iglesias. Fenómeno que se repite en 1833, 1835, 1854, 1868, 1909 (semana Trágica de Barcelona), 1931 (inicio de la II República), 1934 (Huelga en Asturias) . para alcanzar su más grave expresión en los primeros meses de la Guerra Civil, en 1936, en la zona Republicana: por el hecho de que los obreros habían decidido atacar a la Iglesia como símbolo de la estructura social española.
A modo de paréntesis me parece interesante recordar, desde un punto de vista temporal, las relaciones entre la Iglesia y la estructura socio política. Podríamos resumirlo en dos periodos:
1.- 1850-1940 (aproximadamente)
1.A.- Las instituciones de la fe tienden a identificarse con los grupos dominantes que controlan el proceso de producción y son de ideología conservadora:
- Clase aristocrática con base de poder agrario (estructura semifeudal del Sur español)
- Clase de burguesía financiera e industrial, que se alía con la clase aristocrática desde el reinado de Isabel II y con la restauración de Cánovas
- Grupos de pequeños propietarios rurales (Norte de Castilla, Asturias, Aragón, Cataluña)
1.B.- Las instituciones y comunidades de la fe están ausentes de los grupos que pretenden un cambio social, desde la mentalidad reformista y la mentalidad revolucionaria:
- La pequeña burguesía de ideología liberal y positivista.
- La clase obrera industrial y agraria, con sus organizaciones específicas: unas anarquistas, otras socialistas, otras libertarias, otras autoritarias…
2.- De 1940 en adelante.
Se inicia un cambio radical en la situación de la fe.:
2.A.- Por un lado, se desintegra el sistema de alianza social clásico: aristocracia-alta burguesía-pequeña burguesía rural del Norte- Iglesia. Una alianza que estaba apoyada en la ideología y valores tradicionales. Esta desintegración se produce por dos causas: 1ª Desintegración de la base agraria del sistema y por la transformación interna de la Iglesia, confirmada en el Concilio.
2.B.- La Iglesia empieza a estar presente en los problemas sociales, a través de creyentes y organizaciones.
2.- PANORAMA GENERAL TRAS LA GUERRA CIVIL
Tras la Guerra Civil, el régimen franquista devuelve a la Iglesia los privilegios que había perdido con la República. La zona Republicana reaccionó contra el alzamiento militar destruyendo todo lo que tuviera que ver con la Iglesia. La persecución vandálica de lo religioso fue de una magnitud insólita. El Cardenal Tarancón llegará a decir: Ni yo, ni la mayoría de los curas que conocí recibimos con absoluta hostilidad a la República. La propia jerarquía había mostrado su acatamiento al poder constituido. Pero la República fue claramente antirreligiosa y pronto entre los católicos comenzó a sentirse hacia ella una hostilidad que hizo que todos viéramos como bienvenido el Alzamiento. Incluso el que justificásemos un cierto derramamiento de sangre que nos parecía el precio inevitable de un purificación del país. La Legislación de la República fue agresiva contra la Iglesia y ésta tomó una actitud defensiva aliándose con la Derecha, y quedó así atrapada políticamente. El Estado se convierte en confesional y éste adquiere el compromiso de proteger la religión católica frente a otras religiones prohibiendo la libertad religiosa. El franquismo sustentado en un partido único y en un sindicato único alienta una Iglesia única para crear el estado totalitario cristiano. Franco es un político sagaz que desde el primer momento se da cuenta que necesita la ayuda de la Iglesia y desde el primer momento se manifiesta públicamente como un gran católico defensor de la Iglesia. Le agradaba que se le considerase con una preponderancia especial. (No hay tiempo, sino sería interesante contar algo sobre la personalidad de Franco. Entenderíamos toda su crueldad en la guerra civil y en la dictadura. Lo único que diré es que su mediocridad intelectual le indujo a creer en ideas tan banales como que era Caudillo como Don de Dios. Aceptaba ser un enviado que llevaba a cabo un plan Divino para asegurar la salvación de la Patria. Se consideraba el mesías del pueblo elegido.)
