El presidente Maduro ha emprendido una gira por varios países miembros de la OPEP. El precio del petróleo está en caída libre, las colas por falta de abastecimiento en los mercados y tiendas de Venezuela. En la OPEP Arabia Saudí como en otras ocasiones aprovecha la bajada de precios para acaparar más cuota de mercado. Por otro lado China firma acuerdos comerciales con Venezuela pero ¿a qué precio?
La cruzada emprendida por Maduro, buscando apoyos en la OPEP, léase Irán o Arabia Saudí ha tocado hueso.
Venezuela enfrenta la resistencia de Arabia Saudí, el principal productor del bloque, que no parece dispuesto a perder su porción del mercado y prefiere que el barril se cotice a la baja. No dejan de ser malas noticias. Venezuela ingresa 96 de cada 100 dólares a su economía por la venta de crudo, y el desplome la ha dejado en una crítica situación.
“La baja de los precios responde a decisiones geopolíticas destinadas a afectar a Irán, a Rusia y a Venezuela”, dijo Maduro en Teherán. Se refiere a las nuevas tecnologías empleadas en EE UU para extraer petróleo y gas de esquisto, que han provocado una caída en barrena de la cesta venezolana (el precio medio del barril) a niveles de 2009. El viernes pasado cotizó en 42,44 dólares, 4,61 menos que a principios de año.
Esta cruzada de Maduro es similar a la que emprendió su antecesor Hugo Chávez a mediados de 2000, como preparación a la cumbre de la OPEP que se celebraría en septiembre de ese año en Caracas. Entonces, como ahora, el Gobierno venezolano estaba preocupado por impulsar el incremento de los precios del petróleo recortando la producción. Con el paso de los años el relato oficial ha querido hacer ver que después de ese viaje se produjo la gran bonanza petrolera venezolana, que permitió fundar exitosos programas sociales a partir de 2003 y consolidó la presidencia Chávez hasta su muerte, en marzo de 2013. En dicho relato no se mencionaba cómo contribuyó al alza de petróleo las campañas de Washington en Irak y Afganistán. Pero el “aplanamiento” del precio del crudo está sucediendo quiera o no quiera el “pajarito”.
La prensa oficial venezolana siempre resalta el compromiso de los países visitados de apoyar a Venezuela en su campaña. Sin embargo, no se conocen detalles específicos de las estrategias que se seguirán, de modo que solo el paso de los meses determinará si esta gira es un fracaso o no.
Hasta ahora se ha anunciado que China invertirá unos 20.000 de dólares (16.800 millones de euros) en Venezuela, pero se desconoce si se trata solo de inversiones para los proyectos que ya están en marcha, y que Caracas paga con envíos de crudo, o si el Gobierno obtuvo dinero en efectivo para paliar lo que le debe al sector privado. Firmas y especialistas locales calculan que el monto asciende a unos 21.000 millones de dólares (17.640 millones de euros). La deuda tiene al país sumido en una crisis de escasez y desabastecimiento sin precedentes, y al chavismo unido en una plegaria para intentar salvar las consecuencias de la crisis económica.
Autor: Luis Antúnez