Las empresas españolas emplean ya a más de medio millón de trabajadores en el extranjero. Uno de cada tres empleados del Banco Santander trabaja fuera del Estado español.
Además de Telefónica, Repsol-YPF, Banco Santander y el BBVA, España cuenta con cerca de un centenar de empresas de diferentes tamaños que pueden ser consideradas auténticas multinacionales. Empresas como Abengoa, Abertis, Gas Natural, Agbar, Colonial, Alsa, Roca Corporación, Barceló, Sehrs, CAF, Cintra, El Corte Inglés, RiU, Ficosa, Agrolimen, Mango o Prosegur han conseguido instalarse en los principales mercados mundiales con un éxito significativo.
Las cifras son contundentes. Las 83 multinacionales españolas más significativas facturaron el año pasado 210.454 millones de euros, de los 68.727 proceden del exterior. Esto significa que tienen un 17% de su negocio fuera. Los datos son aún más llamativos si atendemos al número de empleados. Estas empresas tienen 770.521 trabajadores en España y 512.914 fuera.
El desarrollo de las multinacionales españolas está siendo tan rápido que el propio consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, ha declarado que se podría decir que su entidad es más latinoamericana que española si se atiende al origen del beneficio, tendencia que se refleja en su plantilla: 51.370 trabajadores en América, 1.982 en el resto del mundo y 30.765 en España, donde el objetivo es reducirla aún más.
El banco que preside Emilio Botín ha experimentado un crecimiento impresionante en el extranjero. Tras la compra del Abbey y el Sovereing se ha convertido en en el octavo banco del mundo por capitalización y el primero de Europa continental. Un 60% de su actividad proviene del exterior y más del 55% de sus beneficios. Pero lo más llamativo es que sólo uno de cada tres empleados trabaja en España. El Santander ya tiene cerca de cien mil trabajadores fuera, mientras en España apenas llegan a 33.000.
La petrolera Repsol-YPF es otro ejemplo de este ROBO. En menos de una década ha pasado de ser una empresa eminentemente española a colocarse entre las diez primeras petroleras del mundo. Tiene más del 50% de sus activos en Latinoamérica (Argentina, Trinidad y Brasil), una tendencia que se va a reforzar con las inversiones realizadas en Argelia, Irán y el Golfo Pérsico. El 48% de su plantilla ya se ubica en el exterior.
Una transformación similar la ha sufrido Endesa en el mismo periodo. la primera eléctrica española obtiene fuera 1 de cada 3 euros que factura. Su cifra de negocio en el exterior supera los 7.000 millones de euros, fundamentalmente en Italia y Latinoamérica. Esto permite que los beneficios netos que el grupo obtiene en el extranjero se acerquen a los 500 millones, lo que representa el 40% de sus ganancias. En consecuencia, su plantilla es ya mayor fuera que dentro.
Esta senda fue imitada por Iberdrola, que ya logra el 11% de sus beneficios del exterior. Pero sobre todo por Fenosa, que ya obtiene un tercio de su resultado operativo del exterior, donde tiene la mitad de su plantilla. Gas Natural emplea la mitad de su plantilla fuera.
El boom de las multinacionales españolas se produjo al inicio de los años noventa con el gobierno socialista presidido por Felipe González, y corrió a cargo de Telefónica en gran medida. Luis Solana inició la aventura Iberoamericana con enormes críticas aprovechando el proceso de liberalización de las telecomunicaciones en el Cono Sur. Hubo otras compañías que dieron el salto en aquellos años, como Iberia al comprar Aerolíneas Argentinas, aunque con un resultado radicalmente contrario, ya que su fracaso le costó unos 1.500 millones.
Inicialmente se hicieron las américas «para hacer la dote y luego buscar una buena novia para casarse en Europa». Con la llegada del PP al poder en 1996 se desarrolló el modelo de «campeones nacionales». Se definieron media docena de multinacionales españolas encabezadas por Telefónica. Una década después la empresa que preside César Alierta opera en 17 países, tiene más de 1.700 millones de clientes y obtiene el 40% de sus ingresos del exterior, que aporta más de 1.000 millones de beneficios. Tras la compra de la británica O2 dará un impulso a esta tendencia que se ha reflejado ya en su plantilla, donde uno de cada tres empleados está en el exterior.
Esta avanzadilla se ha completado con las constructoras, que encabezan el nuevo capitalismo español. Ferrovial inició esta trayectoria gracias a su innovación tecnológica y ya obtiene el 37% de sus ventas totales y el 43% de su resultado neto fuera. Un tercio de su plantilla trabaja fuera de España. Una apuesta muy similar realizó en su día Dragados, posteriormente absorbida por ACS, que en una década se ha convertido en la quinta compañía europea y la octava del mundo por su volumen de ingresos y la tercera de Europa por capitalización, opera en 38 países y obtiene el 16% de su facturación en el exterior. Para Sacyr la actividad exterior representa ya el 26% de sus resultados, donde tiene más de la mitad de sus empleados.
Pero no sólo son las grandes corporaciones las que han liderado esta expansión fuera de las fronteras. Riu obtiene el 60% de su facturación del exterior y tiene su plantilla en una proporción similar. La expansión hotelera internacional ha permitido a NH convertirse en la tercera cadena europea de negocios y a Sol Meliá obtener el 30% de sus ingresos en los 33 países en que está presente.
Este recorrido se extiende a otros sectores como el tecnológico con Indra a la cabeza, el textil con el liderazgo indiscutible de Inditex y el fenómeno de Mango.
MARIANO GUINDAL
https://www.lavanguardia.com/