El mismo Papa Pío XII, en un principio, supuso la victoria como algo favorable a la causa de Dios, y contra el comunismo ateo.
Pla i Deniel continuará viendo durante bastantes años en la guerra una cruzada de liberación religiosa.: Palabras suyas recogidas en Eclessia el 13-5-45: Fue lamentable que se tuviese que acudir a la guerra, y la Iglesia por su parte, que no se enfeuda nunca en ningún régimen político, había aconsejado en España, según la consigna de la Santa sede, la colaboración para el bien común, aún dentro del régimen republicano. Este fue desbordado para dar paso a la anarquía sangrienta comunista, con desprecio de los derechos de la persona humana, con millares y millares de víctimas seglares, con muchos millares de sacerdotes, religiosos y religiosas asesinados, con millares de Iglesias devastadas. Este hecho público e innegable, ni siquiera tergiversable, se debiera tener siempre presente para todos los que se ocupen de España. Si son católicos, deberán reconocer en la Guerra Civil española el carácter de verdadera cruzada por Dios y por España, como se la reconocieron con su bendición dos romanos pontífices y la reconoció la jerarquía católica universal en sus contestaciones a la carta colectiva de los obispos españoles. Si reconocen los fueros de la persona humana y abominan de la anarquía comunista, habrán de reconocer, por lo menos todos los amantes de la libertad, la legitimidad de emplear en último recurso la fuerza al servicio del derecho natural atropellado.
Y desde Ecclesia, el órgano de expresión de la Iglesia Católica, ve el régimen dictatorial salido de las armas de la siguiente manera: Efectivamente, por misericordia de Dios, la victoria de las armas nacionales y la orientación impuesta al Estado, han creado en España las bases necesarias para el resurgimiento de la Acción Católica y dan las garantías apetecibles para el desarrollo en el porvenir. Esta situación puede y debe ser atribuida, después de Dios a la obra providencial del jefe del Estado. No todos los gobernantes de pueblos llegan al poder por las vías excepcionales, militares y políticas, que han recorrido paso a paso el caudillo de España.
En 1939, algunas voces de la Iglesia se alzarán condenando duramente el régimen, como la del Obispo de Tarragona Vidal i Barraquer. Se dirige al Papa con las siguientes palabras: Gracias a Dios que no todos comulgan con el catolicismo oficial, que es violento, belicoso y espectacular. Espanta la responsabilidad de haber desencadenado una tan terrible catástrofe para llegar a un Estado tan caótico como el actual. Y doloroso es que la jerarquía eclesiástica quede seriamente comprometida cuando debía y podía quedar completamente al margen, con lo cual no hubiera quedado en mal lugar como quedará ahora el día en que esta situación, como todas las políticas, se vayan al traste.
La Iglesia, tras pasar el momento eufórico de la victoria emprende la tarea de catolizar España para borrar el anticlericalismo que había creado la República y se había consumado con la Guerra Civil y el asesinato de cerca de 7000 sacerdotes. Para llevar a cabo esta tarea, la Iglesia potencia la Acción Católica y la Iglesia recibirá subvenciones y ayudas estatales pasando a controlar la enseñanza privada. La enseñanza de religión se hace obligatoria, tb. El matrimonio eclesiástico. Se exime a la Iglesia de impuestos y se le concede ayudas para la reconstrucción de templos y el culto.
La Falange, con una actitud de carácter autoritario se acerca al nazismo y provocan alarme en Roma. Las relaciones entre la Iglesia y el estado pasarán por momentos tensos. La Falange va a ir adquiriendo un progresivo protagonismo en la sociedad española, que absorbe a los sindicatos católicos, suprime la prensa católica e intenta presionar a la Iglesia para que los obispos nombrados sean «profalangistas.»
Se llega a censurar una Encíclica de Pío XII sobre los peligros del nazismo y una Pastoral del Cardenal Gomá: Lecciones de la Guerra y deberes de la paz, en donde dice que hay que superar los odios y rencores y que España sólo puede ser grande con la concordia de todos los españoles. Pero el régimen querían que fuese un régimen de victoria y no de reconciliación y, por el contrario, la Iglesia quería un régimen de pacificación y no de victoria. El régimen quería fomentar el odio a todos los antiespañoles y todo lo que supusiese reconciliación parecía traición al espíritu de la Guerra.
Cuando en el año 1945, termina la Segunda Guerra Mundial, la pierden los viejos amigos de España (la Alemania Nazi y la Italia fascista), y el franquismo padece un rechazo internacional, del cual dan prueba los siguientes hechos:
.- La ONU está surgiendo y la delegación mejicana logra que se decrete la no admisión de España en dicha organización.
.- Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos formulan una declaración tripartita contra el régimen franquista.
A estos hechos se responde con una concentración masiva de apoyo a Franco en la Plaza de Oriente; en las monedas se acuña Francisco Franco, Caudillo de España por Gracia de Dios, se envía a Joaquín Ruiz Jiménez como embajador ante el Vaticano; se difunde el libro de Rafael Calvo Serer: España sin problema ,que mantiene que la Iglesia y el ejército constituyen el dique frente al mal capaz de cristianizar a las masas frente a la seducción del marxismo y frente a la democracia de sufragio universal.
Además ocurre un cambio de gobierno. A Franco le conviene una buena imagen frente al mundo católico extranjero. En 1945 entran en el gobierno dos hombres importantes de la Acción Católica: Alberto Martín Artajo, en el Ministerio de Asuntos Exteriores; y José Mª Fernández Ladreda en Obras Públicas, además del propagandista y antiguo diputado de la CEDA José Ibáñez Martín, que era Ministro de Educación Nacional desde 1939.
En los primeros años 50, Franco consigue el reconocimiento internacional y abandona el aislamiento. Se produce una cierta apertura política y mejora la economía. El paro disminuye, pero se produce una subida de precios y los salarios permanecen estancados. En 1951 estallan primeras manifestaciones y agitaciones sociales.
En noviembre del 50, se aprueba la entrada de nuestro país en organismos internacionales, aunque hasta el 55 la ONU no aprobará el ingreso de España.
Desde 1945 la ACN de P representará oficialmente a la España católica, constituyendo un pilar básico para desbloquear internacionalmente el régimen. Pero a todas las instituciones les llega su hora, también a la ACN de P, que debe de entregar el relevo al OPUS DEI tecnocrático y de corte neocapitalista. Espiritualista en lo religioso y materialista en lo económico.
La esperanza que supuso para el país la presencia en la Universidad de Joaquín Ruiz Jiménez., Pedro Laín Estralgo, Antonio Tovar, se desvaneció porque fue sustituido por un equipo de gentes del Opus Dei. Primero la ACN de P y después Opus Dei negarán que la explotación de la clase obrera constituya una característica esencial del capitalismo, limitándose a promover un reparto mayor del producto a favor de la clase obrera mediante el incremento de la productividad y el reparto de los beneficios, postura completamente rechazada por la clase obrera revolucionaria.
De 1957 a 1962 serán nombrados Ministros de Franco los opudeístas Mariano Navarro Rubio (Hacienda), Alberto Ullastres (Comercio); ocupará un cargo clave en la presidencia de gobierno Laureano López Rodó (dirección de la Comisaría del Plan de Desarrollo), en enero de 1962 . Al mes siguiente inicia las negociaciones con la CEE, y mientras una oleada de huelgas azota todo el país, muchas de ellas sostenidas por militantes de JOC y HOAC, hasta el punto de que el gobierno el 4 de mayo de 1962 declara el Estado de excepción en Asturias, Vizcaya y Guipúzcoa.
El Opus Dei representa la decisión de engancharse al tronco del capitalismo, la interrelación en el poder de los sectores burgueses industriales y los que representaban a las clases medias tradicionales, un cierto pluralismo social, la revalorización del capital -trabajo, la mejoría del consumo, la mutilación programada de todo ideal, de toda esperanza que no fuera mejorar el nivel de vida.
Las dos últimas décadas del franquismo estarán marcadas por la presencia significativa del Opus Dei dentro del régimen y la política español.
3.- APOSTOLADO OBRERO FRENTE AL FRANQUISMO
Al lado de esta caminar que no da pruebas de ninguna sensibilidad para lo obrero, va emergiendo otras formas de presencia eclesial.
Junto a la corriente de cristianos colaboradores con el franquismo, hubo en España, desde 1943, otra corriente de cristianos que por razón evangelizadora y apostólica lucharon por las libertades democráticas. Estos últimos llegaron a ser la corriente más numerosa de la militancia obrera frente al franquismo. Promocionaron instrumentos de primera importancia para la emancipación social.
Desde 1942 y en el marco de la Acción católica de hombres, empiezan a constituirse secciones de Apostolado obrero. Iniciadas por medio de cursos de verano para trabajadores (en 1942 en Cófreces, en 1943, en Vigo), procedentes de distintas diócesis. En años posteriores aparecerían otras asociaciones dentro de la AC que acabarían por agruparse como la Hermandad Ferroviaria de AC que constituyó en 1944 el Obispo de Ciudad Real Emeterio Echevarría; y en ese mismo año se inició el sacerdote D. Tomás Malagón, que había trabajado en ambientes obreros durante la guerra, en el frente de Andalucía, y que desde 1954 será Consiliario de la HOAC.
La AC da nuevos pasos. En 1946 funda los movimientos especializados de Apostolado Obrero. Los obreros habían estado alejados de la Iglesia desde el siglo XIX. Era una asignatura pendiente el reencuentro de la clase obrera con la Iglesia. Podemos afirmar, con toda certeza, que el apostolado obrero va a ser un movimiento misionero que va a hacer posible tender los puentes entre Iglesia-clase obrera. Bajo ese prisma en 1946 nace la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y en 1947 la JOC (Juventud Obrera Cristiana). La articulación de la HOAC y de la JOC había sido propiciada por la terminación de la Segunda Guerra Mundial. La derrota de Mussolini y Hitler había quitado fuerza a las corrientes favorables al estatismo. Se preveía la caída de Franco por los aliados pero esto no sucedió. En una audiencia que concedió, en 1946, al primado español el Papa Pío XII insistió a Pla i Deniel en la conveniencia de comenzar esa labor. El 4 de Mayo en Ecclesia se publican las Normas de especialización del Apostolado Obrero de la Acción Católica.
Se inicia así un movimiento cristiano militante. Este movimiento de apostolado obrero nació en España por voluntad del Papa, con la incomprensión de la mayoría de los cristianos (existen desacuerdos en la jerarquía sobre la forma de entender esa especialización obrera. Monseñor Eijo Garay se niega aceptar el proyecto y funde en su Diócesis las Hermandades del Trabajo ligadas a la Organización Sindical), obispos incluidos, y con la oposición firme de los políticos: democristianos, socialistas, comunistas, del Movimiento Nacional…
La clave de la HOAC fue el núcleo de militantes conversos que procedían en su mayoría del socialismo, anarcosindicalismo y comunismo, sin ellos no puede entenderse, ni fue posible la militancia obrera. Este grupo de militantes creían que lo fundamental para lanzar una organización es que hubiera hombres y mujeres militantes de ese Ideal.
La HOAC se acoge a las Normas de especialización del Apostolado Obrero de la Acción Católica. Esto significaba un mayor grado de autonomía, la posibilidad de administrar más o menos libremente sus fondos, disponer de consiliarios propios, editar publicaciones propias periódicas sin someterse a censura, ni al sistema de prensa, y se podía establecer una organización a escala nacional. Al principio los presidentes y consiliarios debían ser nombrados por los organismo centrales de la Acción Católica; y extrañamente tuvo como presidente a Santiago Corral, gran empresario y financiero; que en 1951 articuló un movimiento patronal ajeno a la organización Sindical del estado – la Acción Social Patronal-; y como consiliario al Padre Zulueta, un aristocrático jesuita que había de ser el preceptor del rey Juan Carlos.
Pero en 1949, se lleva a cabo un cambio especialmente significativo. Se acentúa el carácter estrictamente obrero. La HOAC la preside Manuel Castañón, a quien se unirá después D. Eugenio Merino como consiliario nacional.
Lo verdaderamente decisivo en la HOAC fue la acción militante aportada por Guillermo Rovirosa: ingeniero, brillante investigador. Vivió en las empresas colectivizadas de la zona Republicana el espíritu de la militancia obrera, y fue hijo de un proceso religioso de conversión, con una vida de pobreza total. Sentía que el cristianismo militante tenía tenia que ser capaz de un entusiasmo tal, que llevara al ser humano a dar la vida por amor de Dios. Esta realidad que Rovirosa mismo encarnó, fue la que dio desde el primer momento a la HOAC una personalidad totalmente distinta a lo que se esperaba en los ambientes cristianos. Rovirosa aportó al apostolado obrero:
- La valoración del cristianismo de conversión.
- Los pobres, no las clases, como esenciales en el mensaje cristiano, lo cual exige la encarnación hacia abajo
- La misión de los laicos de transformar el mundo, por exigencia de la fe
- La entrega total a la Iglesia como forma de vivir un auténtico cristianismo.
Su testimonio de vida y el estilo que imprimió en la HOAC hizo posible la presencia de numerosos conversos en esos 15 primeros años, que tanto bien aportaron al apostolado obrero.
La HOAC contará con una serie de medios y plataformas fundamentales para la promoción personal y colectiva. Estos medios irán dando un talante a la organización que la convertirá en lo que D. Tomás a calificaría como organización de obreros conversos. Cito, pues, los más importantes:
.- Cursillos nocturnos: para concienciar sobre los problemas obreros.
.- Cursillo apostólico: se planteaba el paso a la fe cristiana. Se forjaba un tipo de laico comprometido, dando la imagen de un tipo de cristianismo muy distinto al imperante.
.- Los GOES (Grupos de Obreros de Estudios Sociales). Se dividían en economía, sindicalismo y política. A partir de la mitad de la década de los 50 se inició la apertura de los GOES a los militantes de organizaciones de izquierda y a gente interesada, aunque no fuera de la HOAC. En 1965, 100 grupos de GOES políticos debatían el tema de una constitución federal para España.
.- Cursillos sobre historia del movimiento obrero. Los militantes obreros cristianos introdujeron clandestinamente en el país la Hª del movimiento obrero escritas en castellanos y prohibidas. Abierto a todos los obreros.
.- Cursillos de política: Analizaba el tema de los partidos políticos y su importancia para la clase obrera.
.- Hojas informativas de los conflictos laborales en los que participaban. Muchos militantes de la HOAC participan como organizadores de los conflictos de la clase trabajadora de una forma muy destacada en las huelgas mineras de Asturias, Vizcaya y Guipúzcoa, regiones en las cuales llega a decretarse el estado de excepción en 1962.
Un papel destacado en la huelga de Bandas. Es llevada a cabo por los trabajadores de la Empresa de Laminación de Bandas en Frío de Echevarri (Bilbao), será sin duda de las más importantes emprendidas durante el régimen de Franco. Se genera un movimiento de solidaridad, y fue la huelga más larga de todo el franquismo. Duró 5 meses. Del 30 de noviembre de 1966 hasta el 1 de Mayo de 1967
.- Fondo de Solidaridad. Han existido huelgas y conflictos sostenidos por la HOAC. La Solidaridad económica era práctica y expresión del amos cristiano.
.- ¡TÚ!: Es el semanario Voz de los sin Voz. Sale a la calle el 15 de noviembre de 1946, de manera quincenal; y su tirada es de 5.000 números. En abril del 1947 pasa a 6.000; en octubre a 8.000; 13.000 en febrero de 1948. Cuanto más crece la represión del régimen, más crece su difusión. El 1 de enero de 1949 sale con periodicidad semanal. En noviembre de 1949 asciende a 34.000 ejemplares. El 17 de marzo de 1951 es prohibida por el régimen y ya había alcanzado la cifra de 40.000 ejemplares de tirada. Había alcanzado el segundo puesto de las publicaciones periódicas semanales. Señalo el juicio emitido sobre el ¡TÚ! Por el gobernador civil de Huesca:
El semanario ¡TÚ1 que se autodetermina órgano de Acción Católica, viene haciendo una campaña insidiosa contra el régimen y el gobierno, o al menos contra alguno de sus Ministros. La campaña, con la procacidad del estilo, la ligereza de sus juicios, y lo inexacto de muchas de sus afirmaciones, no se diferencia mucho que la del extranjero hacen Solidaridad Obrera y Mundo Obrero»
.- Boletín de la HOAC. Hasta 1953 se llamó Boletín de Dirigentes. Para ayudar a la reflexión y formación de los militantes
.- A partir de 1954, el Plan Cíclico. Surgido por una remodelación conjunta entre Rovirosa y D. Tomás Malagón. Tiene una duración de tres años, a lo largo de los cuales se debía ir formando la conciencia cristiana. El militante debe estudiar y reflexionar desde el método de encuesta 36 temas desde el Evangelio y la DSI. Para preparar el plan, se elaboró el Cursillo Apostólico de Primer Grado, en donde se presentaban, desde la metodología de encuesta, los temas que se iban a estudiar.
.- Equipos de dolor: Centrado en la gratuidad. Extraen la fuerza de la debilidad afianzada en Dios. Eran equipos de enfermos organizados dentro de los hospitales de tuberculosis, que debían permanecer largo tiempo en el hospital. Ofrecían su dolor y enfermedad por la HOAC y debían prepararse para la actividad apostólica una vez que hubieran salido del Hospital.
De esta manera se hizo frente a la apostasía de la clase obrera, tendiendo puentes de diálogo entre ella y la Iglesia. En los años 40 y 50 se devolvió la esperanza a los trabajadores a través de la acción militante. Su acción específica, la transformación del mundo, la Caridad Política, que siempre combate las causas frente a la Caridad personal que como mucho combate los hechos y el compromiso cristiano caracterizado por:
.- una acción social organizada,
.- que actúa al nivel de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales
.- con vistas a su transformación
.- orientada a la promoción integral y colectiva del hombre y la sociedad
.- Movida por los valores de Justicia, Solidaridad y Autogestión.
La muerte de Pío XII y la sustitución de Juan XXIII iba a provocar cambios importantes en la Iglesia y sobre todo en la española. A los tres meses convoca un Concilio. El Papa Juan XXIII supone un cambio de talante y de metodología en la elaboración del pensamiento social cristiano. Surge una nueva concepción de la eclesiología, de la relación Iglesia-Mundo y la misión de la Iglesia para construir el reino dentro de él. Se da un gran avance para entender la dimensión política de la caridad. Se pasa de hablar del hombre como ser social a señalar la forma concreta y vital donde esa condición se produce, es decir, el mundo de las instituciones. En diciembre de 1965 termina el Concilio con Pablo VI y comienza para la Iglesia Católica una nueva etapa , que choca con el régimen franquista. Pablo VI ve en la acción política un camino serio para ejercer el deber de todo cristiano de servir a los demás y que exige:
- Discernimiento de la realidad a la luz del evangelio y de la DSI
- La transformación de las mentalidades y las estructuras que sostiene el imperialismo de las multinacionales
- Construir una sociedad con democracia real y protagonismo de los ciudadanos siempre amenazada por la tecnocracia.
Pablo VI hablará del Concilio como la mayor obra de amor de la Iglesia al hombre de hoy. En el Concilio se insiste en como las instituciones que han sido creadas para servir al hombre se vuelven contra él. Entra en una visión solidaria de toda la humanidad que rechaza toda ética individualista, afirma la autonomía de las instituciones que sostienen el mundo cultural, político, económico y social y da máxima importancia a la vocación laical
En la década de los 60, llega la primera gran crisis del apostolado obrero español. Históricamente arranca en la Asamblea de la Acción Católica de Junio de 1966. Se tratan temas muy candentes sobre la vida de la Iglesia, la misión del laico, su compromiso en el mundo, sus relaciones con la jerarquía. En el informe-resumen leído por el presidente de la junta nacional, Santiago Corral, se subraya «que la vocación del apóstol cristiano planteaba una exigencia de proyección sobre el mundo, de compromiso en la solidaridad con los hombres y sus problemas, y de exigencia en la construcción de un mundo más justo y acorde con el plan de Dios». Se afirmaba también que esta tarea apostólica tropezaba con obstáculos, como el de las estructuras eclesiásticas y la orientación pastoral que no estaban inspiradas en la concepción conciliar del laico.
Pero en el discurso final, Monseñor Morcillo -presidente de la Comisión Episcopal de apostolado Seglar- no recogía nada de lo que se había elaborado en ella, con lo cual se deducía que la jerarquía no estaba dispuesta a aceptar las conclusiones que se habían aprobado. Las conclusiones pasaron a la Comisión Permanente de Episcopado, que no las aprobó y se anuncia la elaboración de unas normas que han de regir en lo sucesivo a la A.C.
Esta crisis provocará el abandono de un gran número de laicos, la secularización de un gran número de sacerdotes, el abandono de militantes de la lucha. La A.C. se llena de una espiritualidad sin proyección ninguna con el mundo y se acentúa la vinculación Iglesia-franquismo. En diciembre de 1972 se publicará un documento Orientaciones del Episcopado Español sobre el apostolado seglar, que corregía todos los errores anteriores y suponía un desmontaje de lo levantado por Monseñor Morcillo.
Antes del estallido de la crisis profranquista, un grupo de militantes de la HOAC lanzan la editorial ZYX. ZYX es la editorial obrera por excelencia durante el franquismo. Nace en 1963, con base jurídica de Sociedad Anónima, utiliza el estatuto que le da una Sociedad Anónima para la lucha clandestina contra el franquismo, encuadrándola en una organización de Apostolado privado como se manifestó a Monseñor Benavet. Esta forma de asociación es reconocida 20 años después oficialmente por la Iglesia.
Su primer presidente será Guillermo Rovirosa. Muere cuatro días después de presentar el primer libro de la editorial ¿De quién es la empresa?, del que era autor el mismo Rovirosa.
ZYX nace con la aportación de 1.000 Pts. que hacia cada uno de los socios y la suscripción al libro de la colección «lee y discute serie roja». En la expansión de ZYX fue fundamental la acción de los delegados regionales.
Forzó que a la HOAC se le concediera en 1966 un Estatuto especial dentro de la A.C. española, ligándose directamente a la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar.
En 1972 se rompe como consecuencia de la existencia de una corriente mayoritaria que era partidaria de que ZYX fuera una organización de apostolado privado y otra corriente minoritaria que plantea hacerse organización política. De las 16 delegaciones que tiene ZYX en España, 12 sostienen la postura apostólica y 4 la política. Gana la postura política y al año se expulsa a la corriente apostólica, y entre los que se quedan comienza la tensión interna concluyendo, unos en el lanzamiento de Comunión y Liberación, otros en la escisión de la CNT, y un pequeño grupo sostiene los restos como cooperativa. Ministros de gobiernos socialistas, tanto estatal como regional, altos cargos socialistas del congreso de los diputados, altos dirigentes de sindicatos hegemónicos y de base, catedráticos de universidad e institutos, promotores de partidos y sindicatos autogestionarios, de cooperativas y asociaciones de vecinos, de centros de cultura y enseñanza tuvieron que ver con la asociación de ZYX.
La editorial ZYX tuvo una repercusión enorme. Después de su ruptura, algunos militantes siguen en la lucha. Posteriormente se creará el MOA (Movimiento Obrero Autogestionario), con el fin de servir de puentes entre la UGT y CNT, para que el sindicalismo autogestionario resucitara y con él el sindicalismo revolucionario. En el 80 se lanza un movimiento de promoción militante, el Movimiento Cultural Cristiano: movimiento laico de apostolado privado, de cara a que en un largo plazo en la vida española siga habiendo militantes que no se conformen con una democracia formal, sino construir una democracia real y exijan una promoción personal y colectiva del hombre e intenten romper el poder del imperio para construir una sociedad autogestionaria.
En los años 70 volverá a estallar una nueva crisis coincidiendo con la crisis del sistema. Se trata de la crisis promarxista que pondrá seriamente en cuestión la propia identidad cristiana, produciendo grandes tensiones en el seno de los movimientos apostólicos. Se trató de instrumentalizar lo apostólico al compromiso político, con el consiguiente debilitamiento de la fe y del propio movimiento apostólico. (En otra ponencia vamos a ver la instrumentalización de lo apostólico a lo político)
4.- CONCLUSIONES
- Además de tender puentes de diálogo Iglesia-clase obrera, las organizaciones apostólicas obreras pusieron en pie:
- En 1943, los ateneos obreros que tanta importancia tuvieron en la historia obrera, de forma clandestina y, en 1947, de forma pública con el nombre de «Cultura Social Obrera»
- En 1947, se inicia la instrumentalización del sindicalismo vertical, y se ponen en marcha dos piezas fundamentales para la acción sindical durante y frente al franquismo:
- Los militantes cristianos penetran en la línea electiva sindical
- En 1947 se lanza el primer bufete laboralista. Esta idea la tomarán posteriormente Alfonso Carlos Comín, Sartorius… y de éstos Felipe González en los años 60.
Fueron dos piezas de primera envergadura en el lanzamiento del sindicalismo antifranquista.
- Nuevas formas de cooperativismo. Con motivo de la nueva Ley de Sociedades Anónimas, la HOAC, en los años 50 presenta el proyecto de «Empresa Social», elaborado por un grupo apostólico de Pola de Laviana (Asturias), que más tarde a través de la acción sindical representativa conseguirá su aprobación en un Congreso Sindical y será la base de la Ley de Sociedades Anónimas Laborales, con una forma preautogestionaria de organización de Empresa.
Militantes cristianos potenciarán cooperativas de viviendas como la creada en Segovia. - Oposición abierta a los partidos políticos confesionales en los años 50, y presencia poco después en el lanzamiento del Frente de Liberación Popular.
- La aportación de Guillermo Rovirosa, el primer militante obrero español de los últimos 50 años. Consagró su vida a la promoción de militantes cristianos obreros, haciendo de su vida un constante crecimiento hacia abajo hasta su muerte en la pobreza. Consideró como piezas fundamentales para esta promoción la conversión religiosa y la cultura religiosa fundamentales para el cambio de la sociedad..
- De una gran transcendencia fue la labor callada y cotidiana de miles de militantes, que intentó poner en pie la clase obrera, que siendo la única que había perdido la guerra civil, se encontraba hundida en la desesperanza. Devolver la esperanza a través de la acción militante, especialmente de la tendente a la formación de la conciencia, es el hecho más importante de los años 40 y 50.
- Es necesario elaborar un curso de Apostolado laico en el siglo XX, desde una visión apostólica y desenmascarando toda la instrumentalización y tergiversación que lo político ha querido hacer de lo apostólico. Transmitiendo esta experiencia de evangelización en intensidad a Iberoamérica. España en los años 40 y 50 era una España Tercer Mundista.